Si Ayer Funcionaba, Hoy Ya No

11 abril 2010 ·

Si bien las reglas del juego que fija la nueva economía son muy distintas a lo que la mayoría de las personas estaban acostumbradas hacer –incluso hasta los factores clave del éxito de los negocios hoy ya no funcionan en la medida esperada– también se observa en las empresas una brecha considerable entre lo que se dice y lo que se hace. El resultado de ello ya podemos imaginarlo: mayor desorientación, desmotivación y eventuales situaciones de conflictos.

Gran parte del ámbito empresario y organizacional todavía continúa moviéndose o intentando resguardarse en las cosas que siempre funcionaron y bien, motivo por el cual no encuentran mejores razones o motivos para cambiar. Sin embargo, la realidad les viene advirtiendo, desde hace un tiempo, que el pasado “ya fue” y que si no aceptan cambiar han de verse involucrados en situaciones difíciles de poder afrontar o eventualmente superar, pero a un mayor costo.

La resistencia al cambio es un camino de una sola vía. ¿Por qué? Porque el cambio pasó a constituirse es una variable autónoma, de peso, que vive en un estado de aceleración continua, permanente. Perderlo de vista o dejarlo pasar es quedar preso en una desolación total, la misma que uno siente cuando al llegar al aeropuerto vemos que el avión ya partió.

Ejemplos de esta realidad son lo que más abundan en el ámbito de los negocios –hacer más de lo mismo, copiar al líder– y también en lo laboral, como ser:

- No estar preparados para interactuar, comprender y motivar a las nuevas generaciones.
- No darse cuenta que el personal no es un recurso humano.
- Que el talento no se retiene.
- Que el empleado no trabaja para la empresa.
- Que la descripción del puesto encasilla, estandariza y hasta es improductivo.
- Que el CV es una herramienta obsoleta, ...

Si algún lector le sorprende estas cosas o no logra entenderlas es porque, realmente, desconoce lo que las empresas innovadoras vienen haciendo, desde hace décadas, en el ámbito de personal y las comunicaciones internas. Quizás hasta le resulte desconcertante saber que ya se está trabajando, entre otras cosas, para que el personal también sea “vocero” de la empresa u organización en la que se desempeña, y que por sus habilidades, actitud y estilo de gestión además vienen desarrollando y construyendo Tu Marca Personal.

¿Qué nos dice la realidad?

Muchas cosas y en frecuencia continua.
Por ejemplo, que cada vez hay más personas que están “obligando” a las empresas al diálogo y conversación permanente, a través de las redes sociales de mayor suceso. Ello está provocando en las empresas una actitud reactiva, pero no todas reaccionan por igual. Algunas deciden establecerse en las redes sociales porque “hay que estar”, mientras que otras ven allí la oportunidad de constituirse en protagonistas centrales del diálogo-conversación a instalar ante sus públicos.

Esas mismas personas, en definitiva y cada vez con mayor frecuencia, no sólo hablan bien de las empresas y las marcas que más les seducen, sino que hasta llegan a sugerirles qué mejoras esperan ser tenidas en cuenta próximamente. El éxito en el primer día del lanzamiento de la iPad –la tablet PC de Apple– no sólo se vio coronada por las 300,000 unidades vendidas, luego de la paciente y expectante espera de los 500 “fans” que acamparon ante el local de Apple y en otras tiendas de los Estados Unidos, para ser los primeros, sino que en menos de 24 horas del suceso fue hakeada y ya se sabe cómo acceder a los contenidos del dispositivo e instalar nuevas aplicaciones.

Lo que a diario nos muestra la realidad, además de validar el título de este artículo, es que no se puede continuar abordando al personal de una empresa con las normativas y políticas que fueron propias de una cultura en donde el poder, la información y la autoridad estaban en manos de la organización. Hoy es el público –ciudadano, empleado, cliente, accionista, etc.– quien tiene el “poder”.

Entonces, para atraer y brindarle posibilidades ciertas al talento que está afuera de la organización, habrá que tirar por la borda todo el lastre –incluido el mental– que hoy impide que su empresa sea parte activa del cambio vigente.

Para lograrlo no intente hacerlo a través del CV, pues no los encontrará. ¿Por qué? Porque en las viejas herramientas no se pueden hallar ni visualizar a los portadores de Tu Marca Personal, es decir, a las personas que hoy cuentan con el talento que les permita a las empresas forjar la ventaja competitiva.


José Podestá

 

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