¿Dónde Deseas Estar en 5 Años?

25 julio 2010 ·

Este interrogante tiene que ver con la visión que uno debiera tener en claro –en lo personal, laboral, social o profesional– a lo largo de las distintas etapas de la vida. Ello, si bien lo fue siempre, no era tan relevante tiempo atrás.

Cuando nos planteamos alcanzar una determinada posición en la vida, antes hacerlo era mucho más simple. Uno se preparaba, por ejemplo, para ser médico, abogado, arquitecto o ingeniero, y esa profesión se constituía luego en la principal fuente de subsistencia. Pero hoy ya no es así.

Ser profesional, más allá de la especialidad elegida, ya no es una garantía para un desarrollo personal económico sustentable en el tiempo. Al respecto, seguramente que cada uno de ustedes conocerá algunos ejemplos. Por supuesto que para nada esto significa que uno no aspire a especializarse en la vocación-motivación que sienta por alguna disciplina o actividad en particular. Lo que deseo aquí resaltar es que ya no basta con alcanzar un título o una meta sino que, además, se debe tener una visión conducente para el posicionamiento, desarrollo y actualización continua.

Se trata, por cierto, de un requisito clave y fundamental. Al tener bien en clara la visión en las respectivas etapas en que se vuelve a formular, nos puede llegar a indicar o alertar, en ese momento, que ya no tiene sentido seguir por ese camino. ¿Por qué? Seguramente porque las oportunidades originales que se habían vislumbrado cuando uno optó por tal destino, hoy ya no lo son en su magnitud ni potencial. Entonces, la nueva visión nos ayudará para reencausar y posicionarnos con un enfoque tal vez radicalmente distinto, que incluso contemple hasta el cambio radical del rumbo o de profesión.

De ello ocurrir, para nada debería desmotivarnos ni hacernos sentir mal. Al contrario, el poder darnos cuenta oportuna de ello –fruto del trabajo personal que cada uno haya realizado en tal sentido– es un indicio excelente de la claridad que tenemos de la nueva realidad.

Los signos de la nueva economía, a partir de la velocidad del cambio y la formulación de nuevos paradigmas, nos señalan también cuáles son las profesiones –incluso el tipo de trabajo– que pasarán a ser determinantes en el mediano y largo plazo. Aquellas que lo fueron en tiempo pasado no necesariamente hoy y mañana seguirán siéndolo, porque seguramente están transitando por la etapa de madurez o declinación de su ciclo de vida. Entonces, si un joven hoy elige alguna de ellas, debería ser muy consciente de tal situación, para no terminar en una frustración apenas haya completado los estudios.

Desde ya que siempre habrá muy buenos profesionales en las especialidades “tradicionales”, porque para ello han ido sumando-actualizando una propuesta de valor acorde con las exigencias del momento. Pero de lo que no hay garantía es que haya mercado para todos.

¿Todo esto, qué nos dice?

Que independientemente del exitoso desarrollo laboral o profesional que hoy uno tenga, es fundamental plantearse –con los pies en la tierra– dónde deseamos estar en el largo plazo. Al tener en clara la visión –que es la imagen, de aquí a cinco años, del puesto o lugar que aspiro ocupar en el ámbito de mi interés– podemos entonces comenzar ya a dar los primeros pasos hacia ese destino. La visión nos permitirá ir planificando, paso-a-paso, qué cosas deberemos secuencialmente ir haciendo, qué obstáculos habrá que superar e incluso qué nuevos estudios tendremos que sumar. Trabajar es pos de la visión implica, en definitiva, no detenernos ante las crisis que pudieran surgir sobre la marcha.

¡Cuando uno se propone trabajar en Tu Marca Personal, la visión también está presente. Y no es para menos, pues en este caso se trata de tener bien en claro el factor diferencial por el cual los otros –el mercado en el cual deseamos desarrollarnos– vean que no somos un clon o miembro de un rebaño de iguales!


José Podestá

Fuga Hacia Adelante

18 julio 2010 ·

Cuando no se tiene bien en claro qué hacer –en lo personal, laboral o profesional– muchos suelen practicar la técnica de patear-hacia-adelante, es decir, no hacer nada por el momento esperando vaya uno a saber qué influjo mágico pueda surgir para revertir la inacción en que se encuentran. Esto significa, literalmente, fugarse hacia adelante hasta tanto se presente alguna inspiración o suceso que sirva para superar la crisis.

Cuando uno se encuentra en tal situación y es plenamente consciente de ello, lo más sensato sería evitar “la fuga” y ponerse a trabajar en un proyecto personal. ¿Por qué? Porque en un contexto de posibilidades tan acotadas como el actual, ya nos está advirtiendo que la esperanza de que algo mejor se nos cruce en el camino es, realmente, una utopía. Entonces, para evitar la acumulación de ansiedades y frustraciones derivadas del abandono personal, habrá que anteponerle una estrategia y plan de acción que permita llegar a la meta en un plazo razonable.

Hay personas que hacerlo les resulta más fácil, y hasta natural, que a otras. Si bien ello tiene que ver con nuestros estímulos anímicos y volitivos, lo importante es darse cuenta de ello, tomar la decisión de trabajar en el cambio y avanzar sin rodeos hasta alcanzar el objetivo propuesto. Y no es para menos, pues aquí se trata del posicionamiento futuro ante un trabajo, emprendimiento o profesión.

Hasta ayer uno pensaba, al respecto, que bastada con postularse a un trabajo porque de ese modo resolvíamos una infinidad de problemas. Pero hoy, ese mismo trabajo puede llegar a constituirse es una nueva frustración o decepción. Tal vez alguno de ustedes haya pasado por tal situación o conoce el caso de algún familiar o amigo.

Ello no significa, en absoluto, que el trabajo en relación de dependencia no sea algo gratificante y que permita llevar adelante un proyecto personal. En la medida que las expectativas, ambiente o clima laboral, cultura y valores compartidos se amalgamen con la tarea –independiente del nivel jerárquico– el empleado sentirá que vale la pena ser parte de la organización. Y los que vayan sobresaliendo del resto, por su estilo-habilidad-talento, irán ganando el reconocimiento de sus pares y consolidando un posicionamiento que será vital para Tu Marca Personal.

Si la situación no fuera así y uno se encuentra inmerso en la incertidumbre, alimentada además por la “promesa” del jefe que dice que “hay que esperar” –pero no compromete fecha– o “que más adelante habrá mejores posibilidades”, es allí cuando se nos presenta la disyuntiva de: ¡Qué hacer! Le creo y espero para ver que pasará – con lo cual me convierto también en cómplice del riesgo empresario, aunque luego no me compartan las ganancias– o bien decido esperar pero al mismo tiempo me pongo a trabajar en el desarrollo de mi proyecto personal.

¡Como puede verse, se trata de algo muy personal, como las decisiones trascendentales de la vida. Pero lo que seguramente uno jamás se arrepentirá es que al tomar conciencia de ello, estaremos evitando fugarnos hacia adelante!


José Podestá

Ejercitando el Talento

11 julio 2010 ·

Así como los seres humanos somos únicos e irrepetibles –aunque uno logre a veces detectar alguna tipología parecida a nivel “packaging”– también es cierto que todos tenemos alguna habilidad o talento. Sin embargo, sólo una minoría es la que suele deslumbrar en el pensar o el hacer. Inmediatamente a ellos los tipificamos como “genios” y pasan a ser considerados como personas fuera de serie. Y sin darnos cuenta, no indagamos en nosotros cuál es nuestra habilidad o “don” que deberíamos rescatar y ejercitar para que nos ayude a liderar y “marcar” nuestro proyecto personal.

En el caso de los “genios”, su mayor beneficio es que el talento está literalmente a flor de piel; lo exteriorizan diariamente y de un modo natural. En el resto, es decir en la gran mayoría, el talento es algo que básicamente demanda:

a. Ser descubierto por uno mismo.
b. Ejercitarlo y desarrollarlo.

Sin embargo, es justo reconocer que son muy pocos los que prestan atención a esta tarea, tal vez porque se trate de algo eminentemente personal. Muchos directamente creen que no tienen talento porque no ven en ellos nada que se aproximen al don de los “fuera de serie”, en lugar de considerar que la habilidad o competencia es simplemente algo que ayuda a potenciar nuestro accionar e individualidad. Y en la medida que seamos perezosos en ello, estaremos postergando nuestro desarrollo personal. O, lo que es peor, nos automarginamos y optamos por ser parte de la gran legión de los iguales, es decir, de los seres de marca blanca que nada distintivo tienen para ofrecer o dar.

Sin pretender justificar esta realidad, hoy las empresas reconocen y están preocupadas porque no cuentan con la cantidad y calidad necesaria de empleados talentosos –es decir, no genios– que les ayude a concretar la visión de la organización.

¿Qué es ser talentoso para una organización líder?

- Darse cuenta que no tiene sentido estar haciendo más de lo mismo, debido a las turbulencias del contexto y el cambio acelerado.

- Aportar mayor valor a la tarea, es decir: que se realice bien, en tiempo y forma, y que produzca el efecto deseado.

- Generar disparidad, es decir, una ruptura con la homogeneidad del pensar y el hacer que hoy caracteriza a las empresas mediocres.

- Perfilarse como portadores de Tu Marca Personal, es decir, que estén ocupados por hacer las cosas con una impronta diferencial y de calidad.

- Saber equilibrar sus propios intereses con los de la organización.

- Estar dispuestos a asumir más riesgos, proponer cambios y hacer valer sus puntos de vista.

- Ser receptivos y / o propulsores del cambio.

- Valorar la individualidad y al mismo tiempo potenciar el trabajo en red, y eventuales alianzas con otras áreas para el logro de objetivos mutuos.

Este listado, que es meramente enunciativo, sirve también para darnos cuenta que no se necesita el “don” de un Einstein, Beethoven, Disney o Da Vinci para considerarse una persona con talento. Tal como se mencionara, tiene que ver con aquel atributo, habilidad o competencia que uno posea y sirva para convertirse en un ser único en el plano profesional, laboral, académico, artesanal, etc.

Una vez detectada cuál en nuestra habilidad, debemos ponerla en acción. Con el ejercicio diario más la dosis de sentido común que le apliquemos al trabajo –cualquiera sea la especialidad elegida– se podrá percibir que paulatinamente las personas irán dándose cuenta que no somos “otro más del montón”.

¡La oportunidad laboral en las empresas es cada vez más escasa. No obstante, si uno tiene un talento a favor –y además es portador de Tu Marca Personal– la contratación se presentará en cualquier momento!


José Podestá

El Líder Estimula a las Marcas Personales

04 julio 2010 ·

En toda organización hay líderes, aunque a veces los que deben ejercer el rol ni saben, o lo que es peor, ni quieren asumirlo.

Toda persona que ejerce una función al frente de la empresa, área o departamento, además de ser la cara visible del sector, le compete la responsabilidad adicional de ejercer el liderazgo. Pero no necesariamente porque así lo reviste la autoridad formal del cargo, sino porque también le corresponde ser un genuino motivador y gestor del cambio y mejoras que necesita la empresa para hacer sustentable su posicionamiento y ventaja competitiva.

En la historia del management de las organizaciones encontramos líderes que han sido verdaderos “alquimistas” y “re-inventores” de sus empresas. Y lo bueno de ello es que, para lograrlo, supieron motivar y liberar el talento de los empleados y hacerlos depositarios de los logros. Es decir, que tal actitud y convicción de ser líder deriva en la gestación y desarrollo de personas que se suman al objetivo-desafío, dando lo mejor de sí.

Si bien la nueva economía trae implícito en el mundo de los negocios la presión de privilegiar los resultados del corto plazo, el verdadero líder no se deja seducir por tal tentación porque sabe que lo que realmente importa es alcanzar la visión en tiempo y forma. Este aspecto para nada es menor, más allá del impacto de la crisis glocal a la que pueda estar expuesta.

Otro aspecto muy interesante de la nueva economía tiene que ver con la evolución y cambio radical del trabajador manual al trabajador del conocimiento. En la actualidad hay muchas empresas que no lo quieren ver porque necesitan tener controlados y tipificados a los empleados bajo estándares de costos, a pesar que éstos ya no funcionan como antes. Por ello, no es ninguna novedad que ante tal tozudez, los mejores y más talentosos decidan migrar ante la primera oportunidad.

En esos casos, las empresas que padecen la pérdida de los mejores talentos, no dudan en calificarlos de “desleales”. Pero en realidad no se han dado cuenta que se trata de individuos que ya cuentan con una incipiente marca personal –porque hay otros que han comenzado por reconocer sus habilidades– y que no están dispuestos a perder el tiempo en promesas de futuras mejoras o por “automáticos” aumentos salariales en el preciso momento en que han notificado la partida.

Estas personas ya se vislumbran como líderes potenciales que apuestan por su desarrollo profesional, aunque de operarios se trate, y por la construcción de Tu Marca Personal.

Así como un líder debe ser eficaz –para lograr los resultados– eficiente –en el uso de los recursos– y efectivo –combinando adecuadamente ambos desempeños– lo mismo le vale al portador del Personal Branding. En la medida que logra integrar esos atributos en su gestión, estará consolidando un adecuado posicionamiento a la vista de sus colegas y superiores.

¿Se imaginan qué sucede cuando un empleado talentoso trabaja bajo el estímulo de un líder?

El efecto es, decididamente, multiplicador gracias a la excelente sintonía que opera entre ambos. Si a ello sumamos a los que también son portadores en esa organización de Tu Marca Personal, el resultado final es verdaderamente superlativo.

Esto le permitió, al ex CEO de General ElectricJack Welch– el haber podido re-inventar, en veinte años, cuatro veces la empresa, gracias a que contó con empleados portadores de talento y pasión. Hacer renacer exitosamente cuatro veces a una organización de 300,000 empleados, sólo es factible cuando un líder visionario sabe privilegiar la presencia y el desarrollo de calificados empleados.

¡Por algo GE –“Imagination at Work”– se mantiene desde hace décadas entre los primeros puestos del ranking de empresas más rentables de los Estados Unidos!


José Podestá

 

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