Momento de Reflexión

01 enero 2011 ·

A pesar de las situaciones buenas, regulares o malas que uno se ha visto expuesto a lo largo de un año, ello no quita que hacia el final del período no se aproveche el momento para hacer un balance personal.

Para todos aquellos que han tenido un plan, seguramente que el balance será más fácil de llevar a cabo porque existen objetivos y tácticas previas contra las cuales se podrá medir. En cambio, no podemos decir lo mismo de los que no lo tuvieron, posiblemente porque tampoco les interesa estructurar su vida; son los que disfrutan de los imprevistos, las sorpresas o los sinsabores de la vida, para ir adaptándose a las circunstancias.

Personalmente me inclino más por la primera opción, especialmente en lo profesional, aunque no dejo de reconocer y aceptar las “bondades” de la segunda, porque si bien cada uno tiene una misión y es artífice de su destino, justamente por ello no todo se puede o se debe basar en proyectos o ridículos planes meticulosos que apuntan a tener todo bajo control. La vida no es así: ¡Es un camino de imprevistos que debemos saber sortear, con habilidad y creatividad, para poder seguir hacia delante!

Quizás muchos de ustedes habrán escuchado que el ser humano dispone, entre sus recursos, del “libre albedrío”. Poseemos un cierto grado de libertad para hacer o no hacer las cosas, en el plano consciente. Sin embargo, en nosotros subyace “otro plan” al cual no tenemos llegada consciente y que podrá o no coincidir con nuestro proyecto de vida “consciente”. Por tanto, lo que uno sí puede hacer a medida que avanza en la vida es pensar y reflexionar acerca del sentido de las cosas que nos suceden e impactan, porque éstos nos están diciendo algo que debemos atender y amalgamar. Incluso, hasta puede implicar que debamos reinventarnos, es decir, nacer a otro tipo de proyecto muy diferente al que teníamos o no “bajo control”. Seguramente que muchos de ustedes conocen situaciones de personas que ante un suceso o imprevisto en sus vidas, cambiaron radicalmente.

Volviendo al principio, estamos ante un momento del año que es muy importante para hacer nuestro balance y “escuchar”, desde nuestro interior, qué cosas están bien o no son importantes en nuestro proyecto personal.

¡No sólo uno es el artífice del posicionamiento y desarrollo de Tu Marca Personal. También la vida y sus circunstancias nos van indicando si estamos en lo correcto. Para ello se necesita recurrir al pensar, el sentir y el hacer!


José Podestá

 

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