La RSP También Importa

03 junio 2012 ·

La responsabilidad social es una demanda de los tiempos que corren. Parte del ciudadano-público que aspira y espera que la marca-empresa con la cual mantiene un vínculo de relación y consumo, sepa también retribuir parte de sus ingresos en obras a la comunidad en donde está establecida. Por cierto que una empresa no está obligada a realizar tal cosa. Pero ante la ausencia cada vez más evidente del estado de ocuparse de las cosas públicas, las miradas vienen trasladándose hacia las empresas-organizaciones.

En el ámbito de las personas que trabajan o brindan sus servicios profesionales-laborales, también hoy se espera de ellos que asuman o sean portadores de un valor personal que los identifique como responsables sociales. La RSP, entonces, califica a un perfil de individuos que más allá de la excelencia que aplican en lo laboral-profesional, detentan una aptitud de sensibilidad-compromiso y ética.

Tal vez, desde lo sociológico, se podrá inferir que la presencia de la RSP es una respuesta y antídoto a la ausencia de una conducta y proceder ético y justo latente en el contexto. Se trata de algo que cada uno de nosotros podrá brindar o no, en función de la toma de consciencia y compromiso asumidos hacia los demás.

Si bien hay empresas que piensan –y así obran– que el mundo de los negocios no vincula y es ajeno a lo ético, tal convicción-presunción ha comenzado a revertirse en los últimos años. Si bien en el ayer una empresa podría pensar e ir siempre por más, en términos de lograr la maximización del beneficio, hoy se encuentran que ya no disponen del poder para hacerlo. ¿Por qué? Porque el acceso y democratización de la información ha permitido que cualquiera de nosotros pueda hacer valer el poder que ello implica.

A partir de algunos sucesos de corrupción empresaria emblemáticos, como lo fueron Enron Corporation, en los Estados Unidos, y Parmalat SpA, en Italia, las escuelas de negocios y de posgrado han decidido incorporar asignaturas “blandas” que sirvan para generar una toma de consciencia ética en el egresado; algunas instituciones hasta sumaron el juramento de compromiso ético a sus alumnos, en el momento de recibir el título.

Si bien la sociedad va tomando los recaudos necesarios para evitar comportamientos y actitudes no éticas a nivel ciudadano, la RSP es algo mucho más profundo que lo meramente regulatorio-formal: está en el ADN genético que caracteriza y define al ser humano. Pero ello para nada invalida la vigencia y presión social hacia el cumplimiento de las normas y principios éticos, debido a la debilidad que evidencia la mayoría.

El atributo de la RSP no necesita ser explicitado ni mucho menos incluido en un CV, a pesar de ser todavía un “don” que no registra mayoría de adeptos. Cuando una persona destila en su quehacer una conducta responsable y atenta hacia el prójimo, son sus propios actos los que hablan de su RSP. Más aún, son los otros quienes comienzan por valorarlo como un ser recto, más allá que detente otros atributos de valor que vinculan con la creatividad, innovación, productividad, eficiencia y proactividad que caracterizan el desempeño que lleva a cabo en el rol de empleado, ejecutivo o profesional.

¡El portador de Tu Marca Personal que lleve implícito su compromiso de RSP, logrará gestar en su mercado objetivo un elemento superlativo de valor, aunque no todos sus interlocutores o destinatarios lo compartan y practiquen!

José Podestá

 

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