La
disparidad o brecha existente entre la renta de los ejecutivos mejor pagados y
los operarios es un indicador que no sólo deja de ampliarse, sino que también
ilustra el sentir de muchos –generalmente los que más tienen- acerca del
dinero. Según datos estadísticos de lo que viene dándose en Europa, a pesar de
las crisis financieras, en el año 1965 la relación entre ambas partes era de
La justa retribución es un derecho
Más allá
que la mayoría de los empresarios y analistas quizás les resten importancia al
tema de la justa retribución, el ser empresario hoy demanda una mayor actitud y
responsabilidad que nada tiene que ver con los tiempos pasados del capitalismo salvaje.
La responsabilidad social que se instaló y viene desarrollándose desde inicios del presente siglo, marca un cambio y toma de consciencia positivo, a pesar de las conductas desviadas de algunos que tratan, incluso, de sumar mayores ganancias con la responsabilidad social.
A medida
que el empresario y los ejecutivos en funciones clave tomen consciencia que en
los tiempos que corren se necesita de la creatividad, el conocimiento y
respecto hacia el ser humano-empleado, se podrá gestar el cambio de paradigma
que definitivamente destierre el reinado
de los recursos humanos. Con ello se estará dando un salto cualitativo
significativo. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, se dejaría de alimentar la
asimetría injusta que provoca la brecha de salarios, el considerar que el
empleado es un fin y no un medio, de crear legiones de clones o
empleados-rebaño con salarios precarios y promedios, etc.
Los tiempos
que corren, por suerte, impulsan la necesidad de reposicionar al empleado como
una persona vital para la generación continua de valor en la función asignada,
se trate de un cadete o el CEO. El valor hoy más preciado tiene que ver con las
ideas innovadoras, el sentido de pertenencia y la creatividad aplicada. Estos
son los nuevos inductores que permiten a la empresa ser competitiva y
sustentable en el tiempo, porque ya no lo pueden generar los productos y
servicios debido a la imitación y sobreoferta existente en los mercados.
Felizmente
la realidad es la que impone los nuevos cambios, de la mano actitudinal que
caracteriza a la Generación Y. Por
tanto, las personas ya no están dispuestas en aceptar ser asimiladas como
empleados-promedios o sujetos-cosa de bajo valor y en situación de alta
precariedad laboral. La brecha salarial mencionada, es la derivada que se ha
venido propiciando desde el área de recursos humanos, por distintos motivos. No
querer darse cuenta de ello es fomentar la gestación de potenciales indignados, al tiempo de ir perdiendo posicionamiento
en la actividad y en la comunidad, por obra de la irresponsabilidad social.
La materia prima conocimiento
En la
medida que la organización no abdique a
las prácticas del ayer y promueva la cultura del empleado de calidad, con una justa retribución, no podrá llegar a
ser socialmente responsable ni tampoco tener futuro alguno. Si bien se observa
en los últimos tiempos una rotación cada vez más frecuente del puesto de CEO,
por no darse cuenta de las demandas del contexto, ello es solo una parte del
problema. La empresa necesita del empleado de calidad, por ser el actor
que hace a diario la realidad de la misión y el posterior logro de la visión.
Para ello se necesita que desde el lado de la oferta se geste el cambio actitudinal ya mencionado. A partir de allí la empresa podrá trazar un nuevo camino y ofrecer un proyecto-desafío para que sus empleados de calidad sumen resultados y conocimientos. Así, paulatinamente, comenzarán a percibir que las personas son el centro de la organización y, en definitiva, los que terminan haciéndola sustentable en el tiempo y respetada por la comunidad.
¡El
portador de Tu Marca Personal es un agente del cambio que aspira contribuir y llegar
a ser parte del factor clave del éxito de la organización, mediante una justa
retribución!
José Podestá