Individualidad y Relaciones

30 noviembre 2014 ·

Tal vez a muchos les sorprenda el exacerbado individualismo que caracteriza en la actualidad a los seres humanos. Pero en realidad ello data desde los orígenes del hombre, porque es un rasgo de nuestra personalidad. Incluso para los que consideran que somos un ser social, en realidad ello sólo se da en las apariencias.

Sin ir más lejos, el elemento antisocial está latente en nuestra vida afectiva y de relación. ¿Por qué? Porque cuando entablamos un vínculo con otra persona, es natural que al principio nos parezca que es sensata, cordial, de buen humor, etc. Pero a media que pasa el tiempo, comenzamos a percibir que no era tan así.
Es aquí en donde aflora el condicionante antisocial en nosotros, por obra y gracia de nuestra simpatía y antipatía, que es la que se encarga de dibujarnos una imagen distorsionada de la otra persona, que luego usamos como base para nuestro criterio afectivo hacia ella. Por otro lado no podemos de ningún modo descartar la simpatía y antipatía, porque constituyen el medio que necesitamos para entablar nuestros vínculos y relaciones afectivas.

Impacto laboral y profesional
Cuando uno se pone a pensar y meditar sobre ello –cosa que lamentablemente no lo hacemos con la frecuencia adecuada– comenzamos a entender el porqué de un cambio en el trato y la consideración que recibimos de nuestro jefe, de algunos compañeros de oficina, algún socio e incluso de nuestra pareja.

Lo mismo vale para la percepción que nos formamos nosotros de los demás, con lo cual el elemento antisocial pasa a ser un dato fundamental en nuestras relaciones humanas, que se da de un modo natural y no por ello debemos creer que es de naturaleza patológica.
En la medida que uno aprenda a no relacionar en nosotros lo que nos comunican la simpatía y antipatía, y llegar a comprender lo que significa para nuestro prójimo la manifestación de su personalidad para él mismo, uno empezará a sentir lo que él siente y a corregir de este modo la imagen equivocada que la simpatía y antipatía produjeron en uno. El empleo de la inteligencia emocional y fundamentalmente de la empatía, nos ayudará a percibir que el otro individuo –más allá de su propia constitución, sus debilidades y talentos, sus valores y su misión– es una personalidad que está luchando igual que uno.

Lo que acabamos de explicar resulta ser, en el ámbito laboral y profesional, una prioridad por todo lo que implica el involucramiento de las personas en post de un proyecto compartido. De allí que uno debe ser consciente que más allá de las habilidades duras que privilegian las empresas en sus empleados para el logro de sus objetivos, es fundamental darse cuenta lo que en nosotros –como individuos– está latente y hace a nuestra forma de ser.
A partir de esta toma de conciencia, el ser humano podrá comprender que además de vivir con actitud de espera hacia el otro, para descubrirlo y comprenderlo más allá de la simpatía y antipatía, somos además dependientes del trabajo de nuestro prójimo, desde el alimento que consumimos hasta cualquier producto-servicio o manifestación de la cultura. Esto es lo que también les sucede a los demás, con respecto a lo que uno aporta en lo suyo. Sin embargo, y a pesar de ser cuestiones centrales, no siempre son tenidas en cuenta por los directivos de una organización, porque consideran que es el empleado quien está en deuda –por percibir un salario– cuando en realidad es el actor que va construyendo la misión, día-a-día.

En la medida que admitamos esta realidad en nuestro pensar, libremente nacerá la gratitud hacia los demás. Asimismo, debemos comprender que aquellos que no realizan en su conciencia este acto, jamás podrán ser sociales en su pensar ni en el agradecer. Seguramente que ustedes tendrán ejemplos que ilustren este comportamiento y actitud.
¡El portador de Tu Marca Personal es un ser que a pesar de haber estado y seguir estando expuesto a las simpatías y antipatías de los demás, vive en una actitud de espera porque es consciente que su posicionamiento y sus obras siempre dependen de sus prójimos!
José Podestá

El Cambio Está en Tus Manos

23 noviembre 2014 ·

El punto de partida del proceso para la construcción del Personal Branding se focaliza en dos preguntas secuenciales clave:

- ¿Quién soy?
- ¿Cuál es mi misión en la vida?

Ambos interrogantes existenciales no se limitan exclusivamente al Personal Branding. Son preguntas fundamentales que siempre están a la espera de respuesta, aunque no seamos muy conscientes de ello, en el momento de pensar en un emprendimiento, una carrera laboral-universitaria, un oficio, etc. En la práctica, es una minoría la que se ocupa de ello, seguramente porque aspiran a que no sea la vida la que les “imponga” lo que deben ser y hacer.
La actitud pasiva y expectante que asume la mayoría tal vez sea fruto del desconocimiento acerca del por qué y el para qué uno está aquí. También influye, desde lo cultural, la ausencia del pensar acerca de uno mismo. Quizás se lo vea como algo que es más propio y reservado para los filósofos, dado que son seres que siempre se preguntan y cuestionan las cosas. Pero lo cierto y concreto es que se trata de “nuestra” vida, que debemos asumirla y darle un sentido, y no al revés.

Una prueba manifiesta del bloqueo para pensar y resolver lo que debemos hacer lo vemos en los jóvenes, especialmente cuando les llega el momento de decisión para realizar una actividad en la vida –músico, cocinero, artesano, trabajador social, ejecutivo, etc.– o una profesión. Nuevamente aquí se presentan los dos interrogantes ya mencionados.
Entonces, no son pocos los que inician su andar por la vida sin tener resuelta su vocación, como punto de partida. Que a fulano o a mengano le haya ido “económicamente” bien con lo que oportunamente eligieron, no es garantía de nada. ¿Por qué? Porque somos individuos con aptitudes específicas, con valores, con motivaciones y con un destino que debemos tener muy en claro para validar nuestra misión.

Llegado el momento, que los padres orienten y señalen las oportunidades a sus hijos, es una cosa. Pero que los presionen “psicológicamente” para que el hijo “elija” tal actividad o profesión –por ejemplo, el caso de la hija bailarina de danza clásica o del hijo doctor– no es un “acto de amor”: sencillamente, es un disparate que está anclado en una actitud paterna egoísta y manipuladora. Todo ello sirve, entonces, para darnos cuenta que uno no vino a la vida para que alguien le imponga lo que debe hacer. Tal decisión es personal, única e intransferible; de allí el motivo y razón de ser de ambas preguntas.
Las profesiones recurrentes

Así como las profesiones del ayer tuvieron su razón de ser, no significa que sean garantía de éxito futuro, más allá de que se continúe necesitando de excelentes médicos, abogados, arquitectos, agrónomos, etc. Pero no hay razón alguna para que en el hoy, tal como lo muestra la estadística, existan legiones de jóvenes que mayoritariamente elijen una carrera sin criterio, o lo que es peor, sin vocación.
Los forjadores, soñadores e innovadores del mañana se deberán formar en el presente. Ello implica tener que orientar y plasmar su vocación hacia aquellos emprendimientos o estudios que les permitan llegar a ser los nuevos gestores del cambio. Al respecto, la humanidad está aguardando y demandando nuevas soluciones en múltiples campos, como ser: energía, seguridad alimentaria, salud pública, rendimientos de cultivos, sustentabilidad, inclusión social, etc.

Nada de ello podrán capitalizar ni brindar las carreras tradicionales, porque no fueron pensadas para la problemática y las necesidades del hoy y de los próximos años. De allí que se vislumbren nuevas y radicales oportunidades-desafíos, para contextos cada vez más cambiantes y complejos.
Darse cuenta

Al tener en claro la misión y la vocación que brinden sentido a la vida, el ser humano pasa a tener cada vez más un rol autónomo y social. Los aportes, las mejoras y los eventuales cambios que surjan de su trabajo lo irán posicionando como un referente, siendo su Personal Branding una consecuencia natural del valor por lo realizado y brindado a sus prójimos y la comunidad.
¡El portador de Tu Marca Personal es un líder y un potencial agente anticipador del cambio, que se ocupa para que sus obras tengan un sentido para los demás y para su vida!
José Podestá

Peregrino en Camino

16 noviembre 2014 ·

Los cambios veloces a los que están expuestas las organizaciones, las instituciones, las personas y las profesiones han impactado radicalmente en el paisaje y la forma de optimizar los recursos. Por tanto, creer que mediante la planificación y la fijación de objetivos se logrará reducir la incertidumbre –tal como se daba en el ayer– dejó de ser una garantía porque el contexto devino en muy incierto.

Sin embargo, ello no es excusa para tener bien en claro el norte y la misión a seguir, más allá de los desvíos y las rectificaciones que demanden las circunstancias.
Innovar ya no es una opción

Las personas que se deciden ser artífices de su vida suelen habitualmente llegar a tal estado de conciencia por diferentes caminos. No obstante, el motivo guarda una relación directa con la biografía del individuo y su impulso interior. De allí que no siempre tal actitud se manifieste por las opiniones o las sugerencias de terceros. Esto mismo les sucede a aquellos que se interesan en desarrollar y posicionar su Personal Branding.
Ahora bien, el tomar las riendas de la vida implica básicamente dos cosas:

- El deseo manifiesto de no ser parte de ningún rebaño.
- El llamado a ser un peregrino en camino.

Ello no significa que estos seres sean antisociales, introvertidos, ermitaños o desinteresados con sus prójimos. Por el contrario, sienten que la misión que deben llevar a cabo los tiene como sus destinatarios naturales. ¿Por qué? Porque ellos son, en definitiva, los que plenamente validan su vocación y el sentido que les imprime en su vida.
Por cierto que darse cuenta de ello no es fácil, debido al régimen establecido por el materialismo consumista y hedonista vigente, y la cultura mediática e intrusiva que nos impacta hasta en el inconsciente. De allí que veamos, cada vez más, seres que están socialmente clonados en sus vestimentas, ideas, actitudes y comportamientos, a pesar de su individualidad.

Ser peregrino, entonces, demanda un esfuerzo peculiar. Para ello el decidido necesitará  innovar o reinventarse a partir de su individualidad, escuchar a su voz interior –el Yo– y meditar en su misión y destino. Al hacerlo podrá ir comprobando que paulatinamente irá formateando su proyecto vocacional, es decir, aquel que una vez que germine dejará su huella personal en el camino.
Una marca en obras

La persona que cuenta con un proyecto personal la veremos que siempre está en camino. ¿Por qué? Porque de esta forma se estará brindando, con generosidad, hacia los prójimos que lo reconocen, valoran y le brindan un sentido a su vida.
Como mencionara anteriormente, para hacerlo es necesario “rescatar” la individualidad, en el buen sentido de su significado. Ello debe ser así porque la calidad de la entrega y del obrar surge de los principios y valores que emanan del ser interior de la persona.

También vuelvo a enfatizar que el ser peregrino en camino no es sinónimo de aislamiento. Al contrario, por el reconocimiento que de sus huellas hacen los prójimos, éstos luego se convierten  en sus compañeros de ruta.
¡El portador de Tu Marca Personal es un peregrino en camino que, desde su vocación, va innovando y recreando sus obras para que expresen lo mejor de sí, a lo largo de su existencia!
José Podestá

Recursos Versus Personas

09 noviembre 2014 ·

La gestión que privilegia y premia los resultados operativos en lugar de la contribución del empleado al logro de la estrategia, termina socavando los atributos más sensibles del ser humano. El haber asimilado al empleado a un “recurso” –aún en la actualidad– y también como “capital humano”, no son sino síntomas evidentes del desprecio, la falta de consideración y respeto que se tiene hacia aquellos que, en definitiva, son los que hacen viable a la organización y su misión.

Es muy probable que algún directivo o responsable del área de personas se moleste con tal proposición. Si así fuere, es muy probable que se trate de una limitación o un no darse cuenta de las consecuencias nefastas que produce el reducir al ser humano a un objeto-cosa, para luego pasarlo por el tamiz de la métrica del ROI –retorno sobre la inversión. Y si alguno está en duda, le sugiero entonces colocarse en tal situación y vivenciarlo anímicamente.
Para aquellos que aún persisten en tal creencia, por el solo hecho que es lo que la mayoría de las organizaciones y congresos internacionales de “recursos humanos” recomiendan  hacer, es muy conveniente entonces que reflexionen sobre lo siguiente: ¿Si en la actualidad se pudiera reemplazar a los empleados por robots inteligentes y sensibles, tendría sentido contar con “recursos humanos”?

Quizás haya directivos que les entusiasme tal posibilidad. Si bien es muy probable que no pase mucho tiempo para que la robótica se extienda “masivamente” dentro del ámbito laboral, la idea hace que uno se ilusione con ella porque conduciría a una serie de beneficios, como ser:
- Permitiría un aumento significativo de la productividad.

- No habría reclamos salariales, pago de horas extras, paros ni juicios laborales.
- Se lograría reemplazar el objeto-cosa-humana por un objeto-cosa “más amigable e incondicional”.

- No haría falta la “retención de talentos” ni tampoco estímulos para la motivación.
Antes que llegue este recambio –que seguramente será mucho antes de lo que uno se pueda imaginar– los que hoy gestionan a los “recursos humanos” o al “capital humano”, deberían anticiparse y replantearse su futuro laboral, porque seguramente el directorio no los necesitarán para que les apliquen la misma vara, por considerarse a sí mismo individuos y personas.

La otra mirada hacia el personal
Por suerte existen empresas de excelencia que tienen una mirada totalmente opuesta y de reconocimiento y estima hacia el ser humano. Estas organizaciones se caracterizan básicamente por:

- Posicionar al empleado en el centro de la empresa.
- Trabajar para el empleado y no al revés.

- Considerar y valorar al empleado como persona inteligente, creativa en lo suyo y factor clave para el éxito de la visión.
- Privilegiar sus habilidades blandas –generosidad, valores, solidaridad, buena onda,…– por tratarse de talentos ya encarnados en el ser que no se aprehenden con la capacitación.

Esta actitud hacia las personas no es exclusiva ni propia de las grandes corporaciones. También se da en las medianas y pequeñas empresas. Por supuesto que ello ocurre y es viable cuando parte de la convicción del N° 1 de la organización. Pero esto no excluye ni impide para que el responsable del área de personas –en la medida que esté convencido del nuevo rol y perfil del empleado– se lo recomiende y fundamente ante el CEO. Y una vez logrado su objetivo, tendrá el desafío y la satisfacción de liderar el proceso de cambio, es decir, el reposicionamiento interno de la empresa.
¡El portador de Tu Marca Personal posee el expertise de anticipador y gestor del cambio, porque es lo que vino haciendo una vez alcanzado su posicionamiento como Yo SA!
José Podestá

Relaciones Humanas y Marca

02 noviembre 2014 ·

Las marcas líderes comerciales se han visto sorprendidas, en los últimos años, por la creciente legión de fans que se han ido encolumnando de forma tal como si fueran sus protectores naturales. Realmente algo muy bueno deben haber recibido de ellas, más allá de la propuesta de valor que las caracteriza, para que el ser humano sienta que “su” marca preferida ocupa un lugar importante en su vida.

Más allá del psicólogo
Si algo así hubiese ocurrido hace diez o veinte años atrás, es muy probable que el asunto terminase en un escándalo. ¿Por qué? Porque los productos y servicios se conciben para que algunos de ellos satisfagan las necesidades básicas de la persona, mientras que los restantes permitan cubrir aquellas otras prioridades que cada uno sienta que son funcionales con su estilo de vida, confort, recreación, cultura, etc. Y para aquellos que necesitan “reforzar” su ego, la apariencia social, su baja autoestima o cualquier otra carencia, existe la gama de los productos y servicios suntuarios que se ofrecen para tal fin.

¿Qué nos dice todo ello? Que más allá de las prestaciones y beneficios básicos que dan lugar a que las marcas identifiquen a los productos y servicios que amparan, hay otras oportunidades de negocios que no deberían ser descuidadas. Son, básicamente, las que tratan de suplir o más bien de apuntalar a:
- Las inseguridades del ser humano.

- Las carencias anímicas y de índole afectivo.
- El vacío existencial, la soledad y la incomunicación humana, esta última tampoco ha sido  resuelta por la telefonía móvil, a pesar que la mayoría de las personas lleven en su mano el celular, tal como si fuese el nuevo fetiche de la posmodernidad.

Es distinto en las relaciones humanas
En la vida de relación social, laboral, cultural o profesional el ser humano tiene la gran oportunidad de ir construyendo su futuro a partir del prójimo. Somos parte de una comunidad y de una sociedad que nos brindan la oportunidad de poder llegar a trascender, haciendo aquello que por vocación nos sentimos motivados.

A medida que uno va trascendiendo en la vida por lo que se hace, se va dejando atrás una huella o marca que tiene que ver con el estilo y la impronta de su obrar, por la entrega y compromiso asumidos. Entonces, algunos prójimos comenzarán a ver –o tal vez descubrir– que se trata de algo valioso y por ello digno de ser tenido en consideración. Esa devolución que van realizando los “otros” pasa a ser el mejor aliciente, estímulo y señal que pueda recibir el portador de la marca. Así, éste comienza a vislumbrar que lo que viene haciendo tiene un sentido en su vida.
El reconocimiento y valoración que la persona recibe en vida vincula con las relaciones humanas de sus prójimos hacia él, y viceversa. El resultado de ello permite, en definitiva, que los otros se vinculen e interactúen con su marca. Ello tiene un valor superlativo tal que no es comparable ni equiparable con la naturaleza de los objetos materiales que, por las carencias y quizás la ausencia de un proyecto personal, vienen tributando los que no saben que las relaciones humanas no están en el entorno virtual ni en las redes sociales, y mucho menos en las selfies de ocasión.

¡El portador de Tu Marca Personal es un ser social comprometido en lo suyo, porque sabe que todo ello sólo tiene un sentido y propósito siempre y cuando esté destinado para sus prójimos!
José Podestá

 

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