Peregrino en Camino

16 noviembre 2014 ·

Los cambios veloces a los que están expuestas las organizaciones, las instituciones, las personas y las profesiones han impactado radicalmente en el paisaje y la forma de optimizar los recursos. Por tanto, creer que mediante la planificación y la fijación de objetivos se logrará reducir la incertidumbre –tal como se daba en el ayer– dejó de ser una garantía porque el contexto devino en muy incierto.

Sin embargo, ello no es excusa para tener bien en claro el norte y la misión a seguir, más allá de los desvíos y las rectificaciones que demanden las circunstancias.
Innovar ya no es una opción

Las personas que se deciden ser artífices de su vida suelen habitualmente llegar a tal estado de conciencia por diferentes caminos. No obstante, el motivo guarda una relación directa con la biografía del individuo y su impulso interior. De allí que no siempre tal actitud se manifieste por las opiniones o las sugerencias de terceros. Esto mismo les sucede a aquellos que se interesan en desarrollar y posicionar su Personal Branding.
Ahora bien, el tomar las riendas de la vida implica básicamente dos cosas:

- El deseo manifiesto de no ser parte de ningún rebaño.
- El llamado a ser un peregrino en camino.

Ello no significa que estos seres sean antisociales, introvertidos, ermitaños o desinteresados con sus prójimos. Por el contrario, sienten que la misión que deben llevar a cabo los tiene como sus destinatarios naturales. ¿Por qué? Porque ellos son, en definitiva, los que plenamente validan su vocación y el sentido que les imprime en su vida.
Por cierto que darse cuenta de ello no es fácil, debido al régimen establecido por el materialismo consumista y hedonista vigente, y la cultura mediática e intrusiva que nos impacta hasta en el inconsciente. De allí que veamos, cada vez más, seres que están socialmente clonados en sus vestimentas, ideas, actitudes y comportamientos, a pesar de su individualidad.

Ser peregrino, entonces, demanda un esfuerzo peculiar. Para ello el decidido necesitará  innovar o reinventarse a partir de su individualidad, escuchar a su voz interior –el Yo– y meditar en su misión y destino. Al hacerlo podrá ir comprobando que paulatinamente irá formateando su proyecto vocacional, es decir, aquel que una vez que germine dejará su huella personal en el camino.
Una marca en obras

La persona que cuenta con un proyecto personal la veremos que siempre está en camino. ¿Por qué? Porque de esta forma se estará brindando, con generosidad, hacia los prójimos que lo reconocen, valoran y le brindan un sentido a su vida.
Como mencionara anteriormente, para hacerlo es necesario “rescatar” la individualidad, en el buen sentido de su significado. Ello debe ser así porque la calidad de la entrega y del obrar surge de los principios y valores que emanan del ser interior de la persona.

También vuelvo a enfatizar que el ser peregrino en camino no es sinónimo de aislamiento. Al contrario, por el reconocimiento que de sus huellas hacen los prójimos, éstos luego se convierten  en sus compañeros de ruta.
¡El portador de Tu Marca Personal es un peregrino en camino que, desde su vocación, va innovando y recreando sus obras para que expresen lo mejor de sí, a lo largo de su existencia!
José Podestá

 

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