Más allá si uno tiene en claro o no para quién
trabaja, lo cierto es que se trata de una pregunta que suele tener varias
respuestas. Dependerá de la actividad, el emprendimiento o la profesión en
cuestión.
Elección
o devenir
En la actualidad son cada vez más las personas que
no están predispuestas a ingresar en cualquier tipo de organización. Hay
quiénes consultan cómo está posicionada en materia de imagen y reputación.
Otros rechazan directamente la propuesta cuando se enteran que la empresa no
comulga con sus principios o convicciones, a pesar del sueldo establecido.
Tampoco a todos les da por igual trabajar en rubros vinculados con el tabaco,
el alcohol, los productos químicos o el dinero.Pero también hubo y quizás aún existan limitantes extremos desde el ámbito empresario. Conozco casos de personas que fueron rechazados porque usaban barba, no fumaban o no bebían alcohol, porque ello era contrario a la finalidad comercial de estas empresas. Por supuesto que tales “rechazos” hoy serían muy cuestionados porque se los consideraría un factor de discriminación laboral.
En la sociedad
informacional en que vivimos y a medida que las personas comienzan a
cuestionarse el rol que cumplirá el trabajo en su proyecto de desarrollo personal,
el proceso de selección pasa ser un factor clave. Quizás alguien piense que
ello está muy bien cuando no existen apremios económicos de parte del
postulante a un trabajo. Y en ello parte de razón tienen. De allí que es
importante diferenciar el caso del “necesitado”, respecto del que tiene un plan
de carrera o bien se encuentra transitando el desarrollo de su Personal
Branding.
Es justo decir que existen personas que no tienen en
claro el norte a seguir, motivo por el cual avanzan en sus circunstancias de
vida a tono con lo que se les va presentado. Aquí están los que consideran que
la vida es un continuo devenir de circunstancias, de bonanzas o de
restricciones.
Mientras en el primer caso se observa una actitud
proactiva y de opción personal –es uno el que opta y elige– en el segundo caso
se ubica la mayoría silenciosa que está a la espera de la ocurrencia de algún
suceso que los pueda contener y tener en cuenta.
Independientemente de ambas actitudes, la
organización que hoy se encuentra en el proceso
de una búsqueda le importa –o debería importarle– las motivaciones que
el postulante tenga acerca del puesto ofrecido y de lo que percibe de la
empresa.
Ello se ha tornado en algo decisivo para las nuevas
generaciones, porque mayoritariamente no se encuentran del todo seducidas por
realizar una carrera laboral en relación de dependencia. Prueba de ello es la
pronta renuncia al cargo o las dificultades de adaptación e integración hacia
sus compañeros y el equipo de trabajo.
Cambio
de actitud
Si bien es algo que los portadores de Tu Marca Personal descubren en su
desarrollo laboral y profesional, es fundamental que las personas cambien su
actitud hacia el trabajo. ¿En qué sentido? Asumiendo que si bien se desempeñan
en una organización realizando una tarea específica, en realidad lo que hacen
es brindar un servicio para un tercero recibiendo por ello una retribución, es
decir, el sueldo acordado.
De esta forma se irá tomando consciencia que, en
realidad, la empresa es uno mismo.
Por tanto, hoy se estará aportando el trabajo en una organización y en algún
momento se lo hará en otra. La rotación que cada uno se proponga realizar la
irá efectuando en la medida que le resulte funcional con el plan de desarrollo
laboral y profesional A medida que se vaya avanzando con el plan personal, se
tendrá la certeza de ir acercándose al objetivo que cada uno se haya
establecido para las distintas etapas de la vida.Sin embargo, el saber que se está trabajando para uno mismo no significa ni equivale hacerlo de un modo egoísta. Al contrario, el asumirse como un Yo SA o CEO de tu vida se torna en una postura responsable, porque sabe que el “servicio” brindado no es en beneficio propio sino que está destinado al equipo de trabajo en particular y a la organización en general.
¡El portador de Tu Marca Personal logra tal reconocimiento porque sus prójimos –los destinatarios de su servicio y entrega– lo valoran por la responsabilidad, el valor y la pasión brindados hacia los demás!
José
Podestá