Una Marca Personal para Todos Equivale a Nada para Nadie

15 noviembre 2009 ·

Este titular es una paráfrasis de la parálisis que hoy sufren las Marcas de Productos y Servicios que siguen creyendo que son “masivas,” es decir, para todos. Tal parálisis es la consecuencia del cambio, sin retorno, que se inició hace veinte años con la globalización y el nacimiento de la “Nueva Economía del Conocimiento y de la Información.” ¿A qué se debe? A la necesidad que el ser humano siente de ser tratado y respetado como individuo-persona: No como masa.

Lo que durante décadas no pudo hacer la comunicación del monólogo, desde hace ya unos años la disfrutamos y ejercemos con el diálogo y la interactividad, gracias al impulso del marketing viral y de la tecnología aplicada. La “masa del ayer” devino en el “individuo-ser” que, por estar más informado, ejerce su poder hasta tal punto que puede llegar a decirle o sugerirle a las Empresas-Marcas qué hacer, qué comunicar y hasta lo que está mal. El resultado: Un mayor beneficio, vínculo y relación entre las partes.

Sin embargo, todavía hay muchos que no se han dado cuenta de lo sucedido –a pesar que los mercados ya son una conversación– ni tampoco están muy predispuestos a reconocer al cliente como un ser humano que no sólo “sabe lo que quiere” sino que también tiene “prioridades.” Y como a estas empresas no les va bien en términos de resultados, piensan que copiando al vecino y haciendo más ofertas y descuentos lograrán mejorar. En realidad, lo que vienen cosechando son pérdidas y encaminándose hacia un final bastante previsible.

Todo esto es muy importante tenerlo en cuenta, especialmente cuando uno ya se decidió en ponerse a trabajar, con constancia y pasión, para el posicionamiento y desarrollo de Tu Marca Personal. Por lo general, uno tiene la idea-ilusión que el trabajo-servicio que de un modo diferente se aspira a brindar en el mercado laboral y / o profesional, se puede hacer extensivo “a todo el mundo” o más modestamente a todos aquellos que genéricamente lo necesitan.

Pensemos en un instante en dos clásicas profesiones: medicina y abogacía.
Si nuestro problema de salud fuera, por ejemplo, una insuficiencia cardíaca, ¿iríamos a ver al primer médico que se nos cruce en la cartilla de un hospital o consultorio?
Si hemos sufrido un fraude comercial, ¿iríamos a ver al mejor abogado constitucionalista o de derecho civil?

Entonces,... ¿por qué nos empecinamos la mayoría de las veces en pretender ser reconocidos y valorados por las empresas de primer nivel o consultoras internacionales por el solo hecho de ser un ejecutivo o profesional “genérico” de buena trayectoria? ¿Acaso no hay muchas personas que están en la misma situación, que aspiran a lo mismo y que, entre todos, son parte de un mercado de iguales?

Si eso es lo que uno creía que debía hacer al momento de ponerse a trabajar en Tu Marca Personal, sin lugar a dudas que nunca se estará en buenas condiciones para arribar al puerto deseado ni mucho menos “al mejor puerto.” En Personal Branding de nada sirve posicionarse para todos por la sencilla razón de ser un disparate. O dicho de un modo más “polite:” ¡Un total contrasentido!

José Podestá

 

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