Empleo Hasta Nuevo Aviso

14 marzo 2010 ·

Muchas personas, incluso en puestos ejecutivos, están en la actualidad expuestas a convivir la jornada de trabajo en un ambiente de precariedad –incluso en lo relacional– vulnerabilidad e inestabilidad. Pero esta realidad no es exclusiva del mundo laboral: se encuentra también extendida a las condiciones de vida contemporáneas. Entonces, la empresa para mantenerse o subsistir necesita asimilar las reglas de juego vigentes en el contexto. Sin embargo, en un mundo civilizado [eso espero] para nada debiera resignarse el respeto y la consideración que nos debemos, como seres humanos, unos a otros.

Así como en la actualidad los productos y servicios –en un mercado sobreofertado y de iguales que básicamente terminan compitiendo por precio– ven limitados sus objetivos de participación y ganancias, lo mismo le sucede al ámbito laboral. De allí que en el mundo del desempleo estructural, la seguridad dejó de ser una garantía. Del tema se ocuparon distintos especialistas, como es el caso del sociólogo Zygmunt Bauman, y que me parece útil tomar de su pensamiento la siguiente imagen:

El espacio del empleo se parece más a un predio para acampar, que uno visita durante un tiempo y del que puede irse en cualquier momento si las comodidades que prometían no eran tales.”

Así como en la sociedad postindustrial se vivió, durante décadas, bajo el amparo de una seguridad y continuidad laboral, prácticamente sin sobresaltos, en la nueva economía asistimos al opuesto, con la incertidumbre que ello produce en el trabajador: sea empleado o ejecutivo. Quizás, la mejor palabra que grafica el presente de los trabajadores es: supervivencia.

La incertidumbre aludida, por su parte, se constituye en una fuerza de individualización. En lugar de unir, divide, haciendo que los miedos, ansiedades y aflicciones del presente la gente termine sufriéndola en soledad.

Todo lo dicho sirve, en realidad, para darnos cuenta que las riendas de nuestros proyectos están en cada uno. Esto para nada es nuevo. Siempre fue así y seguramente cada uno de ustedes conozca casos muy cercanos y ejemplares.

Si bien en el pasado las cosas eran diferentes, pensar que “algún día” volverán las condiciones estables del empleo es una utopía. Y ella, además, no nos dará de comer ni hacernos prosperar en los tiempos que corren. Entonces, lo que corresponde hacer es “poner manos a la obra”, es decir, comenzar por ocuparse de uno mismo porque hoy estamos viviendo en la Sociedad de Individuos.

Para llevar a cabo este proyecto se necesitará definir, con total objetividad y realismo, lo que uno aspira ser y hacer en un plazo razonable de tiempo. Y una vez que se lo tenga en claro, ponerse a trabajar en el proyecto personal. Para ello uno puede recurrir y emplear las herramientas del Personal Branding y Marketing, sabiendo que todo este proceso llevará un tiempo pero luego permitirá arribar a los beneficios del posicionamiento fijado.

Entonces, lo importante para llegar a ser portador de Tu Marca Personal es poder contar con autonomía laboral, ejecutiva o profesional, más allá de la edad biológica, en un contexto que privilegia y demanda un mayor protagonismo y trayectoria diferencial.

José Podestá

 

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