El Personal Comprometido No se Compra

15 mayo 2011 ·

Para completar este titular y no hacerlo tan extenso, uno ya se puede imaginar o darse cuenta que el personal de calidad es aquel que se motiva y se crea-desarrolla a partir del proyecto laboral, profesional o social que el interesado desee poner en acción. Esto implica, básicamente, dos cosas:

a. La voluntad-decisión de hacerlo.

b. Una razón-motivo que tiene, como destinatario, un público objetivo u organización.

Es decir que es algo que se decide, elabora y desarrolla para un segmento en particular, por la sencilla razón que no todo el mundo está interesado en ello. Además, vemos que el personal comprometido es aquel que lleva, en sí mismo, una propuesta de valor que va más allá del conocimiento o expertise que demanda una actividad en particular. Tiene más que ver con aquellas “competencias blandas” que permiten despertar, en el mencionado público objetivo, una alta estima por la forma en que este individuo hace las cosas.

1ra. conclusión

El personal comprometido está “trabajando”, tal vez y sin saberlo, en el posicionamiento y desarrollo del Personal Branding. ¿Por qué? Porque parte de la configuración de un producto-trabajo de calidad que lo ha concebido para sobresalir de la media existente y vigente en la mayoría de las empresas.

2da. conclusión

La organización que logra sumar y dar cabida a este perfil de persona, cualquiera sea el área, estará haciendo viable el logro de la tan mentada ventaja sustentable y competitiva.

Las empresas saben cómo hacerlo,… si quieren

Las que sí quieren –y por ello son pioneras y líderes– vienen trabajando desde hace tiempo para brindar el mejor entorno-clima a favor del personal. Concretamente: trabajan para y por sus empleados, haciendo los cambios necesarios, como ser:

1. Incorporar calidad de vida en el trabajo. Ello implica ir más allá del ambiente laboral.

2. Pensar el trabajo como enriquecimiento-meta. La empresa se ocupa para que la tarea sea más gratificante.

3. Así, la organización aprende. No sólo de los empleados comprometidos sino de todos los seguidores que se van sumando, porque también quieren ser de la partida.

A esta altura es bueno que uno se pregunte si algo de ello ocurre en su empresa u organización. Si no fuera así, nada impide en proponer un cambio de rumbo. Seguramente que la mayoría no lo podrá hacer, no porque lo abordó incorrectamente sino porque los directivos no están mentalmente preparados ni persuadidos de ello. Sin embargo, para el empleado comprometido con su proyecto personal esta “realidad” para nada lo hará cambiar en su convicción. Simplemente partirá hacia un mejor horizonte por más atractivo que se torne el intento de retención que pretenda hacer esa empresa. Ya lo hemos manifestado en anteriores columnas: ¡El talento no se retiene!

El fracaso como aprendizaje

El empleado de calidad sabe muy bien que su plan se va construyendo al ritmo del cambio. Poco le importa o preocupa tener fracasos sobre la marcha, porque sabe que de ellos siempre podrá “cosechar” algo positivo, aunque más no sea el saber evitarlo en una nueva circunstancia.

¡El portador de Tu Marca Personal no es un “mago”. Tampoco una utopía. Simplemente es un generador de oportunidades y mejoras continuas en los ámbitos en donde decidió ir desarrollando su proyecto personal. Los que tuvieron la “experiencia” de tenerlo, saben valorarlo por su compromiso de calidad!

José Podestá

 

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