Exceso de Información

11 diciembre 2011 ·

A partir de la globalización –año 1990– hemos comenzado a transitar por la nueva economía de la información y el conocimiento. En esa época aún no estaba disponible la Internet, que recién se liberó al uso privado y comercial a partir de 1993. Hoy sabemos lo que implica el acceso democrático a la información que está allí disponible para que las personas puedan procesarla y transformarla en conocimiento aplicado.

A diferencia del ayer, hoy la información fluye, se renueva e incrementa incesantemente. Ello obliga, por tanto, a ser muy disciplinado para no perder el objetivo y terminar siendo una víctima del exceso. Sin embargo, y aunque llame la atención, no es lo que le pasa a la mayoría de las personas. Por el contrario, estar “al día” en lo básico y estratégico es sólo un atributo de las personas que tienen bien en claro su misión y visión.

¿Cuál es el problema?

Básicamente, dos:

a. A pesar de la facilidad del acceso a la información y contenidos diarios, son muy pocos los que capitalizan eficazmente esta oportunidad.

b. A pesar de constituirse el conocimiento en una ventaja competitiva en aquellos que lo aplican en su trabajo o profesión, la mayoría de las personas demuestran indiferencia o desinterés. Con ello, y sin darse cuenta, van postergando su posicionamiento personal y eventual estabilidad laboral.

Evidentemente hay una percepción-imagen incorrecta de lo que implica trabajar en relación de dependencia, tema del cual ya nos hemos ocupado en más de una oportunidad. Muchos creen que por el hecho de poner el cuerpo por espacio de ocho o diez horas diarias, la empresa tiene la “obligación” de contenerlos y pagarles un salario respetable. Esta creencia lo único que hace es preservar, en el tiempo, el sentimiento de pertenencia al rebaño de los iguales.

De esta forma se genera un círculo vicioso en donde los empleados, insatisfechos por la “injusta postergación” de la cual se sienten víctimas de la empresa, poco y nada hacen por cambiar. Entonces, cuando se presentan los momentos de crisis, que son cada vez más frecuentes y crueles, gran parte de estos empleados-rebaño son despedidos porque para la empresa no les reporta ningún atributo de valor.

¿Cuál es la salida?

Pensar y trabajar en sentido contrario, es decir:

- Buscando el mejor camino para dosificar el conocimiento aplicado en lo laboral-profesional.

- Dotando de valor al conocimiento aplicado, con creatividad e innovación.

- Estando atento para anticiparlo, en el momento oportuno.

Todo ello es necesario o conveniente hacerlo de modo habitual y con absoluta naturalidad. Este “estilo” irá generando, entre los pares y el personal ejecutivo, una imagen de diferenciación que en el momento oportuno se traducirá, sin lugar a dudas, en un reconocimiento; de no serlo, no dude que se encuentra trabajando en una empresa promedio y mediocre. Por tanto, si así fuere, servirá de todos modos lo actuado para continuar con el logro de su visión en otra organización o actividad.

¡La sobredosis de información –con estrés incluido– es un contrasentido que hay que evitar. Para ello, el portador de Tu Marca Personal sabe y dispone de los elementos necesarios para dosificarla, adecuadamente, en cantidad y calidad!

José Podestá

 

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