Mentalidad de Empleado

04 diciembre 2011 ·

Con el advenimiento del desarrollo industrial y comercial las empresas han venido demandando, desde hace décadas, personal en relación de dependencia. Ese ha sido el modelo-paradigma por el cual hemos pasado la gran mayoría que, por necesidad o proyecto laboral, optamos por seguir. El resto lo constituyen los profesionales independientes y artesanos.

Durante mucho tiempo las empresas han sido muy buenas receptoras de la demanda laboral, salvo momentos de crisis propias o coyunturales que las obligaron a reducir transitoriamente la nómina, para luego volver a reconstruirla. Incluso hubo algunas que, siguiendo el modelo oriental, se comprometieron a dar “empleo de por vida”, algo que hoy nos parece más propio de la ciencia ficción.

Así como la globalización trajo algunos avances en la sociedad –y para muchas empresas representó la oportunidad de transformarse en global– también fue revirtiendo el tradicional posicionamiento de las compañías como receptoras masivas de la demanda laboral. Hoy la realidad se encarga de mostrarnos la escasez de la oferta, con los problemas sociales que ello implica.

A mediano y largo plazo nada indica que esta realidad se revierta. Si bien las empresas siempre han de necesitar empleados –especialmente habilidosos y con vocación de compartir ideas y conocimiento– ya no lo serán en cantidad como en el ayer. La tecnología disponible, la tercerización de funciones y la optimización de procesos van supliendo la nómina en las empresas.

Si esta es la señal del contexto, de nada sirve quedarse a la espera de algún llamado o convocatoria “milagrosa” que pueda generar la empresa. Y como de algo hay que vivir, es muy conveniente despertar a esta realidad y ponerse a pensar en otras opciones, incluso como eventual proveedor parcial o a tiempo completo de algún servicio a la empresa.

Por supuesto que hacerlo no es cosa sencilla porque la mentalidad de empleado la tenemos enquistada y grabada a fuego. Entonces, ¿qué hacer?

Pasos a seguir

Para no quedar paralizados y sin respuestas, es conveniente trabajar inicialmente en el reconocimiento de nuestra postura hacia la empresa, aunque hoy estemos en relación de dependencia, para modificarla. Para ello es conveniente pensar en algunas cosas clave, como ser:

- La empresa nada nos debe
Una vez que lo aceptemos dejaremos de creer que la empresa está en deuda con uno.

- Dedicar el tiempo a nuevos modelos de proyectos o negocios y menos al CV
El tiempo y energía que muchos pierden en el curriculum vitae debe ser transferido al pensamiento creativo e innovador, es decir, aplicado a la búsqueda de nuevas soluciones independientes en lo laboral.

- La comodidad es una trampa
Acceder a un ingreso variable en vez del sueldo mensual, aguinaldo, bonus y vacaciones pagas, no parece ser algo muy cómodo. Pero si la tendencia nos está alertando de que tal opción es hoy escasa y muy limitada, se necesitará hacer algo para cambiar.

- Adiós indemnización y jubilación
Muchos empleados sufren y hasta se enferman debido al mal clima laboral reinante en la empresa. Sin embargo, nada hacen por irse porque les duele dejar de cobrar en algún momento la indemnización.

Otros, en cambio, sacan pecho y resisten en el tiempo porque piensan que lo que está en juego es la jubilación. Lo que tal vez esta persona no sabe, o no quiere verlo, es que cuando llegue el momento de la jubilación ese ingreso seguramente no le alcanzará para cubrir los gastos de la primera quincena del mes.

- Saber jugarse
Quitarnos de la cabeza la mentalidad de empleado implica jugarse por un proyecto, con los pies en la tierra. El escritor italiano Umberto Eco llegó a resumir muy gráficamente lo que en la vida implica jugarse, de la siguiente manera: “Hay dos formas de hacer un safari: podés ir al África y contratar una excursión por el Kruger Park y correr el riesgo de que te piquen los mosquitos, soportar el calor, que los leones justo ese día no aparezcan y que los elefantes hayan migrado. O podés ir al The South Africa Family Vacation, en Disney, donde todos las tardes, a las cinco en punto, el elefante de plástico aparece y tira un chorro de agua justo después de que pasaste con el barquito”.

¡Al portador de Tu Marca Personal los mosquitos lo han picado en más de una oportunidad. Gracias a ello está inmune y sigue avanzando por más!

José Podestá

 

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