¿Por qué No Respetan al Jefe?

22 julio 2012 ·

Muchas veces suele ocurrir, cuando un empleado es imprevistamente promovido a un cargo ejecutivo, que no todos sus compañeros terminan aceptándolo a pesar de estar avalado por un nombramiento formal. Tal actitud puede ser consecuencia de:

a. No lo consideran capacitado para el puesto.

b. Razones de envidia.

c. El nuevo ejecutivo no está emocionalmente o técnicamente preparado para ejercer el cargo.

d. El nuevo ejecutivo asume actitudes y comportamientos excesivamente estrictos, quizás como una forma de hacerse valer ante sus compañeros.

Seguramente que alguno de ustedes tendrá otras razones para seguir ampliando este listado. Pero lo cierto es que cuando se produce tal suceso, la empresa y los empleados involucrados por el nombramiento, terminan perjudicándose.

¿En dónde radica el problema?

En la incapacidad o imprudencia que la empresa comete con tal nombramiento. Seguramente que alguna razón podrá aludir el área de personal: “era la mejor opción disponible”, “no estamos en condiciones de contratarlo externamente”, etc.

El caso que se está mencionando tiene bastante del clásico refrán: “El que sabe, sabe y el que no, es jefe”. También refleja los erráticos o imprudentes parámetros que en el ayer se tenían en cuenta cuando se pensaba en la promoción de un empleado a un cargo jerárquico. Al respecto, ha habido reiterados casos de excelentes vendedores que, por el nivel de ingresos que habían alcanzado, se los “premiaba” con una jefatura o gerencia. Pero al poco tiempo aparecían los problemas de gestión y relaciones, porque nada garantiza que por ser muy bueno en algo se pueda luego replicarlo en un cargo superior. Para ello se necesitará, más allá del conocimiento técnico, habilidades de liderazgo y conducción que no nacen espontáneamente a partir del nuevo puesto asignado.

Capacitación y Desarrollo

La capacitación no es un fin en sí mismo. Pero sí puede contribuir estratégicamente en el proceso de formación de la personas, y del futuro ejecutivo que surja entre sus pares o compañeros del sector. Por tanto, en la medida que los empleados vean que su futuro jefe lo será a partir del momento en que la empresa le brinde las habilidades específicas que necesitará para el mediano plazo –es decir, crecimiento en competencias– podrá una vez llegado el momento, iniciar su desempeño con un aceptable nivel de reconocimiento.

En la medida que los empleados de una organización sean también parte de un programa de capacitación y desarrollo, funcional con el plan de carrera laboral que aspiran alcanzar en la empresa, seguramente que el clima imperante y la motivación serán altos. Asimismo, se gestará una sana competencia a partir de las habilidades-talentos que cada uno ponga en acción.

Cuando la empresa presta atención a las potencialidades de sus empleados, y los reconoce y promueve, difícilmente tendrá lugar el rechazo hacia el nuevo jefe. La experiencia señala que lo opuesto –y que lamentablemente aún se da en algunas empresas– termina generando conflictos que son funcionales a la desprolijidad con que se deciden los ascensos y la movilidad interna.

¡El individuo que desarrolla Tu Marca Personal sabe que debe preservar su imagen. Por tanto, no está dispuesto a quemar etapas ni ser parte de una promoción carente de sentido o ajena a su proyecto personal!

José Podestá

 

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