Comunidad de Empleados-Profesionales

09 diciembre 2012 ·

A partir del advenimiento de la Web 2.0 se generó un nuevo paradigma en términos de participación activa, relaciones y vínculos entre los públicos en general. Del entorno tampoco quedó excluido el ámbito de las corporaciones y empresas de todo tipo y tamaño.

La primera apertura provino del área de marketing, no porque se anticiparan a sus clientes instalando un diálogo de mutuo interés. Todo lo contrario. Fueron los clientes más informados y deseosos de compartir sus experiencias, emociones y disfrute con la marca que los representa, los que comenzaron a manifestarlo públicamente entre sus amigos, además de comunicarlo directamente “a su marca”.

A las empresas, incluso las líderes, les llevó tiempo en darse cuenta que la conversación ya estaba instalada en el mercado. Entonces, en forma reactiva, fueron al encuentro de sus clientes, pero con muy pocas ganas y motivación; más de uno se justificaba diciendo que “hay que estar allí”. Lamentablemente, no se daban cuenta del potencial de vínculos, aportes y negocios que se comenzaba a gestar en un entorno totalmente ajeno a las prácticas tradicionales del management.

Uno podría pensar que, a la fecha, los CEO’s ya debieran estar persuadidos de esta realidad. Sin embargo, no es así. La encuesta realizada por IBM señala que más de la mitad de los responsables máximos de empresas de todo el mundo siguen sin entender la importancia del elemento social para su organización, y ven a las redes sociales como una simple “forma primaria de atraer clientes”. Y en cuanto al futuro, la mayoría tiene en claro que “los medios sociales han crecido más rápido que el conocimiento de la propia industria sobre cómo usarlos”.

Oportunidades y riesgos

La plataforma digital obliga a una empresa asumir en su gestión un comportamiento ético y responsable, por la transparencia y fluidez que la caracteriza. Enhorabuena que así sea, porque el autoritarismo y el doble discurso del ayer hoy se han transformado en un boomerang de consecuencias muy negativas para la reputación e imagen de una compañía, institución o persona.

La migración del poder de la empresa al cliente coloca a ambos actores en una posición de equilibrio compartidos. Una marca poderosa se debe a sus clientes, y éstos necesitan que su vigencia se proyecte en el tiempo porque, en esencia, resume la personalidad proyectada de sus fans. No hay margen para los golpes bajos, como ser reducir la calidad o brindar un contenido inferior al señalado en el envase. Caso contrario, el descrédito se instala rápida y globalmente.

También está latente el riesgo de una guerrilla irresponsable, por parte de sus competidores o de un grupo de ex fans que han visto frustradas sus aspiraciones de identidad con la empresa o la marca. No obstante, los riesgos suelen ser menores a lo imaginado, por la toma de conciencia que las empresas ya perciben del entorno.

Los empleados también importan

La conversación también está vigente a nivel del cliente interno de una organización: sus empleados y personal directivo. Pretender evitarlo, reducirlo o sancionarlo, es algo carente de sentido; incluso no puede estar centrado exclusivamente este tema en el área de personal.

Las comunidades de empleados y ex empleados en las redes sociales son también frecuentes. La utilizan para relacionarse y compartir opiniones, experiencias, contenidos y demás actividades que afectan a la vida de las comunidades laborales físicas. No obstante, cuando el descontento con los empleadores queda instalado, el poder-fuerza que asume es importante y veloz; generalmente, cuando la empresa toma conocimiento del problema el daño ya está producido, con el agravante que una comunidad laboral descontenta es muy difícil de desactivar.

Si una empresa cree que puede evitar o prevenir que las comunidades laborales generen contenido perjudicial para la reputación-imagen, es importante que desde el vamos sepa que no lo conseguirá. Por tanto, y como lo mencionara al inicio para el área de marketing, las compañías deberán darse cuenta que ahora el negocio pasa por hacer las cosas bien, desde el inicio. ¿Por qué? Porque en la nueva economía la empresa necesita de su comunidad laboral-profesional para hacer viable la visión, y poder así llegar a ser sustentable en el tiempo.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe muy bien acerca del valor agregado que tienen las redes sociales para el desarrollo y posicionamiento de su carrera profesional!

José Podestá

 

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