El Límite es la Incompetencia

29 marzo 2015 ·

Un error o quizás tentación que las organizaciones comenten con cierta frecuencia consiste en promover, casi de imprevisto, al eficiente y eficaz empleado a un puesto de jefatura o gerencia. Al respecto pude presenciar, en más de una oportunidad, cómo vendedores excelentes fueron ascendidos de esa forma al nivel de supervisión o jefatura. Sin embargo, y como era previsible para el sentido común, dentro del corto plazo varios de ellos terminaron siendo despedidos por incompetentes.

Más allá de buscar culpables, lo importante es darnos cuenta –incluso aquellos que están interesados en el Personal Branding– que en el devenir de la vida, tanto el empleo como la profesión, deben ser transitados por etapas. ¿Por qué? Porque cada una de ellas nos permitirá ir consolidándonos en lo nuestro, al tiempo que se van sumando experiencias y nuevos conocimientos. De esa forma y llegado el momento, estaremos mejor parados y formados para abrir la puerta correcta, es decir, aquella que nos permita avanzar hacia el siguiente desafío.
El puesto equivocado

Cuando un vendedor se destaca por su pasión y el talento en generar y cerrar buenos negocios, ello no significa que lo suyo se pueda extrapolar mágicamente hacia la supervisión y gestión de sus pares. Seguramente que mediante la capacitación, esta persona podrá sumar los conocimientos necesarios, siempre y cuando haya manifestado que tiene la vocación y el interés en ello. Caso contrario, el “exitoso” vendedor podrá llegar rápidamente al final de su ilusión, a pesar de la atractiva remuneración contemplada en la nueva posición.
Por supuesto que la mayoría de las organizaciones suelen estar preparadas para evitar este tipo de frustración y fracaso. Más allá del descuido, desprolijidad u omisión que cometa en tal sentido el superior inmediato del empleado promovido, el área de gestión de las personas –incluido Capacitación y Desarrollo– no pueden permanecer ajenas ni hacerse los desentendidos. ¿Por qué? Porque como hemos reiterado en más de una oportunidad, el desarrollo de una organización es llevado a cabo por el personal, no por sus directivos. En el ejemplo que estamos utilizando, el directivo que propuso promover al vendedor estrella sin haberse asegurado si éste tenía el expertise y potencial que demanda la nueva función, nos ilustra que los directivos no hacen a la organización sino sus empleados; en este caso se vieron perjudicados, además, por haber “perdido” a un excelente vendedor y hombre de negocios.

Posiciones diferentes
Para el interesado en desarrollar su Personal Branding, la visión hacia la cual se orienta el plan de carrera deberá respetar el tiempo establecida en ella. Caso contrario, podría estar llegando antes de tiempo a la meta deseada, pero sin la capacitación o experiencia plena para hacerse cargo de la misma. Es por ello que cada etapa contemplada en el plan de carrera deberá ser vivenciada como un hito, posta o nodo que hace al proceso de desarrollo personal o profesional que necesariamente se debe transitar.

También es cierto que a veces uno está tentado en saltear instancias para acortar las distancias y reducir el horizonte de tiempo establecido en la visión. Pero tengamos en cuenta que ello podría llevarnos a cometer el mismo error del mencionado vendedor estrella, encontrándonos en un determinado momento en una posición que resultó ser “la equivocada” respecto de la que se estaba realmente en condiciones de asumir.
¡El portador de Tu Marca Personal construye y articula, a partir de la visión, su desarrollo profesional en etapas bien precisas, asegurándose así de no perder el rumbo y de minimizar el riesgo a su mínima expresión!
José Podestá

 

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