Quizás por tratarse de una creencia o ilusión
generalizada, muchas personas intuyen que el Personal Branding se crea y
trasciende rápidamente, especialmente en los tiempos actuales de las redes
sociales. Sin embargo y aunque lo consideremos de nuestro agrado, no es necesariamente
así.
Si bien nos identificamos a través de nuestro nombre
y apellido –substrato del Personal Branding– en la práctica no llegamos a ser
habitualmente reconocidos más allá de nuestro círculo de relación. Esto entonces
explica que hay algo que nos está faltando para que nuestra identidad se
expanda, más allá de las fronteras habituales.
Contenido
y resultados
Seguramente que ustedes tienen sus preferencias y
valoración por algunas marcas de productos y servicios, como así también de
personas que tienen o han tenido un desempeño y contribución social dignos de
apreciación.
Entonces, desde el vamos, reconocemos que la
trascendencia personal demanda un tiempo prudencial de gestación, desarrollo y
posterior difusión; aquí tanto la “generación espontánea” como el “milagro”
poco y nada tienen que hacer.
Esto mismo vale también para las marcas líderes en
los mercados de consumo, las obras de arte, la literatura, etc. Sin embargo, es
de resolución “más rápida” en el caso de las “celebridades”. Pero cuidado, porque
se depende aquí de determinadas circunstancias y muchas veces también, del interés
comercial o de oportunidad que se manipulan desde atrás, por la exposición
mediática, etc.
En consecuencia y para no fracasar en el intento,
deberíamos tener en cuenta lo siguiente:
- En primer lugar contar con un proyecto o plan de
carrera laboral-profesional, “anclado” en aquella vocación que realmente tenga sentido a tu misión en la vida. Esto es vital tanto para estar bien ubicado en
la línea de partida, como para el posicionamiento y el desarrollo del Personal
Branding.
- En segundo lugar, dotar de contenido a tu tarea.
Todos tenemos alguna habilidad o talento que nos diferencia de nuestros
prójimos, para plasmarlos en el estilo y la forma de cómo hacemos lo que hacemos.
- En tercer lugar y como consecuencia de los dos
anteriores, están los resultados. Esto importa de sobremanera, porque hace a la
coronación exitosa o no de tu trabajo-profesión. Así como el refrán popular
dice que en la pista se ven los pingos
–alude a no sacar conclusiones antes de tiempo acerca de algo que todavía no
hemos visto en acción– recién vamos a ser “reconocidos y valorados” cuando los
frutos que seamos capaces de ofrendar a nuestros prójimos en particular y a la
sociedad en general, tengan para ellos algún significado.
Estos tres pasos “abstractos” que he esbozado para
que se pueda llegar a comprender el proceso conducente del Personal Branding,
sirven también para darnos cuenta que no se trata de algo “mágico” ni tampoco
“marginal”. Simplemente, requiere de un tiempo de “maduración” –como el buen
vino– y de responsabilidad social acerca del modo y la forma en que cada uno sienta cómo debe tomar las riendas de su vida.
Mientras la celebridad necesita estar muy
dependiente de su Personal Branding, porque sabe que lo suyo puede durar tanto
como una estrella fugaz, aquel que lleva adelante su vocación con pasión y constancia NO necesita ocuparse de su
Personal Branding, ni estar para nada dependiente de ello. ¿Por qué? Porque han
de ser sus pares, es decir los prójimos y la sociedad misma los que se “ocuparán”
de hablar por él, expandiendo o desvalorizando su Personal Branding –con ello
su identidad– en función de cómo ha venido realizando sus actividades.
Por supuesto que para nada excluye que esta persona
cuente con su propio espacio de visibilidad
en la plataforma digital, por tratarse de un medio de comunicación
complementario que hoy tenemos todos a mano, para que también se constituya en un
aliado y “vocero”, mucho más allá de la localización geográfica en que uno se
encuentre establecido.
¡El portador de Tu Marca Personal sabe que lo
suyo debe hacerlo muy bien, para que la “huella” de su quehacer no sólo lo
identifique, sino para que también se transforme en inspiración, ayuda y una eventual
solución para los demás!
José
Podestá