Gestión Personal y Virtual

10 enero 2010 ·

Hoy ya nadie discute ni pierde el tiempo en dar razones acerca del rol estratégico y táctico que tiene la Internet. Algunos sitios pioneros y sustentables como Amazon, eBay, Yahoo! o Dell, han servido para fortalecer y desarrollar exponencialmente el posicionamiento de la Web.

Para el mercado de búsqueda laboral esta apertura representó, especialmente al sector clasificados de periódicos, un cambio de paradigma. Paulatinamente la Web fue canibalizando los avisos impresos de búsquedas de empleos –algo similar ocurrió con autos y bienes raíces– al tiempo que las consultoras-selectoras de personal debieron abrir una “sucursal online,” no sólo para la recepción de CV’s sino también para que las empresas directamente pudieran interactuar en el sitio. Esta historia, por ahora, no tiene fecha de culminación dado que la tendencia continúa su proyección en la Web 2.0, con las redes sociales, y muy pronto lo será a través de la Web 3.0 y la plataforma móvil.

Esta realidad queda validada, diariamente, a través de los millones de postulantes que buscan empleo o mejores horizontes laborales, independiente del área o nivel jerárquico. Además, un profesional recién egresado –a igual que un ejecutivo– saben muy bien acerca de la conveniencia de estar en LindkeIn, sea para generar desde allí una buena base interactiva con selectoras o vincular con el “headhunter” de su interés.

El cambio también nos dice algo más: en la nueva economía el CV ya no es lo que era. ¡Y enhorabuena! ¿Por qué? Porque si bien por “tradición” es necesario tenerlo actualizado, hoy el CV poco y nada sirve para “marcar” las diferencias que uno tiene. Más aún, obliga a “encasillarse” en el formato estándar que impone la consultora de turno. Al respecto, no debemos olvidarnos que “el sistema” fue diseñado para simplificarles la tarea a los reclutadores. Se trata de algo parecido al “pinto y copio,” es decir, de “someter” al postulante a la rígida descripción del puesto –el cual ya tiene asignado un rango de paga– y nada más.

Entonces, sabiendo que la consultora o selectora de personal es básicamente un intermediario que hace su negocio –cubrir el puesto solicitado lo antes posible, cobrar la comisión y “que pase el que sigue”– es muy importante que uno mismo se ocupe por mostrar y persuadir, al cliente-empresa, acerca del valor agregado y diferencial que caracteriza su oferta personal.

Para ello se puede –y se debería– tener un sitio-blog en donde se despliegue todo aquello que sabemos nos hace distintos a los demás. Pero también es clave movernos en el mundo real y tangible. ¿Cómo? Generando situaciones o bien participando en encuentros que nos permita tener llegada directa con el target que nos interesa potencialmente llegar a persuadir.

Desde ya que en estos casos, toda persona que previamente se preparó para ello –vía Tu Marca Personal– siempre estará en una mejor posición competitiva. Justamente porque ya cuenta con la claridad del objetivo laboral, profesional o social perseguido y con una propuesta-abordaje especialmente centrada en la diferenciación.

Y de eso se trata: Ser uno el protagonista, gestionando proactivamente el posicionamiento y desarrollo de Tu Marca Personal, en el plano personal y virtual, neutralizando así el riesgo proveniente de una eventual intermediación rígida y estandarizada.


José Podestá

 

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