El Futuro del Trabajo, Hoy

25 octubre 2009 ·

Recientemente la Agencia de Publicidad JWT –perteneciente al grupo inglés WPP, que preside Sir Martin Sorell– editó la nueva carta de tendencias en donde se reseñan las características futuras del trabajo, su evolución en el concepto espacio-temporal y las nuevas formas horizontales de relaciones intralaborales.

Este documento sirve para respaldar, aún más, el futuro escenario en el cual hoy se debaten las empresas que todavía no se han dado cuenta del cambio imperante. Mientras el trabajo en el hogar crecerá un 30% en los próximos cinco años, también se irá resquebrajando el tradicional horario laboral de 8 horas porque se acaba de “descubrir” que cuánto más tiempo se trabaja, la productividad decae.

Hasta ahora la clásica jornada laboral se viene manteniendo en la mayoría de las empresas por inercia y costumbre. Entonces, en un mercado de iguales, “¿por qué cambiar la jornada si todos la aplican?” Por suerte, otras empresas tienen una visión distinta. Son las que sacan provecho de la aplicación inteligente de la tecnología, logrando así reducir la jornada diaria sin alterar el nivel de productividad. Con ello, además, reducen el consumo de energía y de servicios.

El informe JWT también advierte acerca del crecimiento esperado en la modalidad freelance. Cuatro de cada diez trabajadores lo hará dentro de esa opción. También es algo que les va muy bien a la nueva generación que se perfila con baja predisposición y empatía hacia el empleador, además de mostrar signos positivos hacia lo social, cívico y comunitario, algo que los mayores dejaron de privilegiar hacia un tiempo atrás.

Estos cambios son, por cierto, una buena noticia en el ámbito del Personal Branding. La realidad se está encargando de señalar y demostrar que la práctica de “calentar sillas” para cubrir el horario de oficina, es propia de un tiempo histórico y sin retorno. En la nueva economía la práctica del personal clonado ya no es garantía para sumar valor ni mucho menos para hacer viable la ventaja competitiva sustentable. Por el contrario, es a partir de la diferenciación y la innovación continua –con empowerment incluido– cuando se pueden sumar voluntades con enfoques, creatividad y puntos de vista singulares. El resultado: una mayor productividad laboral.

Para lograr tal objetivo, las empresas necesitan disponer de un nuevo perfil de empleados –y también de ejecutivos. Aquellos que sean reconocidos por una habilidad o talento singular –Tu Marca Personal– son los que podrán brindar hoy una mejor respuesta y anticiparse a los cambios acelerados del contexto.

José Podestá

Tu Marca Personal en la Universidad [1]

18 octubre 2009 ·

Los tiempos corren y la Universidad –algunas– va tomando en cuenta la necesidad de brindar soluciones al alumno, más allá del programa de una carrera de grado, posgrado o doctorado. Así es como he tenido la oportunidad de presentar el tema “Personal Branding y Relaciones Públicas” en la Universidad de Belgrano, Argentina.

Se trata en este caso de un ámbito y momento muy oportunos –especialmente para los alumnos que están en vísperas de su graduación– que anticipadamente puedan conocer el qué y el para qué de Tu Marca Personal, antes de ponerse a trabajar en el desarrollo de su actividad profesional.

Si bien la convocatoria fue especialmente para los alumnos de la licenciatura en Relaciones Públicas e Institucionales, también se sumaron imprevistamente alumnos de Ciencias Económicas, Publicidad y Arquitectura. Esto nos dice algo muy importante:

Para la nueva generación de profesionales, en un contexto-mercado de iguales, el abordaje de lo laboral exige nuevas herramientas para la diferenciación.

Y está muy bien que así sea. El interés demostrado por saber qué y cómo hacer para no llegar a ser considerado como uno más del rebaño, demuestra una actitud comparativamente más madura de la existente hoy en el mercado de la oferta laboral.

Que los futuros egresados profesionales conozcan y un porcentaje de ellos se decida por incorporar el Personal Branding como un recurso estratégico de su proyecto personal, les permitirá tener más en claro no sólo cómo poder abordar con éxito a su mercado-objetivo sino también cómo desarrollar su posicionamiento a partir de una sólida, valorada y creíble propuesta de valor diferencial.

Para las empresas se trata también de una buena noticia, especialmente para aquellas que ya se han dado cuenta que en lugar de “recursos humanos” lo que hoy están necesitando son personas que deseen ser parte de un proyecto-desafío interesante que les permita aplicar sus conocimientos, habilidades y competencias. Me estoy refiriendo, en definitiva, a las empresas “anti clones” y “anti horarios” que trabajan para y a favor del empleado.

José Podestá

Para Que el Futuro no Condicione

11 octubre 2009 ·

Tal vez algunos recuerden de sus padres o abuelos algunas expresiones, tales como: “Veremos que nos depara el destino o la vida”, “Dios dirá”, “qué suerte tuvo fulano”, etc. Todo ello nos remite a un ayer en donde el futuro de una profesión o trabajo se lo asumía como algo que estaba fuera de nuestro control. Por cierto que esta actitud muchas veces era validada por la realidad del contexto y cultura reinantes, porque había un amplio margen de oportunidades para casi todos.

Pero la realidad hoy es muy distinta. Los mercados cambiaron de signo y lo que predomina es la sobreoferta de productos, servicios y profesiones en las más variadas disciplinas. De la diversidad con identidad del ayer hemos pasado a la uniformidad del todo:

Productos, servicios, empleo y carreras universitarias contribuyen –fruto de un error conceptual de lo que es competir– con más de lo mismo. El resultado de este sistemático “me too” terminó derivando en la commoditización, en donde todos pierden porque potencialmente terminan ganando menos.

Por suerte que para ello existe una solución eficaz, pero tal como ya lo mencionara en otra oportunidad, no es para nada milagrosa ni mucho menos fruto del destino. Está en cada uno de nosotros. Y en la medida que decidamos ponerla en acción, uno podrá comenzar a trabajar su destino a partir de un plan o proyecto centrado en un atributo o talento de valor diferencial –con foco en nuestra mayor fortaleza– dentro del ámbito en donde tenemos previsto desarrollarnos.

A partir de esa toma de conciencia, Tu Marca Personal permitirá que uno pueda construir y consolidar un posicionamiento distintivo, único y de valor para nuestros clientes: empresa, organización, emprendimiento o profesión. Para ello se necesitará tener bien en claro las prioridades del mercado –aquellos clientes que deseamos abordar con una propuesta de trabajo diferente al resto y que, por supuesto, sea reconocida como tal por nuestro target. De esta manera, uno se prepara para enfrentar la realidad con una actitud y predisposición distinta, y además nos permite estar mejor parado frente a las contingencias derivadas del contexto, incluido un despido laboral circunstancial o imprevisto.

Quienes se decidan por construir su identidad personal, a partir del fruto y desempeño de calidad de su trabajo, son los que ponen en marcha Tu Marca Personal. Así, han de ser los otros los que empiezan a hablar de uno, no por la forma en que nos peinados y vestimos, sino por los resultados y el valor diferencial que emanan de nuestro accionar. La marca es la huella que hemos sabido registrar eficazmente en sus mentes.

En consecuencia, de lo que se trata es tener bien en claro el qué, el cómo y el cuándo construir Tu Marca Personal, para evitar no sólo ser una víctima más del destino sino también llegar a quedar atrapado dentro del promedio de tu mercado.

José Podestá

Alegría versus Enfado

03 octubre 2009 ·

Esta sería la fórmula ideal que debiera darse como estado de ánimo en toda empresa, profesión o emprendimiento personal. Pero las estadísticas se animan a señalarnos que, en la práctica, hay tendencia por el opuesto. Efectivamente, gana el enfado por un 53 % versus la alegría en un 19%, según una reciente conclusión surgida en el II Congreso Internacional de Inteligencia Emocional realizado en España.

Más allá de las estadísticas, es el mismo contexto el que actualmente nos permite darnos cuenta del problema-humor reinante entre la gente. Simplemente basta con observar sus caras, por ejemplo cuando viajamos en los medios de transporte o esperamos en la fila de un banco o supermercado. Las preocupaciones derivadas por la inestabilidad de todo tipo y la presión por el cambio continuo, son una muestra de la supremacía del enfado como la emoción de mayor impacto que incide en nuestro comportamiento y estado de ánimo.

Si desde el afuera transportamos esta actitud hacia el ámbito laboral y profesional, ciertamente que estaremos sumando nuestro problema personal al clima laboral reinante en la organización. Y sin darnos cuenta, estaremos retroalimentando o potenciando esta emoción negativa –que desde ya tiene lo suyo– al resto de nuestros vínculos. Por supuesto que aquí poco y nada puede hacer Tu Marca Personal en salvarte; quizás, hasta juegue en contra de acuerdo al grado de visibilidad que uno haya alcanzado.

Pretender que esa realidad circundante sea el opuesto, aunque nos parezca casi una utopía, es lo debemos conciente y actitudinalmente aspirar. Sobretodo cuando venimos portando y desarrollando nuestro Personal Branding. Entonces, más allá de las emociones negativas o tóxicas que nos pese, la voluntad de superarlas bien vale el cambio de ánimo y actitud por todo lo bueno que tiende a movilizarnos en lo personal y hacia los otros.

Si bien para Tu Marca Personal es clave la percepción que producimos por nuestro desempeño en nuestros vínculos de relación –colegas, directivos, socios o clientes– para nada debería centrarse o agotarse toda nuestra “performance” en lo meramente técnico-funcional. Si ello no se hace mediante un balance equilibrado con las emociones, nuestra probabilidad de continuidad y éxito será muy precaria. ¿Por qué? Porque a nadie termina seduciéndole una relación superlativa, única y distintiva que le pueda brindar “un ogro”, por la sencilla razón de rechazo que termina produciendo.

En consecuencia, Tu Marca Personal no se construye exclusivamente vía un desempeño centrado meramente en lo técnico-profesional de excelencia. Demanda también estar muy bien parado sobre las emociones y en la gestión inteligente que hagamos de ellas.

A medida que uno se va dando cuenta de los propios talentos disponibles, deberá también prestarle mucha atención a las emociones negativas que aparecen de improviso –incluso muchas veces de manera agresiva– jugándonos una mala pasada. Al tenerlas perfectamente identificadas en la nómina de nuestras debilidades, habrá que ponerse a trabajar muy seriamente para su pronta superación. Caso contrario, la única huella o surco que terminaremos dejando en nuestro mercado, es la opuesta a Tu Marca Personal. Es decir:

¡Que dejen o comiencen a no tenernos en cuenta!

Así como la Marca de un producto o servicio termina perjudicándose por la mala praxis del marketer, en el Personal Branding una mala gestión de la inteligencia emocional directamente pasa a ser letal.


José Podestá

 

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