Año 2010: ¡Momento de Decisión!

29 noviembre 2009 ·

Habitualmente las empresas comienzan a trabajar en los nuevos planes de Marketing & Negocios hacia el mes de octubre de cada año. Se trata de un proceso complejo, en el cual intervienen múltiples sectores de la compañía para así acordar las mejores respuestas estratégicas ante las oportunidades-desafíos que aspiran capitalizar.

Esto es lo habitual para los productos-servicios ya establecidos en el mercado. Pero cuando se trata de la creación-desarrollo de una nueva categoría-mercado, los plazos de análisis y negociación son mayores. Y si la empresa es una subsidiaria local, deberá además coordinar todo con la casa matriz.

De todos modos, en esa época del año la interacción entre sectores-empleados se torna activa y no exenta de algunos conflictos, especialmente cuando entran en juego intereses personales y hasta de índole política. Al respecto, es llamativo que en la nueva economía todavía ocurran tales sucesos, dado que hoy lo que se impone es un tipo de compromiso en donde todos los sectores deben estar perfectamente alineados ante el único “Jefe” que justifica su existencia: ¡El Cliente!

¿Y qué nos sucede en lo personal? La época de revisión y elaboración anual de los planes de una compañía u organización también debería inducirnos a hacer lo mismo, en el plano personal. Sin embargo, es justo reconocer que la gran mayoría no lo hace, sea porque no lo considera necesario, porque se siente cómodo formando parte del mismo rebaño o porque literalmente nunca se le cruzó por la cabeza el tener que hacerlo. Pero cualquiera sea el motivo o justificación, lo cierto es que hoy quien no tiene un Plan de Marketing Personal es porque está navegando a la deriva de la vida y de sus circunstancias. Y ya sabemos el riesgo que ello implica, especialmente en un mundo competitivo que cada vez más tiende a la commoditización, es decir, a que productos-servicios y puestos de trabajo sean uniformes, estándar.

Felizmente, el Personal Branding surgió como una respuesta-solución a lo mencionado anteriormente, al permitir a las personas salir de la trampa de la equiparación. Al ir descubriendo qué habilidades y talentos uno ya posee para hacer mejor las cosas y de diferente manera, y qué otras capacidades se necesitan incorporar para lograr un posicionamiento único y de valor ante los pares o eventuales empresas-clientes, sin dudas que se estará en una posición de privilegio para alcanzar el reconocimiento y respeto laboral-profesional. A medida que uno avanza en tal dirección, va dejando una “huella” de buenos resultados que hace que los otros comiencen por distinguirnos y valorarnos, con el beneficio económico personal que ello tiene.

De esta forma, Tu Marca Personal se constituye en la identidad-imagen que comienza a “hablar” por uno mismo ante el grupo de referencia a que se está expuesto. Entonces, para aquellos que ya poseen una Marca Personal el inicio del nuevo año no los tomará por sorpresa. ¿Por qué? Porque ya están preparados, gracias a su “ventaja competitiva,” para alcanzar sus objetivos laborales-profesionales y sociales.

Pero Tu Marca Personal también es el recurso-solución esperado por aquellos que han “descubierto” que desean encarar el 2010 de un modo distinto. Si bien no estarán en la misma situación especial y preferencial de aquellos que ya la poseen, no deja de ser un valioso punto de partida y de inflexión en la vida. ¿Por qué? Porque al asumir tal actitud, con el correr del tiempo se darán cuenta que el nuevo año fue el inicio de un nuevo proyecto, realmente superador de todo lo anterior.

En consecuencia, darse cuenta de Tu Marca Personal en vísperas del 2010 es haber podido constituirse en el artífice del cambio que se necesitaba hacer en lo laboral-profesional y social, culminando así la etapa del mero espectador pasivo de los sucesos y éxitos ajenos.

José Podestá

En Tiempos del Más por Menos

22 noviembre 2009 ·

La crisis financiera global de 2008, por su naturaleza e impacto, obligó a quienes tienen la responsabilidad de conducir una empresa optimizar los resultados y extremar aún más sus habilidades y tacto, pues a ello se le sumó la recesión. En el ámbito laboral y profesional, por su parte, toda vez que reaparece y se instala una crisis surge el temor por la pérdida del trabajo, reducción de la jornada laboral, eliminación de las horas extras, suspensión temporaria, cancelación de proyectos e inversiones, etc. Por tanto, siempre ambas partes son las que sufren el impacto de la crisis, aunque en la práctica sabemos que los empleados no la pasan nada bien: hasta son “invitados” a ser socios de las pérdidas.

Pero las crisis, más allá de las globales, también se dan en el ámbito interno de cada país, dentro del mercado al cual concurre una empresa, por negligencia o mala praxis en la gestión y conducción de un negocio, y también en lo estrictamente personal. Es decir que, en realidad, la crisis bien podemos asemejarla con la metáfora de la parca, porque siempre está a la espera y lista para entrar en acción, sin necesidad de invitación alguna, para hacer de lo suyo hasta el límite de nuestra propia tolerancia.

En consecuencia, debemos saber que siempre a un periodo de estabilidad le sucederá otro ciclo no tan positivo. De su magnitud o impacto dependerá, en lo personal, que uno deba en algún momento hasta tener que replantarse los objetivos e incluso llegar a “re-inventarse” para poder continuar en carrera.

Además del esfuerzo y trabajo adicional que nos exige salir de una crisis, en la práctica también hay otras manifestaciones vinculadas al más por menos. Por ejemplo, hoy se observa en la gente la tendencia creciente de demandar a las marcas más beneficios por el precio que paga. También cuando consultamos a un profesional, siempre tratamos de obtener el mayor valor-beneficio respecto del honorario pagado; y ni que hablar cuando ese profesional es un familiar –directamente no le pagamos. Y en el mercado laboral de iguales, que las empresas se han esmerado en planificar, logran tener en su plantel empleados de distintas habilidades pero que en promedio reciben el mismo salario porque los hacen “encuadrar” dentro de la descripción genérica del puesto de trabajo; esto también es una forma peculiar de estar dando más por menos, más allá del problema estratégico en que incurre la empresa por apostar a la commoditización.

A partir de esta última tendencia, cada vez más se observa el interés creciente de empleados que desean revertir su relación-vínculo con la empresa, recurriendo al reposicionamiento personal. Si bien es un rasgo que hoy lo tienen más en claro las nuevas generaciones, también se observa en empleados que están llegando a los treinta y cinco años de edad; sienten la necesidad de salir “de la trampa” en que se encuentran.

Justo es también reconocer que paulatinamente algunas empresas se vienen dando cuenta de ello, especialmente aquellas que necesitan del aporte del conocimiento-talento de sus empleados para poder hacer viable y sustentable el negocio. Y en tal sentido, están aplicando programas de reflexión y desarrollo de Personal Branding.

Vemos entonces que Tu Marca Personal pasa a tener, en tiempos del más por menos, un nivel de prioridad acorde con las necesidades crecientes de:

a. Las personas, para alcanzar un posicionamiento adecuado a partir de una propuesta de producto-servicio de valor para el mercado al cual desean servir o reinsertarse.

b. Las empresas, para poder hacer frente a los desafíos del contexto –incluyendo las crisis– y el entorno competitivo.

Sin embargo, hay algo que debieran tener muy en cuenta aquellas personas o empresas que recién están descubriendo esta realidad:

Tu Marca Personal es un camino, un descubrimiento interior e individual. No nace por el entusiasmo del mejor amigo ni por la voluntad manifiesta del CEO. Es un “darse cuenta” que obliga a replantearse cosas para hacer frente a una nueva etapa de la vida laboral-profesional-social, desde un posicionamiento mucho más sólido, diferencial y eficaz.

José Podestá

Una Marca Personal para Todos Equivale a Nada para Nadie

15 noviembre 2009 ·

Este titular es una paráfrasis de la parálisis que hoy sufren las Marcas de Productos y Servicios que siguen creyendo que son “masivas,” es decir, para todos. Tal parálisis es la consecuencia del cambio, sin retorno, que se inició hace veinte años con la globalización y el nacimiento de la “Nueva Economía del Conocimiento y de la Información.” ¿A qué se debe? A la necesidad que el ser humano siente de ser tratado y respetado como individuo-persona: No como masa.

Lo que durante décadas no pudo hacer la comunicación del monólogo, desde hace ya unos años la disfrutamos y ejercemos con el diálogo y la interactividad, gracias al impulso del marketing viral y de la tecnología aplicada. La “masa del ayer” devino en el “individuo-ser” que, por estar más informado, ejerce su poder hasta tal punto que puede llegar a decirle o sugerirle a las Empresas-Marcas qué hacer, qué comunicar y hasta lo que está mal. El resultado: Un mayor beneficio, vínculo y relación entre las partes.

Sin embargo, todavía hay muchos que no se han dado cuenta de lo sucedido –a pesar que los mercados ya son una conversación– ni tampoco están muy predispuestos a reconocer al cliente como un ser humano que no sólo “sabe lo que quiere” sino que también tiene “prioridades.” Y como a estas empresas no les va bien en términos de resultados, piensan que copiando al vecino y haciendo más ofertas y descuentos lograrán mejorar. En realidad, lo que vienen cosechando son pérdidas y encaminándose hacia un final bastante previsible.

Todo esto es muy importante tenerlo en cuenta, especialmente cuando uno ya se decidió en ponerse a trabajar, con constancia y pasión, para el posicionamiento y desarrollo de Tu Marca Personal. Por lo general, uno tiene la idea-ilusión que el trabajo-servicio que de un modo diferente se aspira a brindar en el mercado laboral y / o profesional, se puede hacer extensivo “a todo el mundo” o más modestamente a todos aquellos que genéricamente lo necesitan.

Pensemos en un instante en dos clásicas profesiones: medicina y abogacía.
Si nuestro problema de salud fuera, por ejemplo, una insuficiencia cardíaca, ¿iríamos a ver al primer médico que se nos cruce en la cartilla de un hospital o consultorio?
Si hemos sufrido un fraude comercial, ¿iríamos a ver al mejor abogado constitucionalista o de derecho civil?

Entonces,... ¿por qué nos empecinamos la mayoría de las veces en pretender ser reconocidos y valorados por las empresas de primer nivel o consultoras internacionales por el solo hecho de ser un ejecutivo o profesional “genérico” de buena trayectoria? ¿Acaso no hay muchas personas que están en la misma situación, que aspiran a lo mismo y que, entre todos, son parte de un mercado de iguales?

Si eso es lo que uno creía que debía hacer al momento de ponerse a trabajar en Tu Marca Personal, sin lugar a dudas que nunca se estará en buenas condiciones para arribar al puerto deseado ni mucho menos “al mejor puerto.” En Personal Branding de nada sirve posicionarse para todos por la sencilla razón de ser un disparate. O dicho de un modo más “polite:” ¡Un total contrasentido!

José Podestá

Portfolio Career y Personal Branding

08 noviembre 2009 ·

Que algunas personas estén trabajando en alguna empresa y en forma paralela llevando a cabo otra actividad, no es algo propio ni exclusivo de estos tiempos. Las motivaciones que suelen llevar a ello son diversas, aunque las más comunes tienen que ver con la necesidad económica, la inestabilidad laboral y la frustración que produce un empleo sin proyección.

Aquellos que se despeñan en dos tareas de tiempo parcial y en forma simultánea se encuadran en lo que se denomina “portfolio career.” Las actividades aquí pueden estar vinculadas o no, e incluso uno de ellas puede ser por cuenta propia. Por ejemplo, los abogados que trabajan en una empresa o repartición pública y en paralelo tienen su propio “bufete” o estudio jurídico. Y para nada ello entra en conflicto con la ética.

En la actualidad, la novedad del “porfolio career” es que su práctica se está extendiendo en forma sostenida, fruto del escenario laboral de incertidumbre derivado por las crisis o la mala praxis de gestión en la que suelen incurrir las empresas. Tal es el caso de la compañía de telecomunicaciones France Telecom, en Francia, que adoptó la práctica del mobbing para presionar a grupos de empleados para que acepten un cambio de trabajo o de retiro voluntario, o bien renuncien. Este accionar produjo entre febrero de 2008 y octubre de 2009 una verdadera catástrofe laboral, pues se han suicidado 25 empleados / ejecutivos, 14 empleados más lo intentaron sin éxito mientras que otro se auto-apuñaló en medio de una reunión. Sin dudas, a esta empresa le costará bastante poder motivar nuevamente a sus empleados.

Si bien la práctica del “portfolio career” se irá expandiendo por múltiples razones, para nada ello implica una amenaza a las empresas. ¿Por qué? Porque estas personas ya son, esencialmente, proactivas y cuentan con algún elemento diferenciador que les permite llevar a cabo su trabajo-tarea de una manera eficaz.

Lo que seguramente desconocen muchos de los que hoy practican el “portfolio career” es el recurso-solución que puede brindarle Tu Marca Personal para el desarrollo exitoso de un posicionamiento laboral y profesional. A partir de la visión que cada uno se propone alcanzar, el Personal Branding permite la concentración del esfuerzo a partir del mejor atributo o habilidad que cada uno dispone e integra, como factor diferencial, en el producto-trabajo-servicio que brinda en su mercado de relaciones.

El resultado de esa diferenciación luego se constituye en el factor clave del posicionamiento y es el motivo-razón por el cual uno comienza a ser reconocido y valorado. A partir de ese momento, Tu Marca Personal pasa a ser la identidad que caracteriza al “portfolio career,” con el beneficio único y superlativo que esto implica.

José Podestá

Evite Postularse y Venderse al Mejor Postor

01 noviembre 2009 ·

A casi todos nos gusta un poco de magia e ilusión en la vida, aunque luego la realidad nos señale que por allí no estaba el camino. Esto mismo suele ocurrir en el ámbito laboral. A veces nos entusiasmamos ante una oferta maravillosa, sin haber tomado los suficientes recaudos para saber qué hay más allá de lo aparente. Y las consecuencias de ello ya podemos imaginarla, como si estuviéramos parafraseando el clásico refrán: “cuando la oferta es generosa, hasta el santo desconfía.”

Seguramente que en lo sucesivo algo de ello comenzará a darse con mayor frecuencia en materia laboral, a nivel de empresas. Actualmente ya hay indicadores que señalan la preocupación existente por la carencia de postulantes a determinados puestos de trabajo. Si a ello le sumamos el bajo interés que tiene para las nuevas generaciones el trabajo en relación de dependencia, no sería para nada aventurado predecir que algunos mecanismos de “seducción extraordinaria” las empresas decidan implementar para poder cubrir la nómina básica.

¡Qué distinta es esta situación en aquellos que ya son poseedores de Tu Marca Personal! Y también para los que ya se han decidido por su desarrollo.

Cuando uno es poseedor u optó por algún atributo que le permita construir y desarrollar un posicionamiento distintivo y singular, indudablemente que luego de un tiempo estará en condiciones de poder cosechar los frutos por el trabajo-servicio realizado. ¿Por qué? Por la sencilla razón que el mercado receptor en el cual se viene desempeñando, comienza a ver y reconocer tales resultados, los que en definitiva terminan “hablando” muy bien de uno mismo. Así es como el Personal Branding se pone en acción. Y para los que hoy ya lo ejercen, el título de esta columna poco y ningún interés les puede despertar. Pero sí es útil para aquellos que aún no lo han hecho o bien carecen de su conocimiento.

Como suele ocurrir con todo emprendimiento o proyecto –incluso personal– a partir del momento en que se tienen en claro todas las variables, atributos, competencias y FODA / DAFO mediante, uno podrá entonces sentarse para pensar y diseñar la estrategia conducente. Una vez definido el qué y el para qué deseo llevar adelante el proyecto en cuestión, también se llega a tener bien en claro cuáles son las cosas que ya no interesan, por la sencilla razón de no ser relevantes ni prioritarias.

Esto mismo es lo que tiene en cuenta toda persona que haya tomado la decisión de salir del “anonimato” en que se encontraba para transitar, seriamente, por el camino que lo conduzca hacia su posicionamiento laboral y / o profesional. Esto es: no perder el tiempo en la búsqueda de oportunidades que no le sume valor en la construcción del Personal Branding, ni mucho menos rebajarse con la eventual ilusión de llegar a una mejor posición.

Tu Marca Personal se constituye, por tanto, en una opción muy superadora de lo que muchas veces intenta o sueña el común de la gente: ser parte de la magia de un trabajo salvador. Nada tiene que ver con ello justamente por el opuesto, es decir, porque en el Personal Branding se parte con un claro objetivo que, además, incluye metas y plazos escalables y razonados de llegada. De modo que los espejismos de una realidad aparente y mágica, pierden aquí su significado.

Un artículo recientemente editado en el sitio de Advertising Age señala algunas de las cosas que en una carrera laboral o profesional conviene tener en cuenta, incluso en época de crisis. Las sugerencias y puntos de vista que brinda el autor de la nota se complementan muy bien con lo que venimos diciendo acerca del Personal Branding, además de sumarse como un buen aporte de la nueva literatura que se está ocupando de un problema que hoy ya es global: la indiferenciación y el “Yo también.”

Por el contrario, desde Tu Marca Personal uno tiene la opción para llegar a ser el artífice de un éxito superador, es decir:

¡Poder ser reconocido y valorado como “Yo SA”!... sin la necesidad de tener que venderse al mejor postor.

José Podestá

 

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