Todos sabemos que existen distintas opciones u
oportunidades para generar un ingreso que le permita a uno llevar adelante su misión y vocación en la vida. Si nos concentramos en el trabajo en relación
de dependencia, la oferta básicamente se da en el sector privado,
social-comunitario y público.
Cada una de estas alternativas tiene lo suyo, motivo
por el cual no tiene mucho sentido destacar la preeminencia de alguna de ellas
sobre la otra. En cambio sí importa para el proyecto personal, para no terminar
errando en la elección o llegar a “sucumbir” ante el nivel de remuneración que
muchas veces se ofrece para “tentar” algún interés particular.
Así como es de suma importancia en el Personal
Branding partir del proyecto laboral-profesional centrado en la vocación, lo mismo vale para todos
aquellos que desean u optan “ganarse la vida” a través de un trabajo-empleo en
relación de dependencia Al respeto, cuando en mi caso personal decidí que iba a
ser “estratégico” el poder desempeñarme en compañías globales, establecí desde
el vamos en qué tipo de industria no me interesaba trabajar: básicamente, aquellas
genéricamente vinculadas con el dinero, el alcohol y el tabaco. Si bien en
determinados momentos algunas de estas industrias que valoraban mi perfil me
hicieron llegar sus intenciones, ni la paga como así tampoco las excelentes
propuestas de contratación lograron modificar mi posición.
No pretendo aquí ponerme como ejemplo en lo que
acabo de relatar. Simplemente lo menciono porque en la vida suele ocurrir que
en algún momento inesperado uno pueda llegar a ser “tentado” con algún
ofrecimiento súper atractivo. En la medida que ello no se interponga con la misión y la vocación personal, estará en cada uno ejercer su libertad de elección. Ahora bien, si uno
se “tienta” y cede a ese tipo de propuesta, pero en su interior siente que con
ello está malogrando el objetivo de su vida, puede llegar a ocurrir dos cosas:
- Que desista y retorne al proyecto personal.
- Que se enferme, debido a la resistencia que
comienza a darse a nivel inconsciente.
Tampoco el nivel de salario debiera hacernos perder
el norte. Seguramente que ustedes conocen personas que lo han hecho y que no a
todos les ha ido demasiado bien con el cambio. Recuerdo el caso de un
experimentado jugador de fútbol que, por su trayectoria y habilidad en el campo
de juego, fue contratado en China con un salario “envidiable”, fuera de lo
común. Sin embargo, a los tres meses ya estaba “arrepentido” y comenzó a
sentirse anímicamente mal porque no podía “adaptarse” al entorno ni a la
cultura.
Tres
opciones de valor
Se trate del ámbito privado, social-comunitario o
público, la oportunidad y la capitalización de la decisión siempre será una consecuencia
del obrar de la persona. ¿Por qué? Porque a diferencia del ayer –cuando las
organizaciones detentaban el poder y establecían rigurosamente las reglas del
juego– en el hoy la realidad es totalmente distinta; se espera que la persona
aporte valor en lo que sabe hacer y
que, además, esté motivada para ser parte de un equipo heterogéneo que sume los
mejores resultados a las soluciones esperadas.
No haré mención alguna acerca del rol característico
de la organización privada, porque considero que es la más conocida por
ustedes. Por tanto me concentraré en las otras dos restantes.
- Acerca del área pública, muchos tienen una
percepción que la vincula con lo meramente burocrático, rutinario e
improductivo. Más aún, hasta lo relacionan con entornos estéticamente lúgubres
y deprimentes. Sin embargo ya no es tan así, no sólo porque los tiempos han
cambiado, sino porque las nuevas generaciones consideran al entorno público como
una alternativa muy válida para su proyecto personal.
- Respecto a lo social-comunitario, quizás es la que
mayor futuro presenta. Cada vez más surgen ONG´s que se concentran en la
solución de problemáticas que, por distintos motivos, no son atendidas desde la
función pública. Aquí también es interesante ver el compromiso que vienen asumiendo
las nuevas generaciones, motivadas por un impulso
que instale al prójimo en el centro de la gestión; así como viene creciendo la
presencia de “emprendedores” en el ámbito de los negocios, también se da en
todos aquellos que sienten que lo suyo transita por lo social.
Personal
Branding ampliado
En la medida
que cada uno canalice su vocación en
aquella actividad-trabajo con eje en su misión,
estará en condiciones de construir y desarrollar en el tiempo su Personal
Branding Pero cuidado, porque la “marca” no parte del tipo de organización ni
del puesto-cargo en cuestión, sino del estilo-compromiso y valor que cada persona pone diariamente en lo suyo.
Esa marca
es la que luego terminará acompañando a la persona toda vez que decida partir
hacia un nuevo desafío, tal como si fueran hitos sucesivos que va plasmando en
pos de su proyecto y misión.
¡El portador de Tu Marca Personal está “en
función de” aquel entorno y actividad que supo elegir para plasmar su vocación,
para poder desde allí aportar lo mejor para beneficio de sus prójimos y de la
sociedad!
José
Podestá