Seguramente que estamos mayoritariamente convencidos
que el profesional es un prestador de servicios, porque se debe a sus clientes
o a sus pacientes. En cambio, no estamos tan seguros en afirmar que el trabajo
también lo es. ¿Por qué? Porque cuando nos postulamos nos contratan para
realizar una tarea específica, sin que uno llegue necesariamente a percibir o
saber del sentido de la misma; algunos recordarán la “sentencia” que solía
manifestar el supervisor cuando, luego de preguntársele para qué debía hacerse
esa tarea, éste respondía con énfasis: “es lo que dispuso la dirección”.
Ambas
cosas
Lo cierto es que tanto el trabajo profesional, como
el que un empleado o ejecutivo realizan en una organización, son un “servicio”.
Lo que ocurre en lo laboral es que si bien no siempre el empleado suele estar
en contacto con los clientes externos, sí lo está para los “clientes internos”
que también esperan y demandan servicios.
El siguiente ejemplo nos ayudará a comprenderlo
mejor. El responsable de marca o Brand
Manager debe realizar, entre otras tareas, el presupuesto anual de ventas
de los productos a su cargo, en sus distintos tipos de presentaciones. Una vez
confeccionado y aprobado por el director comercial, envía una copia a las
siguientes áreas:
- Finanzas, para que pueda determinar los ingresos
estimados para el año en curso y poder anticiparse a un eventual requerimiento
de fondos al banco, en la medida que los ingresos por comercialización no
alcancen para cubrir los costos del ejercicio en cuestión.
- Manufactura, para poder precisar un mejor
aprovechamiento de los tiempos de fabricación, la mano de obra y saber cuándo
reponer o adquirir materias primas e insumos en general. Asimismo, para
determinar en qué momento deberá hacerse la parada de fabricación para tareas
de mantenimiento y de adaptación para otros procesos.
- Ventas, en función del comportamiento de la
demanda podrá establecer sus planes de promoción, merchandising en los PDV, incentivos a los vendedores y al canal,
etc. Llegado el caso de necesitar ampliar el staff de ventas, podrá justificar
y requerir al área de Personas la incorporación de vendedores, previo detalle
del perfil demandado.
- Si la empresa es multinacional, enviará el
presupuesto consolidado de ventas a la casa matriz, a los efectos que puedan
incorporarlo al total de la región para evaluar la performance general del
negocio. Cabe aclarar que el presupuesto anual no es rígido, sino que se va revisando
trimestralmente para adaptarlo a la realidad del contexto.
Este simple enunciado, más allá de la complejidad
que tiene en sí mismo, nos “confirma” el importante sentido de “servicio” que
tienen las tareas en una organización, comenzando por el cadete y terminando en
el CEO. La globalización, además, ayudó a derribar los “compartimientos
estancos” vigentes en las organizaciones del ayer, permitiendo una mayor
transparencia, productividad y una mayor “trazabilidad” de las operaciones. De
allí que hoy se insista también en el trabajo por equipos, con integrantes
heterogéneos e incluso de diferentes culturas.
Ahora bien, no vamos a profundizar el tema del
servicio a nivel de las profesiones, porque es algo dado y aceptado. Por
supuesto que no siempre uno podrá quedar satisfecho con la consulta realizada a
un determinado profesional, ya sea por su falta de tacto en saber establecer y
brindar una adecuada “empatía”, o a veces por su negligencia y falta de
profesionalismo en la especialidad; sabemos que no todos están preparados ni
comprometidos en lo que hacen, quedando hoy rápidamente al descubierto por los
comentarios y referencias disponibles en la Web.
El
Personal Branding también es servicio
Un emprendedor, empleado o profesional también puede
llegar a interesarse por llevar a cabo un plan complementario de su proyecto
laboral y profesional, con el objetivo de poder capitalizar el posicionamiento
y desarrollo de su nombre y apellido en el área de su vocación.
Así como un barco va dejando una estela en el mar,
cada uno de nosotros también vamos generando señales de lo que hacemos en el
ámbito en donde trabajamos e interactuamos; si estamos expuestos en las redes
sociales, la “vulnerabilidad” y la exposición también será mayor. Al respecto,
piensen en los problemas a los que terminan expuestas las “celebridades”,
cuando se descubre que algo de lo que hacían no estaba bien Aquí es útil
recordar la máxima que dice que una marca
necesita años para ser conocida, pero muy pocos segundos para caer en desgracia.
En el Personal Branding no sólo uno debe ser más
consciente y responsable de lo que hace o deja de hacer, sino que tampoco podría
omitir el concepto del servicio en el obrar. ¿Por qué? Porque si bien cada uno
de nosotros lleva adelante su proyecto laboral-profesional acorde con la misión y la vocación personal, no debería excluir la atención de las
necesidades de los “otros”, es decir, de sus prójimos.
Que una persona llegue a tener mayor o menor imagen
o aceptación en el ámbito de sus relaciones, dependerá de la calidad y de la pasión que destila en su obrar,
especialmente para aquellos que son o serán sus destinatarios naturales. Aquí
también el servicio será el que, en definitiva, “marcará” la diferencia.
¡El portador de Tu Marca Personal terminará
siendo un eficiente y eficaz prestador de servicios, en la medida que esté
convencido que sus prójimos son en definitiva el motivo-razón de su obrar!
José
Podestá