Menos Gerentes, Mayor Creatividad

25 diciembre 2011 ·

Durante décadas el sistema de organización en las empresas, especialmente las grandes, asignaba a una función y distribución prácticamente estratégica al personal jerárquico, especialmente a los gerentes. Como el proceso conducente radicaba en la centralización y el verticalismo de las ejecuciones y control, era fundamental y necesario contar con un staff “leal” y comprometido con las “directivas” provenientes de la cima de la organización.

De esta forma, y sin darse cuenta, la empresa se fue nutriendo de una gran mayoría de empleados dependientes, incluido los gerentes, de las tareas que se debían llevar a cabo. Hoy siguen presentes en muchas organizaciones, constituyendo el “rebaño” de iguales que por haber sido entrenados en “hacer lo que se les diga”, no suman ningún valor en sus actividades. Son, en definitiva, fieles exponentes de un estilo cultural que reducía al ser humano al rol de servidor. La clásica expresión, “aquí el que piensa es el gerente”, ilustra muy bien esa época.

Hoy la realidad impone prácticamente lo opuesto. En un contexto de sobreoferta de productos y servicios –que incluso se parecen entre sí– sumada la exacerbada competencia reinante, hace que las empresas deban descentralizar al máximo sus procesos de gestión, poniendo el foco en la creatividad e innovación continua. Las nuevas ideas ya no son el atributo distintivo de la plana mayor de la empresa sino de todos los empleados que la integran, incluyendo al cadete.

La organización que aprende

Esta es la máxima que, con orgullo, define y predica la empresa automotriz Toyota. Quizás ha sido pionera en lo suyo, pero gracias a esta práctica que involucra en el proceso de gestión a todo el personal, logró hace unos años convertirse en el líder global rentable de la industria automotriz, desplazando luego de siete décadas de reinado a la compañía General Motors.

Vemos, entonces, que la práctica y reglas de oro del ayer ya no funcionan. En cambio, las ideas y el conocimiento han pasado a ser el basamento indispensable sobre el cual se construye hoy la ventaja competitiva.

En una organización que aprende ya no se necesita la estructura burocrática de supervisión, control y “bajada de línea”. Para ser ágiles, a pesar de ser grandes, se necesita algo más importante que la práctica del empowerment: Que los empleados tengan bien en claro cuál es su contribución a la estrategia corporativa y que se encuentren estimulados y respaldados para sugerir, cambiar, mejorar e implementar las mejores soluciones diarias que consideren pertinentes. Luego, en las reuniones semanales de gestión, podrán dar explicaciones del qué, el cómo y el por qué hicieron las cosas. Y si algo salió mal, por error o equivocación, podrán también informar qué enseñanzas capitalizaron de ello. Así es como hoy las empresas líderes e innovadoras vienen trabajando y aprendiendo.

¿Qué pasa cuando uno se siente libre?

La realidad señala que en estos casos el empleado termina haciendo lo que considere es lo mejor, en lugar de hacer lo que le dicen que debe hacer; en el ayer, este acto de soberbia del gerente hacia su gente lo hacía convencido de que era lo “definitivamente correcto”. Hoy esto es un gran disparate, porque ningún ser humano es dueño de una verdad revelada y absoluta; apenas logramos, a veces, tener algún momento de inspiración para sumar un mejor punto de vista.

¡La realidad impone algo que está implícito en el portador de Tu Marca Personal: ser uno mismo, no como todos los demás. La diferencia, no la uniformidad, es lo que hace que los otros vean que uno no es un clon y que tiene algo de valor para brindar!

José Podestá

El Cambio Esperado

18 diciembre 2011 ·

Una expresión popular dice que cuando al país le va bien, a uno también le puede ir bien. Por tanto, en la medida que exista previsibilidad en los acontecimientos, estabilidad político-social y un crecimiento económico razonable, es altamente probable que la mayoría de los ciudadanos puedan capitalizar y ser, en lo suyo, un caso concreto de bienestar.

¿Por qué se piensa así?

Porque en décadas pasadas tal manifestación fue sentando precedente de ocurrencia y confirmación. Sin embargo, en la nueva economía no todas las reglas de oro del ayer siguen funcionando. Por supuesto que esto no significa no creer en las instituciones o dejar de ser razonablemente optimistas. Pero sí es importante darnos cuenta que los procesos de cambios permanentes a los que estamos expuestos y los avances tecnológicos aplicados en múltiples disciplinas, hoy no se traducen en las mejoras personales que, seguramente, todos aspiran y desean alcanzar, incluso en el ámbito laboral-profesional.

¿Qué nos dice el hoy?

Si la réplica del bienestar no se da en la medida e intensidad deseada, seguir esperando por ello no tiene sentido. Significa, entonces, que la fórmula mencionada al principio no debiera ser un factor de consideración, por la sencilla razón de haber quedado afuera de nuestras posibilidades.

En consecuencia, si del contexto uno ya no puede depender, se necesitará ser uno mismo un factor de cambio. Esto implica ponerse a trabajar en la definición y planificación de un proyecto, a partir del cual se deja de lado el anterior paradigma-modelo de la relación de dependencia.

Por supuesto que aquellos que tienen la posibilidad de realizar su carrera profesional en una empresa, y están convencidos de ser ésta la mejor opción para el logro de su visión, será perfectamente válido continuar por dicha senda. Pero en el caso de la gran mayoría que hoy siente peligrar su estabilidad laboral, por las razones de contexto ya mencionadas, o bien están en la búsqueda infructuosa de un empleo en una organización, quizás lo razonablemente prudente sea salirse de ese círculo vicioso y pensar en una solución diferente.

Yo SA

Ya hemos mencionado en otras oportunidades que los tiempos imponen pensar y afrontar, con realismo y decisión, la búsqueda de una actividad-profesión independiente como solución-respuesta a la escasa oferta laboral existente, incluso a nivel global. Ello no excluye que uno llegue a trabajar para una empresa, pero en este caso lo estaría haciendo a tiempo parcial y como proveedor de un servicio puntual. Si luego se diera la oportunidad de poder incorporarse a la compañía a tiempo completo, y ello estuviese en línea con el proyecto personal, tampoco invalidaría seguir manteniendo, en el sentir y el pensar, la actitud de afrontar los hechos bajo la convicción de que uno es Yo SA.

En la medida en que se asuma esta actitud-decisión, uno dejará de ser un dependiente de los vaivenes del contexto, es decir, del cambio esperado. En contrapartida, se estará haciendo cosas que sí tienen sentido para uno mismo, porque parten de un proyecto personal que cuenta con una clara visión de llegada.

¡Los tiempos que corren son muy propicios para el desarrollo y posicionamiento de Tu Marca Personal. Más aún, es la mejor respuesta para capitalizar las reglas de oro del hoy!

José Podestá

Exceso de Información

11 diciembre 2011 ·

A partir de la globalización –año 1990– hemos comenzado a transitar por la nueva economía de la información y el conocimiento. En esa época aún no estaba disponible la Internet, que recién se liberó al uso privado y comercial a partir de 1993. Hoy sabemos lo que implica el acceso democrático a la información que está allí disponible para que las personas puedan procesarla y transformarla en conocimiento aplicado.

A diferencia del ayer, hoy la información fluye, se renueva e incrementa incesantemente. Ello obliga, por tanto, a ser muy disciplinado para no perder el objetivo y terminar siendo una víctima del exceso. Sin embargo, y aunque llame la atención, no es lo que le pasa a la mayoría de las personas. Por el contrario, estar “al día” en lo básico y estratégico es sólo un atributo de las personas que tienen bien en claro su misión y visión.

¿Cuál es el problema?

Básicamente, dos:

a. A pesar de la facilidad del acceso a la información y contenidos diarios, son muy pocos los que capitalizan eficazmente esta oportunidad.

b. A pesar de constituirse el conocimiento en una ventaja competitiva en aquellos que lo aplican en su trabajo o profesión, la mayoría de las personas demuestran indiferencia o desinterés. Con ello, y sin darse cuenta, van postergando su posicionamiento personal y eventual estabilidad laboral.

Evidentemente hay una percepción-imagen incorrecta de lo que implica trabajar en relación de dependencia, tema del cual ya nos hemos ocupado en más de una oportunidad. Muchos creen que por el hecho de poner el cuerpo por espacio de ocho o diez horas diarias, la empresa tiene la “obligación” de contenerlos y pagarles un salario respetable. Esta creencia lo único que hace es preservar, en el tiempo, el sentimiento de pertenencia al rebaño de los iguales.

De esta forma se genera un círculo vicioso en donde los empleados, insatisfechos por la “injusta postergación” de la cual se sienten víctimas de la empresa, poco y nada hacen por cambiar. Entonces, cuando se presentan los momentos de crisis, que son cada vez más frecuentes y crueles, gran parte de estos empleados-rebaño son despedidos porque para la empresa no les reporta ningún atributo de valor.

¿Cuál es la salida?

Pensar y trabajar en sentido contrario, es decir:

- Buscando el mejor camino para dosificar el conocimiento aplicado en lo laboral-profesional.

- Dotando de valor al conocimiento aplicado, con creatividad e innovación.

- Estando atento para anticiparlo, en el momento oportuno.

Todo ello es necesario o conveniente hacerlo de modo habitual y con absoluta naturalidad. Este “estilo” irá generando, entre los pares y el personal ejecutivo, una imagen de diferenciación que en el momento oportuno se traducirá, sin lugar a dudas, en un reconocimiento; de no serlo, no dude que se encuentra trabajando en una empresa promedio y mediocre. Por tanto, si así fuere, servirá de todos modos lo actuado para continuar con el logro de su visión en otra organización o actividad.

¡La sobredosis de información –con estrés incluido– es un contrasentido que hay que evitar. Para ello, el portador de Tu Marca Personal sabe y dispone de los elementos necesarios para dosificarla, adecuadamente, en cantidad y calidad!

José Podestá

Mentalidad de Empleado

04 diciembre 2011 ·

Con el advenimiento del desarrollo industrial y comercial las empresas han venido demandando, desde hace décadas, personal en relación de dependencia. Ese ha sido el modelo-paradigma por el cual hemos pasado la gran mayoría que, por necesidad o proyecto laboral, optamos por seguir. El resto lo constituyen los profesionales independientes y artesanos.

Durante mucho tiempo las empresas han sido muy buenas receptoras de la demanda laboral, salvo momentos de crisis propias o coyunturales que las obligaron a reducir transitoriamente la nómina, para luego volver a reconstruirla. Incluso hubo algunas que, siguiendo el modelo oriental, se comprometieron a dar “empleo de por vida”, algo que hoy nos parece más propio de la ciencia ficción.

Así como la globalización trajo algunos avances en la sociedad –y para muchas empresas representó la oportunidad de transformarse en global– también fue revirtiendo el tradicional posicionamiento de las compañías como receptoras masivas de la demanda laboral. Hoy la realidad se encarga de mostrarnos la escasez de la oferta, con los problemas sociales que ello implica.

A mediano y largo plazo nada indica que esta realidad se revierta. Si bien las empresas siempre han de necesitar empleados –especialmente habilidosos y con vocación de compartir ideas y conocimiento– ya no lo serán en cantidad como en el ayer. La tecnología disponible, la tercerización de funciones y la optimización de procesos van supliendo la nómina en las empresas.

Si esta es la señal del contexto, de nada sirve quedarse a la espera de algún llamado o convocatoria “milagrosa” que pueda generar la empresa. Y como de algo hay que vivir, es muy conveniente despertar a esta realidad y ponerse a pensar en otras opciones, incluso como eventual proveedor parcial o a tiempo completo de algún servicio a la empresa.

Por supuesto que hacerlo no es cosa sencilla porque la mentalidad de empleado la tenemos enquistada y grabada a fuego. Entonces, ¿qué hacer?

Pasos a seguir

Para no quedar paralizados y sin respuestas, es conveniente trabajar inicialmente en el reconocimiento de nuestra postura hacia la empresa, aunque hoy estemos en relación de dependencia, para modificarla. Para ello es conveniente pensar en algunas cosas clave, como ser:

- La empresa nada nos debe
Una vez que lo aceptemos dejaremos de creer que la empresa está en deuda con uno.

- Dedicar el tiempo a nuevos modelos de proyectos o negocios y menos al CV
El tiempo y energía que muchos pierden en el curriculum vitae debe ser transferido al pensamiento creativo e innovador, es decir, aplicado a la búsqueda de nuevas soluciones independientes en lo laboral.

- La comodidad es una trampa
Acceder a un ingreso variable en vez del sueldo mensual, aguinaldo, bonus y vacaciones pagas, no parece ser algo muy cómodo. Pero si la tendencia nos está alertando de que tal opción es hoy escasa y muy limitada, se necesitará hacer algo para cambiar.

- Adiós indemnización y jubilación
Muchos empleados sufren y hasta se enferman debido al mal clima laboral reinante en la empresa. Sin embargo, nada hacen por irse porque les duele dejar de cobrar en algún momento la indemnización.

Otros, en cambio, sacan pecho y resisten en el tiempo porque piensan que lo que está en juego es la jubilación. Lo que tal vez esta persona no sabe, o no quiere verlo, es que cuando llegue el momento de la jubilación ese ingreso seguramente no le alcanzará para cubrir los gastos de la primera quincena del mes.

- Saber jugarse
Quitarnos de la cabeza la mentalidad de empleado implica jugarse por un proyecto, con los pies en la tierra. El escritor italiano Umberto Eco llegó a resumir muy gráficamente lo que en la vida implica jugarse, de la siguiente manera: “Hay dos formas de hacer un safari: podés ir al África y contratar una excursión por el Kruger Park y correr el riesgo de que te piquen los mosquitos, soportar el calor, que los leones justo ese día no aparezcan y que los elefantes hayan migrado. O podés ir al The South Africa Family Vacation, en Disney, donde todos las tardes, a las cinco en punto, el elefante de plástico aparece y tira un chorro de agua justo después de que pasaste con el barquito”.

¡Al portador de Tu Marca Personal los mosquitos lo han picado en más de una oportunidad. Gracias a ello está inmune y sigue avanzando por más!

José Podestá

 

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