Satisfacción Laboral en Baja

17 enero 2010 ·

Este titular no tiene la pretensión de ser una noticia, pero en cambio ilustra acerca del crecimiento acelerado de una tendencia. Al respecto, del lado de la oferta es bastante habitual escuchar que, ante una búsqueda laboral determinada, casi siempre terminan incorporando al “menos malo.” Esto supone, entonces, que existe un alto porcentaje de postulantes que no cuenta con los requisitos adecuados ni mucho menos con algún atributo o competencia que le permita producir alguna diferenciación. Una vez producida la incorporación, para nada debiera sorprender que las partes no quedarán satisfechas en el corto plazo.

En consecuencia: ¡Qué excelente oportunidad tienen, cada vez más, aquellas personas que previamente se han ocupado por desarrollar un perfil laboral-profesional de valor!

Que algunas personas se postulen a un puesto laboral a pesar de no calificar para el mismo, no es algo nuevo. Siempre hubo “malos aventureros” en todos los órdenes de la vida. Pero que ello ocurra a “gran escala” sirve, una vez más, para ilustrarnos que la oferta laboral disponible es cada vez más escasa. Por tanto, de lo que se trata es estar debidamente preparado para no ser luego parte de la gran legión de los frustrados.

Todo esto suena bastante lógico pero, en la práctica, los que se ocupan por alcanzar un adecuado posicionamiento siempre son los menos. ¿Por qué? Tal vez porque no a todos parece ser que les interesa prepararse para llegar a ser reconocidos y valorados, gracias al desempeño, por Tu Marca Personal. Entonces, en lugar de convivir en un ambiente laboral de baja calidad y en donde todos sus miembros viven con el miedo permanente a ser “descartados” o cambiados, los que transitan por el camino del Personal Branding lo hacen desde una posición verdaderamente superadora.

Es por ello que no sorprende que la satisfacción laboral hoy se encuentre en baja, prácticamente en la gran mayoría de los países. En el caso de los Estados Unidos, ya alcanzó el record del 55 por ciento, tal como lo refleja una encuesta realizada por The Conference Board. Pero lo que más preocupa es cómo se está profundizando la tendencia, ya que en 2008 el porcentaje era sólo del 49 por ciento.

Pretender culpar la caída en la felicidad laboral de los trabajadores a la situación de recesión vigente –a pesar de haber sido considerada la peor desde la década de 1930– es no querer ver más allá del estado de “licuación o fluidez” vigente. La insatisfacción laboral no es actual: se viene gestando desde hace dos décadas.

Por cierto que la pérdida de la satisfacción es fruto de ambas partes.

1. Del lado de la empresa, la gran mayoría todavía no se ha dado cuenta del valor estratégico que hoy representa el conocimiento aplicado y el compromiso del empleado para el logro de la competitividad del negocio. De allí que siguen basándose en normativas que tienden a una desmotivación generalizada del personal.

2. Del lado del empleado, la gran mayoría “cree” que por tener un título de grado –e incluso un posgrado– ya es suficiente para calificar y hasta demandar un mejor salario. ¡Nada que ver! Sí es importante como “carta de presentación” para la eventual primera entrevista. Lo que ocurre, cada vez más, es que la percepción real que tiene el empleador es que todos tienen los mismos estudios y formación, es decir: ¡Son todos iguales!

Para salir de esta “trampa” es necesario hacer algo más. Hay que ponerse a trabajar en una estrategia de abordaje tal que a uno le permita ser visto, en el tiempo, como distinto y “con valor agregado.” Para lograr tal percepción en el mercado laboral-profesional actual o al que se desea acceder, habrá que definir cuál es el mejor atributo o talento que se dispone para que, una vez aplicado en la forma, estilo y resolución de las tareas, los destinatarios del “producto-trabajo-solución” vean, por ejemplo, que Juan y Marta son verdaderamente los únicos que hacen las cosas de un modo diferente, superador e “interesante.”

La actitud y el estilo personal de Juan y Marta los hace merecedores de tal reconocimiento y valoración porque se ocuparon, previamente, por desarrollar e incorporar sus potencialidades al trabajo que realizan, capitalizando así los beneficios derivados de Tu Marca Personal. No tuvieron “suerte” sino que decidieron hacer previamente un trabajo personal para que luego “la suerte” trabaje a favor de ellos.

De esta forma, la insatisfacción laboral ya no tiene aquí sentido ni razón de ser porque el desafío asumido, por ambos protagonistas, está en llevar a buen puerto el proyecto laboral o profesional asignado y, además, porque lo asumen desde la postura o actitud del YO SA, es decir, independientemente de la empresa para la cual están trabajando. ¡Juan y Marta: son la empresa!

José Podestá

 

© Tu Marca Personal - Todos los derechos reservados. Se permite la difusión del contenido únicamente citando la fuente.