Cuánto Vale Usted

02 mayo 2010 ·

Sabemos y decimos que todo tiene un valor. Muchos vinculan directamente el valor con el precio que deben pagar para adquirir un producto o acceder a un servicio. Sin embargo, el precio es la resultante final que resume y expresa un subconjuntos de beneficios tangibles e intangibles, como ser: la calidad, funcionalidad, experiencia, seguridad, diseño, marca, etc.

También existe confusión cuando uno adquiere un producto. Generalmente, nos concentramos en el hecho de poder acceder y poseer un objeto tangible: tengo un auto, un celular o una netbook. Pero en la práctica lo que sucede es que hemos comprado y pagado por el beneficio o servicio intangible que esperamos disfrutar a partir de un objeto tangible. Sin embargo, el precio que estamos dispuestos a pagar lo vinculamos fundamentalmente con el objeto tangible en cuestión, porque nos da idea del valor que tiene para uno y para los demás.

Volviendo al concepto inicial de valor, éste se constituye también en relevante y clave cuando se trata de uno mismo. Gracias a Dios somos individuos únicos e irrepetibles, tal como también nos identifica nuestras impresiones dactilares. Esto hace que uno, necesariamente, se ocupe por crear y desarrollar su propia y sobresaliente propuesta de valor funcional al proyecto de vida laboral, profesional y social.

¿Por qué hacerlo?

Porque la sobreoferta de productos y servicios que hoy existe en el mercado también se da a nivel de las personas: ¡Somos muchos en proporción para la oferta de trabajo disponible, y además nos parecemos mucho en formación, capacitación o estudios realizados!

Los signos de la realidad son los encargados de advertirnos que algo debemos hacer para dejar de pertenecer al mismo rebaño –el de los iguales– toda vez que intentamos acceder a un empleo, brindar una consultoría o ejercer una profesión. Esto no lo hará nadie por uno mismo. Por tanto, los que aspiran a ser valorados por su talento, habilidad y trayectoria, necesariamente tienen que pensar en su Marketing Personal –en lo general– y en el Personal Branding, en particular.

Entonces, de lo que se trata es de abordar el posicionamiento de uno mismo para el mercado-objetivo que se considere clave. Teniendo en claro el objetivo, Tu Marca Personal se constituye en la prioridad.

El Valor de la Marca

No lo construye la persona sino que deriva de la percepción y reconocimiento que tienen de uno el ámbito laboral, profesional o social en el cual se está interactuando. Así como hoy el target-objetivo –clientes– conversa, propone y brinda valor a la marca del producto o servicio consumido, de la misma forma “los otros” serán quiénes terminarán valorizando y retribuyendo nuestro trabajo o desempeño.

Si uno no cuenta con una propuesta de valor para el mercado laboral o profesional objetivo, tendrá el reconocimiento-retribución promedio que está reservado para la legión de los “idénticos”. Pero si es reconocido por Tu Marca Personal, el mercado será el interesado en saber cuál es su “precio”, por el perfil diferencial y oportuno que lo distingue.

En consecuencia: ¡Cuándo vale usted!


José Podestá

 

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