Sueño y Visión

16 mayo 2010 ·

Cuando uno lee biografías de personas que han tenido un desempeño peculiar en la vida, se observa que más allá del plan que en algún momento diseñaron para su proyecto personal, hubo un elemento clave que ofició de impulsor: ¡El sueño!

¿Esto qué nos dice?

Que más allá de los deberes que demanda concebir, posicionar y desarrollar Tu Marca Personal, debe existir una alta motivación –muy realista– que sirva para ponernos en marcha, contra viento y marea, para el logro de las sucesivas visiones que nos iremos formulando a lo largo de nuestras vidas.

Los sueños son el estímulo que movilizan los propósitos de los individuos, en general, y de los que aspiran llegar a ser percibidos como distintos en sus respectivos ámbitos de relación, en particular. Esto sirve también para darnos cuenta que de nada vale ser un tecnócrata, un distinguidísimo graduado en la mejor Escuela de Negocios si luego en el quehacer diario se muestra un desempeño estandarizado, insulto y neutro; para ello no se necesitaba hacer semejante inversión.

Cuando una empresa pone el foco en lo meramente formal y normativo, en donde el empleado sólo debe cumplir su tarea ya premoldeada en la descripción del puesto, terminará generando una legión de neo-esclavos y autómatas, sin alma ni sueños. Quizás alguno se pregunte dónde hay organizaciones tan despersonalizadas: ¡En todas partes! Incluso, lo son en un porcentaje mayoritario.

Este dato de la realidad no es menor cuando una persona decide salir del círculo vicioso en que se encuentra para ponerse a trabajar, seriamente, en la gestación del Personal Branding. El proceso conducente a ello, si bien es riguroso, no excluye ni inhibe anexar el sueño en la visión-meta y en los sucesivos procesos que esta persona llevará a cabo para alcanzar su objetivo de identidad de marca.

El Personal Branding en un contexto caracterizado por la necesidad que tienen las organizaciones de ser reconocidas y valoradas en sus mercados, tiende a constituirse en un recurso clave para quiénes aspiran a convertirse en líderes y que suman, con su desempeño, una ventaja competitiva al trabajo que realizan.

El sueño contagia

Las personas que tienen un sueño incorporado en su biografía y trabajo suelen destacarse por su empuje y vitalidad. Son como el combustible que alimenta sus propósitos, creando expectativa e interés en los otros. Sin embargo, en su accionar no reparan en ello porque están más concentrados en concretarlos en el plazo preconcebido: actúan con naturalidad.

El mayor riesgo de una empresa focalizada en las normas, la supervisión y el control es que termina cosechando un desempeño mediocre del personal, sumada a una actitud pasiva y desinteresada. En la práctica, son las que vienen generando rotación del personal – a pesar de su política de “retención de talentos”– precedida por el bajo rendimiento, el desorden emocional y un pesado clima laboral. Sin darse cuenta, se han convertido en una “organización zombi” –desprovista de alma y de sueños– y por ello imposibilitada de brindar valor a la sociedad, a su gente y así misma.

Entonces, ...

¡Cuando se está por iniciar el proceso de Tu Marca Personal, más vale no dejar de lado el sueño que lo llevó a tomar esa trascendental decisión!


José Podestá

 

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