Influencias Positivas

12 diciembre 2010 ·

En muy probable que en alguna oportunidad hayan sentido, al ingresar a un lugar o estando reunido con una persona, que en el ambiente había algo inexplicable que permitía a uno sentirse en paz, seguro y motivado. Este estado de armonía, que es imposible de cuantificar, es un factor clave para el pensar, hacer e interactuar. De allí que algunas organizaciones se hayan ocupado por crear y desarrollar un clima interno favorable y radicalmente opuesto a la cultura “de presión” dominante aún en muchas empresas.

Para un materialista, hablar sobre este tema resulta ser un contrasentido. ¿Por qué? Porque una cosa es ejercer presión a nivel de los empleados para lograr resultados concretos –por supuesto sin importar las consecuencias físico-psíquicas que ello trae aparejado– y otra muy distinta es dejar en manos de una supuesta y dudosa “armonía de vínculos y relaciones” el logro de objetivos sobre los cuales no se tiene total control.

La vigencia de la segunda alternativa es hoy una consecuencia del grado de evolución mental que han alcanzado aquellas organizaciones que valoran y ven al empleado como un ser dotado de habilidades, inquietudes y conocimientos para la tarea. Algunas de estas empresas incluso estimulan, complementariamente, la puesta en marcha de un programa de Personal Branding, como solución válida para el desarrollo del plan de carrera y posicionamiento de sus empleados.

Cuando uno observa un área libre de tensiones percibe, de inmediato, cómo en forma espontánea reina la convivencia y respeto mutuos. Para aquellos entusiastas de lo cuantitativo, cuando realizan en este tipo de ambiente sus mediciones, terminan verificando que el nivel de productividad es sensiblemente mayor. Ello es así porque el empleado siente que es el actor de lo realizado diariamente y que todo tiene un sentido ascendente que estimula, ademas, a brindar aportes y mejoras continuas.

Lo expresado también vale cuando uno es portador de Tu Marca Personal. El haber definido oportunamente el estilo y talento que caracterizará el posicionamiento del producto-trabajo, en el mercado laboral-profesional deseado, necesariamente con el tiempo se va generando una positiva “aureola” o sello personal que terminará impactando positivamente en el destinatario.

Ello es así porque una persona con marca personal es un referente calificado de lo que hace o brinda, como servicio, en el ámbito en donde eligió para desempeñarse. El valor agregado no está en su presencia o identidad sino en el mencionado producto-trabajo que supo definir, oportunamente, para que luego termine siendo reconocido como un referente o líder. Lo que habitualmente suele ocurrir, de parte de sus compañeros más proactivos del sector, es que se vean motivados por el “efecto aureola” que produce esta persona, motivándolos así a que se sumen a la creación y desarrollo de sus respectivos posicionamientos. Mientras tanto, los empleados mediocres y del rebaño simplemente intentarán, sin éxito, boicotear a estas “insoportables ovejas negras”.

Vemos pues que el portador de Tu Marca Personal tiene incorporado atributos y determinados valores que le son propios pero que también lo expone, y bienvenido que así sea, a un compromiso socialmente responsable por su gestión. De la coherencia entre el pensar y el hacer, surgirán las influencias positivas hacia los demás.

¡Un buen líder puede producir reacción positiva, reconocimiento y seguidores –y también detractores. Lo mismo se da con el portador de Tu Marca Personal, en un plano más acotado, pero válido para generar un “efecto-halo” que servirá de motivación e inspiración en los demás!


José Podestá

 

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