Beneficios de la Bola de Nieve

20 marzo 2011 ·

La necesidad de afrontar los sucesos de la vida –en lo laboral, profesional o social– viene motivando y movilizando, cada vez más, a las personas. Tal vez algunos se preguntarán el por qué de ello. Simplemente, tiene que ver con la velocidad e intensidad del cambio que hoy impacta en todos los órdenes de la vida, y que muchas veces ni nos damos cuenta de ello.

Si recordamos situaciones vividas tiempo atrás, seguramente que nos vendrán a la memoria que antes, al momento de decidir algo, uno se tomaba un tiempo bastante prudencial. Hoy, en cambio, la realidad nos va “empujando” al decidir o al hacer a pesar de no contar con todos los elementos de juicio que nos hubiese gustado evaluar para poder minimizar futuras consecuencias no deseadas. Este decidir-sobre-la marcha ejemplifica y alude a la aceleración del cambio mencionado.

Así como en la semana laboral la densidad del tráfico en la calle o autovía nos obliga a “acelerar” o conservar el ritmo de velocidad, para evitar que los que vienen atrás no nos presionen más de la cuenta, también vale lo mismo en materia de trabajo, sea en relación de dependencia o como profesional. A nuestro alrededor existe una gran sobredemanda de personas en búsqueda del primer empleo, un recambio de posición o para el acceso a un puesto ejecutivo o de dirección. Por tanto, aquí se impone el primer interrogante:

¿Por qué seré el elegido?

Sabiendo que la oferta laboral ya no es lo que era en el pasado, y que los postulantes hoy cuentan –mayoritariamente– con estudios terciarios, de grado o posgrado muy uniformes o parecidos entre sí, evidentemente que para poder uno ser percibido como el “mejor” se necesitará hacer algo “distinto”. Caso contrario, iremos camino hacia una frustración inevitable. Entonces, de lo que se trata, para poder comenzar a generar nuestra propia “bola de nieve”, es ponernos a bucear en nosotros qué cosas de valor –habilidades o competencias– realmente puedan ser parte de una propuesta más novedosa u original en materia del producto-trabajo que se desea brindar en una organización.

¡Pensar antes de actuar! “He aquí la cuestión”

Aunque la necesidad me obligue a no perder la búsqueda hoy disponible, pues los gastos fijos hay que pagarlos religiosamente, ello no quita ni excluye la “responsabilidad” de pensar en hacer las cosas de otra manera. Pues de lo contrario, seremos uno más del rebaño que irá hacia el “matadero del salario más bajo”. Si para otras cuestiones tal vez menores nos consideramos “muy inteligentes”, con más razón debemos extremar nuestra integridad cuando se trata de una oportunidad laboral o profesional.

Si uno posee un título con formación muy parecida al resto de los mortales, para nada significa que deba renegar por ello. Bien sabemos, en un estilo figurado, que al cadete que hoy aspira ingresar en una empresa –un joven de diez y ocho años– se le pide que sea trilingüe y cuente con cinco años de experiencia. Esta ridiculez, que algunas empresas pagan al publicar un aviso en el periódico o en la Web, nos nuestra las altas barreras que las empresas ponen para ver si logran motivar la participación de “alguien” que realmente reúna tal perfil. Es decir, no necesitan personas que hagan “más de lo mismo” sino que tengan un plus por el cual valga la pena invitarlo a ser parte de la organización.

Nadie podrá decir que no tenga algún valor, habilidad o talento a partir del cual pueda comenzar a dar nacimiento a su Personal Branding. Si uno “bucea” con total honestidad y objetividad en su interior, seguramente que encontrará “algo” que le sirva para comenzar a “marcar” la diferencia.

¿Esto qué significa?

Que para comenzar hacer rodar la bola de nieve en el mercado que me interesa para posicionarme, y vaya adquiriendo velocidad y volumen para que “los otros” se den cuenta de mi potencial y habilidades, es necesario salir de la “mediocridad” –aunque nos duela tener que admitirlo. Es decir, haberme preparado para dotar al estilo de trabajo de algo diferente, de valor, y que por tal motivo han comenzado a fijarse en mí. Sin darnos cuenta, habremos comenzado a brindar “más x más”, es decir, la mejor solución-respuesta a las tareas asignadas, mostrando además el potencial residual que se tiene.

Si después de un tiempo llegara a percibir que en la empresa nadie le presta atención a su estilo de trabajo, no debería ser ello un motivo de preocupación. ¿Por qué? Porque empresas mediocres también hay muchas, y como usted se preparó para “brindar más”, muy pronto lo sorprenderá el llamado de otra organización que se “enteró” que por no ser uno más del rebaño, es la persona que están necesitando para poder llevar adelante un proyecto superador. Esto para nada es fantasía o ilusión: personalmente lo he podido capitalizar en varias oportunidades.

¡Para una exitosa carrera laboral o profesional no es necesario ser un genio, haberse graduado con honores o impactar con un CV muy creativo. Pero sí uno debe tener, bien en claro, adónde se aspira llegar para luego poder iniciar el desarrollo y posicionamiento Tu Marca Personal. Una vez que la bola de nieve tomó forma y velocidad, vendrán las mejores propuestas!


José Podestá

 

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