El Obsoleto CV

18 septiembre 2011 ·

Durante décadas el CV ha sido una herramienta-recurso muy funcional para la búsqueda laboral-profesional, a todo nivel. En el mismo uno plasmaba una breve semblanza de la biografía, con el objetivo de constituirse en una eficaz “carta de presentación” ante el destinatario. Quizás muchos de ustedes hasta hayan leído algún libro o asistido a una capacitación para saber cuál debía ser el mejor formato y estilo del CV.

En épocas de bonanza y contextos calmos, que ya no son comunes en la actualidad, las empresas al principio y las selectoras de personal después, han sido las grandes receptoras del CV, el que luego era prolijamente clasificado y archivado en función de su relevancia, oportunidad y valor. Luego la tecnología posibilitó migrarlo a la Web, cambiando tanto de formato como de contenido, pero funcional al interés del reclutador.

¿Qué es el CV?

Un estupendo recurso, del lado de la oferta, para formatear, tipificar y uniformar a los postulantes de acuerdo con la descripción del puesto de trabajo. Así, un gerente, empleado o cadete deben tener un perfil determinado, el que será remunerado de acuerdo con la media establecida. Aquí hay otro beneficio para el empleador: tener acotado el costo de “la mano de obra”.

Durante décadas el postulante debió adaptarse a este requerimiento y aceptarlo como tal. El resultado de ello no es muy difícil de imaginar: se trabajaba para dar respuesta-solución a las demandas “tipificadas” del puesto de trabajo, percibiendo por ello un salario “promedio” más algún beneficio social.

Esta mecánica, que funcionó muy bien en el ayer y hasta en piloto automático, hoy es inconducente y carente de valor. ¿Por qué? Porque las organizaciones ya no pueden ser sustentables dependiendo de empleados promedios. Al contrario, se necesita que sean anticipadores del cambio, generen aporte de sus conocimientos, propuestas de innovación en el valor y actúen de modo autónomo, tanto en el pensar como en el hacer. Y ninguna de estas habilidades se las encontrará en un CV estandarizado y promedio.

El CV está muerto. Viva el CV

A pesar de no brindar la respuesta-solución adecuada al contexto, la mayoría de las empresas y selectoras siguen empleando el CV, lo que demuestra tres cosas:

a. La practicidad de tener tipificado y encasillado al personal en un puesto de trabajo, con un costo laboral acotado.

b. Desconocen el rol que hoy tiene el empleado para que la empresa pueda, por lo menos, mantenerse dentro de los registros históricos de rentabilidad y desarrollo.

c. Piensan y hasta creen que el empleado en un “recurso” al que deberán “extraerle” toda la energía necesaria que justifique su contratación y “costo”.

A pesar de la lógica que para muchos tienen tales consideraciones, hoy para nada son conducentes para lograr una permanencia rentable en el mercado. Pero a pesar de ello, el CV sigue siendo “el rey”, por tratarse de una herramienta “filtro” que para el caso de las empresas-promedio que brindan productos o servicios-promedio, les resulta útil para incorporar personas al más bajo costo posible. Y así, sin darse cuenta, están apostando a una pronta desaparición del mercado.

La otra realidad

Mientras las empresas-promedio luchan por mantenerse a flote en el océano rojo que ellas mismas han creado, porque están en riesgo y con escasa o nula rentabilidad, existen otras empresas que sí saben que la ventaja competitiva ya no proviene de sus productos o servicios –porque prácticamente en el mercado ya son todos iguales. Son las que se dieron cuenta que la clave está en el personal de calidad, es decir: inteligentes, motivados y creativos, pero que además desean aportar soluciones diarias en lo que hacen.

Estas empresas se ocupan de convocar al individuo talentoso, aunque se trate de un cadete, porque necesitan que la estrategia sea viable con el aporte de todos. Y para su convocatoria, el CV ya no sirve porque nada dice de los valores y habilidades que definen a la persona.

¡El portador de Tu Marca Personal tiene un futuro venturoso porque es el que está en la mejor posición para responder a las necesidades de la empresa. Y además, no necesita del CV porque quedó neutralizado por la conversación referencial que de su estilo de trabajo hacen y transmiten sus pares y conocidos!

José Podestá

 

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