Proveedor de Servicios

25 marzo 2012 ·

En el contexto actual, sea local o global y en donde la demanda de trabajo supera a la oferta, surge la necesidad entre ambos actores de cambiar la propuesta de abordaje y captación de un proyecto laboral. Quizás a la mayoría de los que hoy buscan insertarse o re-insertarse en una organización no les guste para nada hacer algo así, pero la realidad nos dice que por ahora es lo más inteligente que uno puede hacer.

¿Cómo se hace para no fracasar en el intento?

Básicamente hay que partir de uno mismo, y estar convencido de que la mejor forma de poder hoy acceder a un trabajo es proponiendo un servicio “concreto y realista” para la empresa a la que uno le interese vincularse.

Esto ya nos dice varias cosas:

a. Hay que saber qué es lo que uno tiene para ofrecer, en lo personal-profesional.

b. Qué competencias-habilidades o talentos uno posee como fortalezas.

c. Conocer qué soluciones necesita la empresa-objetivo.

d. Contar con un plan-proyecto funcional y de interés estratégico para la empresa.

e. Lograr persuadir-convencer acerca de la propuesta de valor del proyecto en cuestión.

¿Pero eso no es una consultoría?

Efectivamente. Al ser escasa la disponibilidad de empleo en relación de dependencia, nada excluye que en lugar de hacer un trabajo en la modalidad tradicional uno termine brindándolo como un trabajador independiente. De esta forma, uno accede a algunos beneficios, como ser:

a. No estar sujeto a horarios formales.

b. Trabajar en la empresa que ambicionaba estar, sea en la modalidad part-time o a tiempo completo, en función de la naturaleza del proyecto.

c. Lograr un interesante nivel de exposición ante referentes ejecutivos clave de la organización, con el beneficio que ello tiene para el corto, mediano o largo plazo.

d. Conocer en profundidad otras carencias o urgencias que la empresa pudiera tener.

e. Dejar una buena impresión por el servicio brindado, especialmente en el ámbito de las fortalezas personales disponibles.

f. Lograr ser luego recomendado, por esas empresas-clientes, a otros colegas.

Este listado meramente enunciativo puede ampliarse, aún más, pero es suficiente para mostrar algunos de los múltiples beneficios que pueden capitalizar todos aquellos que decidan abordar un trabajo de un modo no convencional.

Asimismo, es bastante probable que la persona que hizo y llevó a cabo un proyecto profesional a la medida de la empresa, logre finalmente ser seducido para sumarse a la organización. Es decir que el partir hoy con una propuesta de valor para la empresa, ésta puede terminar por constituirse en la llave de ingreso a la misma.

Momento de decisión

Aceptar tal invitación es por cierto algo muy personal. Quizás aquellos que ambicionan ingresar a la empresa por el método convencional, concluido el proyecto decidan luego conservar su grado de libertad, no desechar la invitación de la empresa a continuar en la misma, pero seguir vinculado en carácter de prestador de servicios. Otros, en cambio, posiblemente opten por cumplir así con su objetivo de estar en relación de dependencia.

De todos modos, cualquiera sea la decisión del interesado, el haber ofrecido un servicio de valor a la empresa fue suficiente para la posterior profundización de ese vínculo laboral-profesional.

¡Para el portador de Tu Marca Personal, el brindar servicios a la medida de su mercado laboral objetivo le permite, además, seguir creciendo como persona y profesional!

José Podestá

 

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