Reinserción o Emprendimiento

31 marzo 2013 ·

Recibir la noticia de un despido, con justa causa, es una experiencia muy fuerte para cualquier persona. Se me ocurre, como metáfora-imagen vinculada a ese momento, una sensación de vacío parecida a la pérdida de la vivienda, sea por un incendio, huracán o terremoto. A ello se le suma la impotencia y la desolación frente a un hecho que se nos escapó de las manos.

El impacto psicológico y social del despido dependerá de la edad del damnificado y de su actitud. Es muy distinta la situación anímica en un joven de 20 años que en un adulto de 35 ó 50 años, con carga de familia. En este último caso, se le suma el agravante de sentir haber quedado literalmente afuera del sistema, es decir, sin posibilidades de reinserción laboral y a casi quince años para poder acceder a la jubilación; si a ello le sumamos que las expectativas de vida hoy superan los 70 años, el panorama no deja de ser muy lamentable.

No todos reaccionan por igual

Así como a un joven la noticia lo puede motivar para una rápida reacción positiva, siempre y cuando su autoestima sea alta, lo mismo vale para los más adultos. Por tanto, y más allá de los efectos negativos que se deben asimilar, es muy importante reflexionar sobre lo sucedido y ponerse a trabajar en la superación del momento.

Alguno podrá pensar que una cosa es escribir o decir estas cosas y otra muy distinta es vivirla y padecerla. Y tiene razón. Pero si nos quedamos en el lamento o en la profundización del estado de víctima, que para nada son constructivos, entonces esta persona se estará haciendo un daño mayor.

El reflexionar sobre lo sucedido, tal como se había sugerido, es una actitud necesaria. ¿Por qué? Porque permite a uno repasar los motivos del despido y darnos cuenta, por ejemplo, que para nada se debió a irresponsabilidad personal alguna. En el supuesto caso que uno tome consciencia que en lo personal nunca los demás llegaron a percibir que estaba comprometido con la tarea o padecía de alguna carencia, ello nos permitirá entonces saber, con objetividad, el nivel de las fortalezas y debilidades a ser tenidos en cuenta.

Además, los sucesos negativos o positivos que impactan en nuestra vida no son obra del azar. Encierran un mensaje que, lamentablemente, muchas veces no sabemos descubrir o interpretar.

Momento para emprender

Si junto con el despido se percibe una suma determinada de dinero, tal vez esa persona se encuentre en el momento oportuno para encarar algo personal; incluso, quizás hasta pueda brindarle la prestación de algún servicio a la misma empresa que produjo el despido.

Dado que hoy nadie está en condiciones de garantizar un trabajo-empleo de por vida, es muy necesario ponerse a pensar, desarrollar y brindar una propuesta personal, por supuesto no de modo impulsivo-emocional sino con la mente fría y los pies sobre la tierra. Quizás se podrá sentir que eso no es para uno. A ello lo que mejor se le contrapone y constituye en un ejemplo sobresaliente, es lo que hicieron millones de inmigrantes que a principios del siglo pasado o durante la segunda guerra mundial, tuvieron que abandonar todo y radicarse en otro país, comenzado literalmente desde cero y llevando adelante un emprendimiento personal.

¡El portador de Tu Marca Personal, sabiendo que es el único artífice de su Yo SA, trabaja para llevar adelante su plan de carrera laboral-profesional, sea en el rol de empleado, emprendedor o ambos a la vez!
José Podestá

El Trabajo Puede Anticipar la Muerte

24 marzo 2013 ·

Para aquellos que no les gusta trabajar, un titular como éste no deja de ser un estupendo justificativo a sus convicciones. Pero, en realidad, no es el sentido de lo que hoy deseo relatar.

El origen de los suicidios

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud/OMS señalan que se cometen cerca de un millón de suicidios por año, equivalente a uno cada cuarenta segundos, radicando su causa en lo laboral. Otros estudios indican que el 90% de los suicidios tiene un trasfondo o causa laboral. Por tanto, quien está dispuesto a “dar su vida” por la empresa –actitud muy respetada décadas atrás– seguramente que en lo personal terminará muy defraudado.

El valor del valor

En los tiempos que corren se habla de la importancia-necesidad de brindar valor en las tareas que, a diario, se realizan en una organización. Esto es un dato cierto y también una demanda requerida por la empresa como factor de reaseguro imprescindible para ser competitivo hoy y sustentable en el mañana.

Entonces, y para no ser una víctima del proceso, es muy importante que el empleado –se trate del cadete o el CEO– tengan bien en claro los límites y el rol que el trabajo y su proyecto personal representan en su vida. De lo que se trata es visualizar, con los pies en la tierra, hacia dónde se aspira llegar con el trabajo actual y qué representa el mismo en su plan de carrera laboral-profesional.

Más allá del valor que cada uno sume a la empresa por la responsabilidad asumida, también hay que tener la propia para el ámbito individual, familiar y social. Es decir, que necesariamente hay que darse cuenta de ello, para mantener el equilibrio y no licuarlos en un todo. Si esto último llegara a ocurrir, entonces esa persona terminará en problemas.

La tecnología no ayuda, a veces

Si bien la portabilidad del celular viene creciendo exponencialmente, los problemas de comunicación en las personas no están solucionados. Ya es un hecho consumado, o una batalla perdida, pretender que en determinados lugares se apague el celular. También es corriente percibir cómo en voz alta y no por sordera, al hablar las personas desde el celular compartan con el público sus asuntos personales, aunque se traten de temas íntimos, de finanzas o laborales.

Todo ello forma hoy parte del paisaje urbano en donde sus protagonistas, en su gran mayoría y sin darse cuenta, demuestran su alta dependencia al estar “informados” pero no “comunicados.”

Por supuesto que el ámbito laboral tampoco está ajeno a la dependencia del llamado y respuesta automática en la modalidad 24/7, realizada por el supervisor al supervisado. Esto significa que se ha llegado hasta tal extremo de intromisión en la privacidad del empleado, que “obliga” a éste a la respuesta automática aunque el llamado se haya producido fuera del horario laboral, fin de semana, feriado o vacaciones.

Entonces, lo que mata es el estrés

En la medida que el ser humano no se auto respete y preserve sus necesarios espacios de privacidad, descanso y tiempo personal, pretendiendo además hacer lo mismo con los empleados porque considera que “el trabajo así lo demanda”, se estará ingresando tarde o temprano en la antesala de la muerte. ¿Cómo? Inicialmente con el estrés que luego irá impactando en la productividad, los accidentes laborales, la salud y la vida de relación; a ello refiere la tasa creciente de suicidio ya mencionada, quizá por la impotencia de sus actores.

¡El portador de Tu Marca Personal está expuesto a ser una víctima potencial del “sistema-entorno” vigente, motivo por el cual deberá saber anteponer y no apartarse de su visión personal!
José Podestá

Los Nuevos Valores en el Trabajo

17 marzo 2013 ·

Muchas de las preguntas y afirmaciones que realiza la Generación Y en la primera entrevista laboral, sea llevada a cabo por una organización o una consultora-selectora, serían hasta no hace mucho tiempo atrás causa automática de una inmediata finalización de la misma. Algunas de esas preguntas, son:

- ¿Los viernes se trabaja?

- ¿Brindan más días de vacaciones que lo establecido por ley?

- ¿Tiene gimnasio la empresa?

- ¿Disponen de sala de relax?

- Los martes por la tarde tengo que cuidar a mi madre.

- Necesito disponer dos tardes al mes por un postgrado de literatura.

- Ya tengo confirmado un viaje de dos meses a Europa, el próximo año, con un grupo de amigos.

Cómo no frustrarse con la realidad

Para las empresas que después de un intenso trabajo llegaron a tener perfectamente definido y estructurado los procesos de gestión del personal, pretender seguir en la misma senda es avanzar por el camino equivocado. Así como el área comercial y financiera de esa misma empresa ha tenido que ir adaptándose o anticipándose a los cambios locales y globales, lo mismo debió hacer el área de las personas. Caso contrario, en el proceso natural del recambio generacional se irán quedando sin gente que pueda crear valor y generar ideas e innovación para los tiempos que corren.

Más allá que a algunos les parezca que las preguntas-demandas que escucha de esta generación no pueden aceptarse, lo cierto es que ellos están poniendo sobre la mesa nuevos valores, con total espontaneidad y honestidad. Se animan a plantearlo desde el vamos, a los efectos de no perder tiempo ni hacerlo perder al proceso de búsqueda.

También se observa que la forma como encaran la vida en general, es mucho más completa y única que la de sus antecesores. Quizás muchos de ellos provengan, incluso, de familias en donde el padre vivió y dio todo por la empresa y sin embargo, sea por reestructuración, tercerización u otras “argumentaciones”, fue despedido años antes del retiro generoso que la empresa le había prometido es más de una oportunidad.

Entonces, no es inusitado que esta generación aspire disfrutar en la oficina y que ésta sea, a su vez, un importante eslabón que lo acompañe en los otros disfrutes que integran su día-a-día.

Al responsable del área de personal quizás le cueste entender que el nuevo empleado pretenda sumar y asimilar a la empresa como parte del disfrute que le produce el trabajo que realiza diariamente. De allí que es importante intentar ponerse en los zapatos del otro –aunque para algunos hasta les resulte “humillante”– para comprender que no hay segundas intenciones más allá de los nuevos valores que esta generación no desea negociar ni claudicar.

¡El portador de Tu Marca Personal, como ferviente defensor de su Yo SA, fue y es el precursor de los nuevos valores que hoy las empresas deben aceptar y convalidar!
José Podestá

Los Empleados No Son Homogéneos

10 marzo 2013 ·

El concepto de la estandarización en las empresas –procesos, máquinas, herramientas, empleados– ha sido durante décadas un eficaz recurso para la reducción-optimización de los costos. A pesar que hoy los sistemas de producción no son los mismos, como tampoco los de comercialización y gestión de personas, la mayoría de las empresas siguen rigiéndose por los procesos, descripción de puestos y objetivos exitosos del ayer.

Desde la psicología se ha venido reiterando en el tiempo que el ser humano es un individuo único e irrepetible, concepto que todo responsable o profesional del área de personal lo sabe desde el vamos. Sin embargo, y a pesar que las personas que trabajan en una organización nunca fueron homogéneas, estos especialistas fueron desarrollando e implementado ideas que tendieron a la estandarización de las funciones, sueldos y, obviamente, empleados.

El justificativo administrativo, no sirve

En realidad nunca debería haberse aceptado, porque esa práctica en el ámbito laboral llevó a la gestación de rebaños y clones que, si bien se los podría “administrar” estupendamente, pasaron a ser mayoritariamente un lastre por la improductividad generada y la carencia de aportes e ideas creativas que tan necesarias son en cualquier organización.

Hoy es frecuente tener que interactuar en la empresa con grupos de distintas culturas. En general, aunque se trate tan sólo de grandes corporaciones, todavía estos colaboradores se ven sorprendidos por las viejas normativas vigentes. Lo insólito es que, en lugar de aprovecharse la experiencia internacional para capitalizarla y cambiar, se deba aún escuchar una expresión tan vacía de contenido como: “Aquí es así” o “nosotros lo hacemos de esta manera.”

Entonces, cuando llega el momento de evaluar al empleado, surge la incompatibilidad derivada entre la normativa vetusta gerenciada por los que saben y la demanda que se le exige al empleado en términos de creación de valor, propuestas y sugerencias aportadas durante el periodo.

Para poder tener una empresa sustentable en el tiempo se necesita del aporte y el compromiso del empleado. Por ser un requisito “excluyente” en los tiempos que corren, la empresa debe poner toda la infraestructura al servicio del empleado. Tal como ya lo hemos dicho oportunamente: la empresa debe trabajar para el empleado, y no al revés.

El empleado no homogéneo hace la empresa

Mientras la organización persista en el anticuado enfoque administrativo para gestionar a las personas, no sólo irá perdiendo poder y relevancia sino que estará trabajando para su propia desaparición.

Si una empresa la componen quince, doscientos o cinco mil empleados, tiene la posibilidad de gestionar esa individualidad para que estén motivados y orgullosos de pertenecer a la misma porque saben que, diariamente, están co-creando y haciendo suya las tareas realizadas.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe muy bien que debe ser consecuente y tenaz para perseverar en su diferenciación, autonomía e individualidad!
José Podestá

Ser Honesto y Confiable

03 marzo 2013 ·

En el mundo que nos tocado vivir, cada vez más urgido por los resultados y lo material, viene dejando por el camino una serie de valores que han sido principios rectores de nuestros antepasados. Entre ellos estoy destacando la honestidad y la confianza.

Tal vez alguno de ustedes escuchó el valor que tenía, por ejemplo, la palabra dada. Bastaba con expresar el compromiso de cumplir en tiempo y forma, con la devolución del préstamo que alguien anticipó, para que ello así fuese. La palabra era “sagrada” y de la misma se beneficiaban las partes. Cosa muy distante a los tiempos que corren, en donde ni los instrumentos de pago y legales alcanzan, muchas veces, para garantizar el contrato asumido.

En lo laboral no deja de sorprender, a pesar del impacto negativo que tiene en la imagen de la empresa, cuando ésta rompe, viola o tergiversa las condiciones laborales enunciadas y acordadas en una búsqueda. Entonces, el empleado se entera en el primer día de su ingreso que el horario no era el informado o que el puesto en cuestión por ahora no se habilitó, “por razones estratégicas”.

Vemos que la realidad nos demuestra que el ser honesto y confiable no es un requisito que le cabe exclusivamente al empleado. Se trata de valores inherentes a toda persona, motivo por el cual incluye explícitamente a todos aquellos que en la empresa tienen responsabilidad de supervisión y gestión.

El enemigo público de la palabra es la mentira, pero también ésta atenta contra el ser  confiable. Quizás, sin darnos cuenta, el ser humano se ha transformado en el replicador máximo de la mentira, convirtiéndola en el peor de los virus. Pero también está oculta en los más sofisticados cuadros estadísticos o de opinión pública que suelen utilizar los funcionarios y empresarios, como práctica de usos hoy aceptados por todos.

Sin darnos cuenta, la mentira quedó enquistada en la sociedad y se va robusteciendo y sofisticando en función del “uso” que cada uno realice, al menos para “evadir” una situación molesta o indigna que ocurrió. También vemos cómo la hipocresía del inconsciente colectivo la dotó de una racionalidad ingenua e injustificable, al hacernos creer que hasta hay “mentiras piadosas”, especialmente dichas para no predisponer mal al otro. En realidad, lo que ello nos demuestra es que nos engañamos. ¿Por qué? Porque la mentira, más allá de sus “tipologías” que son fruto de la razón, es también causa de enfermedades que muchas veces ni la ciencia logra entender.

Cuando uno se encuentra en pleno desarrollo de la carrera laboral-profesional, incluso trabajando en su Personal Branding, sabe muy bien el alto costo que la mentira puede llegar a producir en el mercado objetivo al que se desea llegar, especialmente cuando éste detecta que no se es un individuo honesto ni confiable, por más expertise y resultados exitosos que sume en su haber.

¡El portador de Tu Marca Personal debe tener muy en cuenta que la mentira siempre conduce a un callejón sin salida, a pesar de que alguna vez le haya servido hasta para liberarse de alguna irresponsabilidad u omisión!
José Podestá

 

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