El Desafío Laboral-Profesional

08 diciembre 2013 ·

Mientras las oportunidades ocurren en el mundo exterior, las actitudes y motivaciones que nos ponen en acción o las depresiones que nos condicionan en el hacer, se gestan y transitan en nuestro ser interior. A partir de cuál es nuestra predisposición frente a los sucesos que sentimos valen la pena –por ejemplo, aquellos que son funcionales al plan de carrera laboral-profesional– terminamos adoptando un comportamiento vivencial. ¿Por qué? Porque en ese caso se constituye en un desafío personal, que posiblemente sea el que termine brindando un sentido a la vida, aunque no se tenga un conocimiento profundo de ello.

 La oportunidad oportuna

Aquellos que han tenido alguna experiencia como cazadores de oportunidades y tendencias, seguramente hayan interpretado el sentido que tiene la oportunidad oportuna.

Si bien en algún momento uno puede estar expuesto a un suceso que impulsivamente sentimos que es digno de ser capitalizado, luego no siempre puede terminar siendo el más conveniente para el plan o proyecto personal. Por supuesto que es bueno tener o desarrollar alguna habilidad para percibir eventuales consecuencias que están más allá de lo aparente. Sin embargo, ello nos debería hacer también más cautos ante los riesgos implícitos que suelen estar ocultos, latentes e incluso visibles, pero que por obra de nuestra fuerte carga emocional no hemos sido capaces de ver.

Más allá de aquella reiterada afirmación que dice que detrás de una crisis se esconde una oportunidad, para uno lo será en la medida que le sume valor y brinde algún sentido a la visión personal. Por su parte, tanto el ser racional como el ansioso dirán que no por ello deberían descartar de poder ir capitalizando, sobre la marcha, los beneficios marginales o económicos que puedan provenir de una crisis. Lo importante es no perder, por ello, el sentido y la razón de ser que implica como desafío el proyecto laboral-profesional.

Gestionando el largo plazo

El desafío suele remitirnos, por lo general, a un suceso del presente. El hecho que nos cueste luego extrapolar el desafío al largo plazo – especialmente cuando se lo vincula al puesto, el cargo aspirado o el rol consumado de la profesión elegida– no significa que no deba hacerse. Aquí, de lo que se trata, es poder ir gestionando el desafío a través de pasos y metas sucesivas, tal como lo vemos, por ejemplo, en una carrera de postas en donde los atletas trabajan por etapas, porque saben que el desafío está en el logro de la sumatoria de las mismas.

En un contexto cortoplacista tan pronunciado como el actual, hace que muchos se desanimen por todo aquello que demanda constancia y perseverancia. Sin embargo, así es la vida y así es y ha sido el desempeño de los grandes líderes o emprendedores que nos hayan llamado la atención. En cambio, aquellos que optaron por ganar tiempo o elegir atajos, también sabemos cómo mayoritariamente han terminado.

La salida exterior

Si bien uno es quien elige el país en donde nacer, aunque luego no se piense ni se hable de ello, no implica en absoluto que se deba permanecer allí de por vida. Si el destino o una oportunidad en lo laboral-profesional hacen que se deba establecer raíces en otro lugar del planeta, es algo que está indefectiblemente vinculado con la biografía personal. Escuchando a la voz interior, cada uno sabrá lo que implica como desafío lograr la realización personal y de vida en otro sitio, sea en forma transitoria o definitiva.

¡El portador de Tu Marca Personal se ha preparado para asumir y gestionar aquel desafío laboral-profesional que luego podrá llegar a brindarle un  sentido en su vida, independientemente del lugar geográfico en donde deba llevarlo a cabo!
José Podestá

 

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