Ahora, Las Habilidades Blandas

02 febrero 2014 ·

Durante décadas el empleado que ingresaba a una empresa, tanto local como multinacional, prácticamente se tenía que abrir paso en el desconocido entorno, incluso muchas veces bajo las miradas inquisidoras de sus compañeros. Había casos en donde hasta debían preguntar en dónde se encontraba el baño.

Nadie niega que una empresa, sobre todo si es de origen comercial-industrial, tiene que generar riqueza para retribuir no sólo a los accionistas sino para tornarse sustentable en el tiempo. Por tanto, destinar o perder el tiempo en la comunicación interna, el trabajo en equipo, el liderazgo, la motivación, la escucha, entre otros ejemplos de habilidades blandas o soft skills, no era un tema de consideración.

La cultura “hard” y el verticalismo fueron los signos de la gestión que caracterizó al management hasta el advenimiento de la nueva economía de la información y del conocimiento. Por supuesto que hubo excepciones significativas de empresas como IBM o GE, entre otras, pero debido al involucramiento, importancia y convicción que sus respectivos CEO’s tuvieron con el personal.

Cambiaron los tiempos

¡Y en este caso, para bien!

Así como en el ayer un ejecutivo o un técnico fracasaban por un error de cálculo o de implementación, hoy pueden llegar a perder el empleo o verse alterada la carrera laboral por cuestiones tales como:

-No saber delegar.
-No compartir información.
-No motivar a sus equipos.
-No influir ni persuadir a sus pares.

Por supuesto que las capacidades mencionadas pueden ser aprendidas. De hecho, el departamento de Capacitación y Desarrollo lo viene haciendo en las empresas desde hace tiempo. Pero ello no depende de si existe o no tal área, porque tal formación se la puede contratar o tercerizar.

Tal vez alguno se pregunte a qué se debe todo ello. Lo que ocurre es que las habilidades blandas tomaron mayor vigencia por la creciente tendencia de las empresas al trabajo interdisciplinario y sinérgico entre áreas; también se hizo necesaria por el pasaje de la organización vertical a la horizontal y transversal. Por supuesto que no son excluyentes de las habilidades duras: ambas se deben complementar porque son necesarias para el logro de los objetivos establecidos.

Si bien algunas posiciones son más demandantes de las habilidades blandas –comercial, personas expuestas con los públicos internos y externos– otras están más condicionadas por las habilidades duras. Pero el hecho que a un técnico o a un desarrollador de tecnología no les importe vincularse y establecer relaciones dentro de la organización o en la vida, terminan luego sufriendo por las consecuencias de ello.

La clave, como siempre, está en el equilibrio

Como en muchos órdenes de la vida, el desafío está en el punto medio. En este caso, en saber encontrar la combinación adecuada ente lo técnico y lo blando, para que a partir de las relaciones interpersonales se sume el conocimiento y se genere el valor diferencial que la organización  necesita capitalizar.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe muy bien el significado y el valor que tienen las habilidades blandas, comenzando por la más básica, es decir, la de ser una persona creíble y confiable en su mercado objetivo!

José Podestá

 

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