La Experiencia Como Valor

09 febrero 2014 ·

A partir de la segunda mitad de la década de 1990 se aceleró el recambio generacional en las organizaciones. Algunas empresas percibieron, de entrada, que además se les presentaba una oportunidad para reducir el costo laboral, dado que el empleado o ejecutivo a reemplazar lo sería por jóvenes con menor nivel de experiencia y menor salario. Pero lo que no se imaginaron estas empresas fue que los “desplazados” se llevaron consigo, no sólo la cultura y los principios-guía de la empresa, sino también dos factores intangibles clave: el expertise y el sentido común.

El vacío de management resultante comenzó a impactar negativamente dentro de la organización. Las relaciones ya no eran como antes y los desaciertos no se hicieron esperar. Fue así como la “rotación” se tornó en una constante en la mayoría de las empresas, preocupadas por la pérdida de competitividad y de calidad.

Redacción devaluada

Algunos periódicos, preocupados por la caída en la venta de ejemplares, iniciaron en esa época un proceso de aggiornamiento en la Sala de Redacción, pensando que de esta forma se lograrían dos efectos sinérgicos:

a. Revertir la caída de la facturación.

b. Brindar un estilo de lectura más “amigable” y de cercanía con el lector.

Sin embargo, no sólo no se alcanzaron ambos objetivos sino que la venta aceleró su tendencia declinante. Esto no es algo que alguien me lo contó sino que lo he visto muy de cerca porque, durante años, estuve vinculado y coordinando actividades en la industria del periódico en América Latina.

Los directivos de los diarios habían tomado tal decisión, de espaldas al cliente. En esa época era frecuente escucharlos decir que “el lector no sabe lo que quiere.” Desde ya, tal pensamiento e “iluminación” no era exclusivo de esta industria; se inició a principios del siglo pasado con la máxima de Henry Ford –“Un cliente puede tener su automóvil del color que desee, siempre y cuando sea negro.” Tal soberbia terminó a los pocos años cuando Alfred Sloan, de General Motors, le demostró lo contrario.

Olvidarse e ignorar al lector leal del periódico, es decir el que diariamente lo compra y hace con ello viable el negocio editorial, implicó que en forma abrupta éste se encontrara con cambios de estilo, de diagramación, de redacción, con reiterados errores gramaticales-ortográficos y de contenidos que nivelaron el producto hacia abajo. Por supuesto que los cambios deben hacerse, pero a partir de las prioridades que tiene el lector de hoy y en total sintonía con él.

El resultado de ello está a la vista. En el mundo vienen cerrando diarios emblemáticos, otros se venden o directamente migran del soporte papel a la plataforma digital.

La replicación manifiesta

Lo comentado también hizo lo suyo a partir del recambio llevado a cabo en las organizaciones y empresas de rubros diversos. Ello determinó que algunas de ellas, comenzando en los Estados Unidos, volvieran a convocar al personal “de valor” que habían desplazado tiempo atrás; otras a incorporar personal del grupo etario de cuarenta y cinco más años, para volver así a recomponer o al menos equilibrar los “valores perdidos.”  Mientras tanto, la gran mayoría de las organizaciones que no estuvieron de acuerdo en dar marcha atrás con el recambio generacional –que por supuesto es y siempre será necesario realizar, pero con sentido común– continúan buscando respuestas-soluciones que no se dan y generando con ello una rotación frecuente, incluso a nivel de los CEO’s.

¡El portador de Tu Marca Personal, más allá del ciclo de evolución laboral-profesional en que se encuentra transitando, cuenta ante el recambio con el reaseguro que le brinda su nivel de actualización, experiencia, resultados y el sentido de anticipación!
José Podestá

 

© Tu Marca Personal - Todos los derechos reservados. Se permite la difusión del contenido únicamente citando la fuente.