El Diferencial Está en Uno Mismo

11 mayo 2014 ·

El Personal Branding no es un fin en sí mismo ni un recurso para persuadir o seducir a terceros, con el objetivo de ganar influencias o acceder, dentro de un tiempo, al puesto de fulano u otro mejor. Quizás hayan leído o escuchado que de eso se trata: de intentar que los “otros” vean que uno no es igual al promedio de la gente, motivo por el cual con algo de Marketing & Ventas se ganaría “visibilidad” para que los destinatarios sepan que uno existe.

El Personal Branding, en cambio, debe ser concebido como la consecuencia de un camino interior que uno se propone asumir y recorrer, para evolucionar y crecer en los hechos como un ser humano. En ello va implícito el plan de carrera laboral-profesional, a tono con el sentido que éste tiene en nuestra vida. Es decir, es un trabajo personal. Quizás el más importante de uno decide hacer, porque tiene que ver, nada más ni nada menos, con nuestro propio destino.
De qué se trata

Si bien no somos demasiado conscientes de ello, cada uno de nosotros hemos decidido venir al mundo para cumplir una misión específica. Prueba de ello es que logramos fecundar, cuando bien podría haber sido otro ser entre los millones de espermatozoides que en ese momento también pretendían ingresar a la vida. De allí que, en un momento dado de nuestra existencia, es muy importante pensar y meditar acerca de “quién soy”, “por qué estoy aquí”, “adónde aspiro realizarme o llegar”.
Esas mismas preguntas existenciales pasan también a ser clave cuando uno está decidido a realizar el camino interior del Personal Branding. Porque si no comenzamos por ponernos en claro con uno mismo, cualquier empresa en la vida difícilmente podrá llegar a buen puerto.

Sin embargo, en la realidad cotidiana –a nivel sociedad, comunidad, trabajo o profesión– vemos que no son mayoría las personas que se destacan en lo suyo y menos aún brindando un legado para su posteridad. Es importante darnos cuenta que lo realizado por esos seres habilidosos y sobresalientes nada tiene que ver con el factor suerte –aunque la suerte bien entendida, también es un trabajo. Más bien, han descubierto cuál es su misión y la razón de su existencia en este mundo. Y a partir de allí pusieron manos a la obra, sin especular que con ello iban a ser objeto de admiración por parte de sus destinatarios o que recibirían una mejora laboral-profesional. ¡Nada que ver! El legado del ser humano va mucho más allá de la fama y el dinero –aunque sepamos que el gran rebaño se desvive por ello, porque justamente carecen de habilidades e ideas propias para señalar un rumbo o brindar un aporte.
Creer que el Personal Branding es la salida mágica e inteligente para superarnos, es algo que carece de sentido. No sólo los grandes genios de la humanidad sino también los millones de seres que en un plano menos relevante hacen realidad la misión de su existencia, luego son los que trascienden en la historia y en el recuerdo y el agradecimiento de la sociedad. De esta forma se convierten en portadores indiscutidos de un Personal Branding para nada especulativo ni de mote egoísta, sino de entrega humilde y desinteresada.

Cada uno de nosotros tiene un don, talento o habilidad que espera y debe ser descubierta y resucitada por uno mismo. A partir del momento en que nos decidamos a realizar ese camino interior, comenzaremos a darnos cuenta del sentido de nuestra vida, para poder así aplicarlo en la vocación-trabajo que lo haga viable: sea como artesano, investigador, emprendedor, artista, jardinero, político, religioso, ejecutivo,…
¡El portador de Tu Marca Personal, en la medida que no se aparte de su camino, estará gestionando su propio destino a través del ideal, la vocación y el trabajo o profesión que caracteriza a su misión en la vida!
José Podestá

 

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