El Personal Branding No es Un Producto

18 mayo 2014 ·

Algunos especialistas en Personal Branding suelen vincular el uso de las prácticas y herramientas que demandan su posicionamiento y desarrollo, con las que llevan a cabo los marketers en la gestión del negocio. Como profesional en Marketing debo decirles que puede o no ser así. Todo dependerá del objetivo aspiracional y del abordaje ético que realice el interesado.

No persuadir, tampoco engañar
Así como existe un alto porcentaje de individuos que desconfían de la publicidad –muchas veces con justa razón– lo mismo le cabe a todos aquellos que piensan que con el Personal Branding podrán hacerle creer a los otros lo maravilloso que son. Estos seres, que lamentablemente representan un alto porcentaje en la sociedad, creen que podrán suplir su mediocridad colocándose una máscara que les permita ser percibidos como algo que no son.

Quizás conozcan ustedes algunos casos exitosos de personas que, con tal proceder, les ha ido muy bien en la vida. Si uno se preguntara cómo lo lograron, seguramente descubriremos que fue gracias a que “los otros”, es decir el mercado laboral-profesional al que aspiraron, también se encontraba mayoritariamente representado por seres mediocres. Si bien en algunos casos estos referentes del mercado suelen ser muy idóneos en lo suyo, en la práctica a muchos de ellos no les importa llegar a ser “engañados” porque sienten que tienen el poder y pueden, con tal actitud, alimentar su ego. Al respecto, insisto en la existencia de esta gran legión de funcionarios que saben que el postulante no es lo que dice ser, pero que sin embargo lo aceptan porque creen que lo podrán domesticar y cobijar bajo su propia sombra; de paso, se aseguran que éste no intente desplazarlo del cargo.
Así como hay malos profesionales en los ámbitos más diversos del saber, también existen malos empleados, ejecutivos, políticos, presidentes, etc. Cuando el más lúcido se pregunta cómo ello es posible, puede llegar a la conclusión que son verdaderos incapaces o clones que poco y nada pueden o suelen sumar para el bien de la sociedad.

El ser honesto y humilde
Por lo general no suele cuestionarse el valor de la honestidad, aunque algunos lamentablemente creen que con ello no se factura ni come. En cambio hay menos adeptos de la humildad, porque se la suele vincular negativamente con:

- Debilidad.
- Falta de iniciativa o ambición.

- Conformismo,…
Sin embargo, ninguna de estas connotaciones tiene que ver con el ser humilde. Hoy en día se considera fundamental que hasta el buen líder debe practicarla, tanto en su actitud como en el hacer. Estos líderes son los que ante el éxito del equipo se apartan a un lado, porque consideran que el mérito es de su gente; en cambio, no dudan en asumir en su persona el costo del fracaso. Lo opuesto es lo que vemos en los líderes mediocres, es decir, aquellos que nunca aceptan quedarse afuera del éxito ni tampoco dudan en culpar a su gente ante el menor fracaso; son verdaderos campeones en el reparto de sus errores personales.

Lo mencionado sirve también para ilustrar lo que implica detentar, con honestidad y humildad, el Personal Branding. La marca en el ser humano no es Marketing, porque no hemos venido al mundo para ser un producto o una cosa. En cambio, sí hace a la reputación y al valor de los que son sobresalientes y están al servicio de los demás.
En consecuencia, si bien las habilidades o talentos suman en el ámbito laboral, profesional y social, carecen de valor cuando están reñidos con la esencia y los atributos morales del ser humano.

¡El Portador de Tu Marca Personal está llamado a ser un buen líder en lo suyo, porque sabe muy bien que para el reconocimiento y la estima no sólo importan los resultados materiales, sino también sus valores, como persona!
José Podestá

 

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