Pensando en el Futuro

06 septiembre 2015 ·

El interesado en desarrollar y posicionar su Personal Branding necesita partir del futuro. Al respecto, en un momento de su trabajo personal deberá autoresponderse, con los pies en la tierra, dónde se ve trabajando y en qué cargo o profesión, dentro de ocho, diez o quince años. Todo ello dependerá de la magnitud, aspiración y esfuerzo que esté dispuesto a imprimirle a su plan de carrera laboral y profesional.

La mayoría no actúa así
En la vida de relación vemos que existe un alto porcentaje de individuos que no expresan su opinión o puntos de vista sobre determinados temas, por temor a ser marginados en el ambiente en donde interactúan; ello es conocido técnicamente como “la espiral del silencio”. Lo mismo puede ocurrir en el Personal Branding, motivo por el cual no suelen ser mayoría las personas que deciden tomar las riendas de la vida en sus manos. Algunas de las razones frecuentes de ello, podrían ser:

- Por simple desconocimiento acerca del rol activo que están llamados a asumir.
- Porque creen que en la medida que trascienda en la empresa en donde trabajan que por su carrera e interés personal no es estar allí por mucho tiempo, optan por recurrir a la espiral del silencio, no sea que de llegar a enterarse el gerente consideren que podrían ser  despedidos automáticamente.

Lo opuesto ocurre en aquellos que, en función de las etapas o pasos escalares que necesitan ir realizando en el tiempo, hasta el momento de alcanzar el logro de su visión, acuerdan con la empresa llevar a cabo determinadas tareas que son funcionales a “su” proyecto personal.
Posiblemente, algunos de ustedes se pegunte hasta qué punto es coherente y factible la actitud asumida en el último caso mencionado. Pues bien, ello tiene que ver con el desarrollo aspiracional del Personal Branding que este perfil de empleado, ejecutivo o profesional está dispuesto llevar a cabo.

El talento es el justificativo
Aquel que viene trabajando en el Personal Branding sabe muy bien que cuenta con alguna habilidad o talento que pasa a ser vital en su desarrollo personal. Por tanto, cuando la empresa decide incorporarlo es porque descubrió o bien llegó a enterarse que se trata del individuo más adecuado para la organización.

En el hoy, las empresas que están realmente consustanciadas del entorno en donde deben desarrollarse y eventualmente subsistir, tienen bien en claro que para alcanzar sus objetivos necesitan de personas habilidosas y diferentes al gran rebaño. Asimismo, también saben que el empleado o ejecutivo a incorporar se retirará de la organización cuando sienta, por ejemplo:
- Que no han cumplido con las “promesas” manifestadas en el proceso de selección.

- El empleado percibe que ya brindó y asimiló todo lo que podía dar y esperar de la empresa.
En consecuencia, cuando el empleado es el que decide partir –práctica cada vez más frecuente a la que están expuestas las organizaciones– los intentos que ésta realice para “retener el talento” no tienen sentido ni sustento alguno. ¿Por qué? Por la sencilla razón que el talento no se lo puede retener sino estimular para que se exprese en el hacer.

En cambio, la organización es muy probable que obtenga una mayor permanencia del empleado habilidoso que potencialmente pueda llegar a migrar; por ejemplo, cuando lo integra en sucesivos proyectos que resulten ser “funcionales” al plan de carrera de esa persona.
¡El portador de Tu Marca Personal cuenta con las competencias necesarias para acercar el futuro al hoy, porque no sólo sabe cómo hacerlo sino también porque con su quehacer laboral-profesional va consolidando su posicionamiento, en armonía con las etapas de su vida!
José Podestá

 

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