Ser Una Buena Persona

13 septiembre 2015 ·

Por lo general, mayoritariamente nos consideramos una buena persona o, al menos, hacemos el esfuerzo por serlo. Se trata de una aspiración noble y humana que nos lleva a posicionarnos como seres respetuosos por la individualidad de nuestro prójimo, solidario y atento cuando necesita que le tendamos una mano, y empático en la vida de relación. Todas estas cualidades o dones llevan implícita la reciprocidad, es decir, el deseo de llegar a ser retribuido o considerado por el otro en los momentos en que lo necesitemos.

Competencias vitales
Si en la relación cotidiana nos comportamos como personas civilizadas –salvo las excepciones patológicas que nos puedan sorprender– lo mismo vale para el ámbito laboral y profesional. Dado que ello supone, desde el vamos, ser honestos y transparentes con uno mismo, en absoluto se justifica que haya algún directivo o ejecutivo que se caracterice por maltratar o acosar al personal. Sin embargo, vemos que lamentablemente suele ocurrir.

Muchas veces uno escucha, entre las “razones” por las cuales una organización mantiene en el cargo a personas que carecen de las competencias blandas o vitales, a las siguientes:
- Tiene “mal carácter”, pero en el fondo no es una mala persona. Entonces, la pregunta que aquí se impone es porqué la empresa o institución le asignó tal posición, sabiendo de sus carencias básicas hacia los prójimos. Es importante insistir en ello porque una organización no es una abstracción en sí misma, sino una comunidad de personas que trabajan para concretar un proyecto en común.

- Posee óptima formación técnica y una gran experiencia. La empresa, en este caso, debe ser plenamente consciente que esa persona sólo posee el cincuenta por ciento de las habilidades que requiere el puesto.
- Se trata del “dueño” de la compañía. Con más razón, porque el respeto por el derecho y la consideración hacia los demás, empieza por casa. En el hoy es altamente probable que el proceder de esta persona termine siendo denunciado o repudiado por sus propios empleados, con las consecuencias  negativas que ello luego producen imagen de la empresa.

Como podemos ver, una organización es un conjunto de personas que deciden compartir una instancia o proyecto que les permita, no sólo “ganarse la vida”, sino que además les brinde un sentido a sus vidas. ¿Por qué? Porque en ese emprendimiento cada uno de los involucrados está destinando tiempo y esfuerzo por algo que consideran que tiene un sentido o bien vale la pena en sus respectivas percepciones personales. Si así no fuera, no estarían allí o directamente no permanecerían demasiado tiempo en esa organización, por carecer ésta de los valores básicos funcionales y de respeto hacia las personas.
En consecuencia, así como en el ayer las empresas ponían el foco en las competencias duras del empleado o ejecutivo, hoy esa ecuación está invertida. Esto significa que si el postulante es una buena persona, pero carece de determinados conocimientos, es altamente probable que lo incorporen al plantel. ¿Por qué? Porque de sus carencias duras luego se encargará de asistirlo el área de Capacitación y Desarrollo.

¡El portador de Tu Marca Personal va logrando el alcance de sus objetivos gracias a sus competencias vitales, por ser éstas las determinantes de la “huella” que se va imprimiendo en los demás, a partir de las cosas qué hace y cómo las hace!
José Podestá

 

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