Quizás por desinformación o urgencia personal, a
veces recibo algunas consultas de cómo hacer para lograr que el Personal
Branding funcione rápidamente para ingresar en el primer empleo.
Lamentablemente no funciona así. ¿Por qué? Porque para poder llegar a ser
considerado y valorado por Tu Marca Personal, ello depende de
una trayectoria exitosa. Nunca es el punto de partida.
Como
en todos los ámbitos
¿Cuándo una estrella del fútbol, de la música, de la
medicina, etc., es reconocida y aclamada? Una vez que hayan logrado trascender
los límites de lo habitual. Nunca en la etapa inicial de la carrera, por la
sencilla razón de no haber sido “noticia” en ese entonces.
Así como en el mundo de los negocios una marca se
constituye en líder dentro de su categoría después de un tiempo prudencial, lo
mismo vale para el Personal Branding. Pero con una diferencia substancial:
- La marca comercial necesita de una gran inversión
publicitaria en su tránsito hacia el posicionamiento en la mente del
consumidor-cliente.
- La persona necesita previamente haber puesto, en
blanco y negro, su razón de ser en la vida –es decir, su misión– para luego llevarla a cabo a través de la vocación emanada desde su interior. Esta
conjunción la vemos toda vez que estamos frente a individuos que “destilan”
pasión en lo que hacen, poniendo un gran compromiso y una devolución social
responsable en sus trabajos, para beneficio de sus prójimos. Esto no se
resuelve con publicidad ni mediante una estrategia
de visibilidad; siempre son los “otros” los que terminan reconociendo lo
hecho y brindado en tiempo y forma.
Si bien podemos llegar a conocer por nuestros medios
a las personalidades que han sabido llamarnos la atención por lo que hacen y cómo
lo hacen, no debería asumirse de antemano que el Personal Branding “no es para
mí”, sino para todos aquellos que han logrado “trascender en la vida”. Esta
proposición suele ser un error conceptual de interpretación bastante frecuente,
especialmente en aquellas personas que tienen una baja estima o han sido mal
informadas acerca del objetivo y el alcance del Personal Branding.
También es importante tener en cuenta que todas
aquellas personas que han logrado trascender a través de la historia, en
múltiples especialidades, jamás se “ocuparon” del Personal Branding. Su vocación y trabajo puestos en obras
fueron suficientes para que la humanidad los recuerde con aprecio. Pero así
como por convicción y principios morales privó sobre ellos el hacer el bien,
también estuvieron y están los individuos que han “optado” por hacer el mal en
distintos ámbitos de la vida. No por ello dejan de ser portadores del Personal
Branding, más allá que en estos casos para nada son un ejemplo a seguir, salvo
para aquellos que optan transitar por la vida en la senda del mal.
Desafío
consciente
Dado que la gran mayoría de los seres humanos hoy
deben convivir e interactuar en una sociedad que los considera o resume de un
modo “masivo” y genérico –contadores, médicos, carpinteros, obreros, etc.– no
todas las personas están predispuestas en aceptarlo. Y es muy saludable que así
sea, porque como seres únicos e irrepetibles que somos, hemos venido a la vida
con una finalidad muy concreta de realización. Por tanto, está en el ejercicio
de la libertad individual no sólo descubrir cuál es esa misión, sino también en discernir y decidir de qué forma la
llevaremos a cabo como vocación.
Ambos factores –misión
y vocación– es lo que supieron
resolver y llevar a cabo aquellos personajes ilustres del ayer que hoy
recordamos y respetamos. Pero en la actualidad, a raíz de la gran cantidad de
“iguales” que existen en los distintos ámbitos de la vida, surge la “necesidad”
personal de llevar a cabo un proyecto laboral-profesional que nos ayude a poder
trascender en el tiempo, por la impronta personal, los valores, la vocación y la pasión puestos al servicio
de nuestros prójimos.
De esta forma llegará un momento en que nuestros
pares y la comunidad en donde nos desempañamos, comenzarán a darse cuenta e
interesarse por lo que uno hace. Es a partir de ese momento en que nuestro
nombre y apellido se potenciará en difusión y conocimiento, gracias al
desarrollo que tiene Tu Marca Personal como complemento
en tu identidad.
Quizás hayas escuchado o leído que una vez definido
el proyecto laboral-profesional es “fundamental comenzar a ganar visibilidad a
través de las redes sociales”. En realidad, ello tendrá razón o validez en la
medida en que uno lleve allí a cabo una tarea que, realmente, tenga sentido y
sinergia con la actividad o profesión. Caso contrario, es más lógico y razonable
abstenerse de ello.
¡El portador de Tu Marca Personal sabe que
está transitando el camino que le permitirá hacer realidad su misión y
vocación, sin por ello tener que estar pendiente de su visibilidad o del “qué
dirán”, porque de ello se encargarán sus prójimos!
José
Podestá