Carrera Profesional y Personal Branding

17 junio 2018 ·

Uno puede estar trabajando en una organización o brindando un servicio profesional, pero no por ello estar satisfecho con lo que se hace. Más aún, hay quienes tienen un hobby y sienten que eso es realmente lo que les gusta hacer, pero no les da para poder vivir ni mantener a una familia. Frente a ello: ¿Qué se hace?


Partiendo de la vocación

En algún momento una alta mayoría, en la que me incluyo, estuvo trabajando o haciendo algo que no era de su entera satisfacción. Pero aquí no está el problema, sobre todo cuando uno tiene la necesidad de generar ingresos para cubrir sus gastos y responsabilidades. Lo importante es tenerlo en cuenta e ir arbitrando, en paralelo, la búsqueda de una solución que guarde relación con lo que a uno realmente lo motive o sienta que debería hacer, porque es lo que su voz interior se lo viene diciendo o “recordando”.

Lo mismo vale para aquellos que se encuentran estudiando una carrera universitaria, que tampoco es de su agrado. Aquí uno se podrá preguntar: ¿Para qué la elegí? ¿Para qué estoy perdiendo el tiempo? Seguramente que no existe una respuesta única, sino la combinación de varias circunstancias que los llevó a tomar una decisión incorrecta.

En ambos casos y si uno es consciente de ello, ya tiene acotado el cincuenta por ciento del problema. Resta ahora ponerse a la búsqueda de la mejor solución, la que sin lugar a dudas estará circunscripta en la vocación que le permita llevar a cabo la misión de su destino en la vida.

En la medida en que uno logre “alinear” la vocación con la misión, estará posibilitando el paulatino desarrollo de su Personal Branding. ¿Por qué? Porque…

- Habrá delimitado el terreno en el que desea trabajar o ejercer la profesión, y con ello poder enfocarse en la construcción de su identidad profesional.

- Se produce una mutua influencia entre la persona y su ámbito laboral-profesional.

Por otra parte, al poner en claro los objetivos las personas pueden pensar sobre sí mismas, tomando también distancia para encontrar sentido en lo que hacen. Esta “acción reflexiva”  es resultado de la interacción del individuo con su entorno laboral, además de potenciar el valor de la evolución, el desarrollo y el descubrimiento a partir de la experiencia.

En el opuesto, la “acción irreflexiva” funciona como una actitud elusiva, en donde el peso de la responsabilidad nos lleva a:

1. No pensar en el “por qué hacemos lo que hacemos”.

2. Realizar un diagnóstico incorrecto –por ejemplo, en la carrera laboral-profesional.

3. Responder o actuar muchas veces en forma “automática” a los desafíos que debemos afrontar.

Asimismo, la reflexión sin acción inmoviliza y hasta es conducente a que la persona lleve a cabo un análisis interminable, que luego culmina demorando o postergando los pasos concretos que se deberían dar. Cuando la reflexión es paralizante puede esconder una falta de compromiso con la acción, hecho fundamental en toda carrera laboral-profesional.

Volviendo al tema de la identidad profesional, tengamos en cuenta que va cambiando en la medida del desarrollo personal y laboral, para luego verse reflejada en el Personal Branding. En consecuencia, la identidad profesional refiere a un concepto puente –porque corresponde al doble dominio de la persona y el trabajo-profesión– y dinámico –porque se va transformando de acuerdo con el desarrollo y maduración de la persona o los cambios en los roles que desempeña.

La estrategia adecuada

El cambio de trabajo-empresa es especialmente conveniente cuando uno no comparte la cultura de la organización, el ambiente-clima de trabajo o no brinda perspectivas acordes con el plan de la carrera laboral-profesional. Por supuesto que hoy en día no es frecuente que una persona permanezca en la misma empresa a lo largo de su carrera, pero sí lo era en el pasado; hubo casos de empleados que ingresaron en el puesto de cadete y llegaron con el tiempo a ser excelentes CEO o gerente general.

No obstante, los cambios laborales parecieran ser buenos hasta cierto punto para la carrera, pero llega un momento en que el profesional necesita estabilizarse para comenzar a focalizar sus metas hacia aquellos puestos de relevancia que le resulte “funcional” con los objetivos de su plan personal. Como podrá inferirse, no estoy aludiendo al plan que la empresa “tiene pensado” para el empleado, sino al diseñado por el propio individuo.

En cuanto al nivel aspiracional dentro de la organización, los requerimientos básicos a tenerse en cuenta, son:

- Área divisional o de dirección media. Requiere que el profesional se vaya desarrollando desde su actual posición inferior, sumando conocimientos en áreas diversas hasta alcanzar un sólido expertise. En su desempeño logrará generar un mayor o menor impacto entre sus pares, en función del estilo que le imprima a la gestión; aquí ya se encuentra su Personal Branding en acción.

- Dirección Top. Se llega a la cima a partir de una carrera consolidada en donde las “habilidades blandas” –empatía, inteligencia emocional, capacidad de liderazgo– sean un factor clave, como así también la impronta personal –el estilo, coraje, principios morales, perseverancia,…

Un dato a ser tenido muy en cuenta y que no debería soslayarse tiene que ver con el contexto y la velocidad del cambio. ¿En qué sentido? Simplemente con el estar preparado de verse “sorprendido” con el despido, ya sea a raíz de una crisis o por “movimientos” internos. Lamentablemente se trata de un suceso que ha pasado a ser bastante frecuente en la actualidad, como así también el nivel de rotación llevado a cabo tanto por el empleado como por el ejecutivo.

En la medida que la persona haya sido consecuente con “su” plan de carrera laboral-profesional, estará enriqueciendo su Personal Branding de tal forma que éste comenzará a “hablar por él”, convirtiéndose así en el “otro”, es decir, en su mejor aliado para afrontar las crisis imprevistas o bien en el “doble” que se va consolidando en las etapas del camino que viene transitando.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe que necesariamente deberá enfrentar imprevistos, asumir cambios o bien generarlos, no sólo en pos de su carrera profesional sino también por la repercusión que todo ello pudiera tener en sus prójimos!
José Podestá

 

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