Nadie duda
que para llevar adelante una idea, un proyecto e incuso una empresa, se deba
contar con los conocimientos adecuados. Pero, además, hay que tener una
sensibilidad especial hacia lo social, hacia lo humano. ¿Por qué? Porque las
personas adecuadas y en los puestos correctos, son las que hacen viable la
misión –razón de ser de la empresa– y la visión –hacia dónde aspira
posicionarse y cuándo.
El Emprendedor Responsable
La Tecnología, Un Complemento
Podemos afirmar, tal vez con un alto grado de
consenso, que la pérdida
paulatina de la capacidad de sorpresa de los seres humanos comenzó a partir
del descenso del hombre en la Luna. Sin embargo, muchos creen que recién
ello tuvo lugar con el desarrollo de la Web 2.0 y la aparición del celular
multimedia. Pero quizás no todos se han enterado de la revolución que trae
consigo la impresora 3D o la futura entrega de libros a domicilio, prevista
por Amazon, a partir del empleo de pequeños aviones robot conocidos como
drones.
Nada indica que no se pueda hacer
Así como hoy no se puede cuantificar cuántos medios de comunicación existen,
porque éstos dependen de la creatividad del publicitario, lo mismo vale para
la fabricación de productos, la mejora de procesos, la capacitación virtual,
etc.
Ahora bien. De nada sirve la inteligencia aplicada en la creación de nuevas
soluciones, si luego no hay voluntad de llevarla a la práctica. En las
organizaciones lamentablemente existen personas que se oponen a los cambios
y a la mejora continua. Si bien ello no deja de sorprender, porque
justamente es lo que se necesita hacer, la presencia de estos seres muchas
veces los vemos ejerciendo un rol clave, desde CEO hacia abajo.
No es el tema ocuparnos de esta casta mediocre y tóxica de personas, porque
si bien existió en todas las épocas, su futuro y permanencia hoy tiene los
días contados, por la sencilla necesidad de competitividad y sustentabilidad
a la que están expuestas las organizaciones.
En la media que la tecnología se va incorporando en las diversas áreas de la
empresa, se necesita que los empleados no sólo cuenten con la
capacidad-habilidad de incorporarla en el quehacer diario, sino que también
conozcan el por qué y el para qué de ello. Caso contrario, la inversión
realizada no podrá capitalizarse ni el empleado tampoco estará sacando un
provecho óptimo de la misma.
A mayor creatividad, mejores resultados
Esta máxima podrá no funcionar siempre, pero en la medida que el empleado se
interese plenamente en las nuevas herramientas que están a su disposición y
busque ampliar su uso más allá de lo que dice "el manual", estará
sumando
una mayor productividad en su gestión. Para ello se necesitará, sin lugar a
dudas, que la empresa cuente con el perfil adecuado de personal, que opere
con grupos multiáreas y que todos estén persuadidos del gran beneficio que
se deriva del compartir y sumar nuevos conocimientos.
Mientras en el ayer las organizaciones su ufanaban por tener empleados
acordes a la descripción del puesto, muy leales y subordinados a un jefe
formal, se sentían muy seguras y convencidas de estar haciendo lo que
corresponde. Hoy ello no basta, porque las reglas del juego y las señales
del contexto -en donde el cambio es el rey- demandan que nadie esté sujeto a
esquemas estructurados y formales, pero sí que cuenten con el ambiente y los
recursos necesarios para poder crear e innovar.
Los que no lo entienden así, pero suman tecnología y recursos a sus
empleados porque ven que otros colegas también hicieron lo mismo -el clásico
me too- descubren al poco tiempo que todo sigue igual. Para evitarlo es
conveniente tener en cuenta, por ejemplo:
- Que la tecnología es un medio, un complemento estratégico, pero nunca un
fin.
- Que nada cambia ni mejora por generación espontánea. Ya hemos visto que se
necesita del encuadre estratégico -el qué y el para qué- y contar con
empleados de calidad, es decir, habilidosos y comprometidos con la visión de
la organización.
- Que la empresa deje hacer, lo que supone brindar un ambiente propicio para
la experimentación, la innovación y el conocimiento compartido.
- Que existan líderes que no sean pastores de rebaños, sino provocadores y
motivadores del cambio.
- Que toda la organización, incluyendo sus filiales y asociados
estratégicos, aprendan haciendo.
Más allá de los reactivos de siempre, que dirán que esto es algo imposible
de realizar, porque desconocen la existencia de empresas que desde hace
décadas trabajan así, si alguno de ustedes ya se encuentra trabajando en
estas empresas, sería muy conveniente que lo mencione y comparta en su red
social. Con ello está propiciando un cambio de actitud en la gente, al
tiempo que permitirá expandir las prácticas que hoy sí tienen sentido para
sumar valor al proyecto o plan de carrera laboral-profesional.
¡El
portador de Tu Marca Personal es un agente del cambio que utiliza las
soluciones tecnológicas para sumar valor a su gestión, lo comunica y lo
comparte pero sin descuidar el sentido que todo ello tiene en su vida!
José Podestá
Qué Conviene Hacer
A veces la
ocurrencia de propuestas duales u opcionales, como por ejemplo dos puestos
alternativos o dos destinos laborales, más que ponernos contentos nos generan
un problema de decisión que, por lo general, no está exento de su cuota de
estrés. Luego suele ocurrir que uno termina optando
por aquel que aparentemente creemos que nos brindará un mayor ingreso económico,
aunque no tengamos certeza de ello.
El Desafío Laboral-Profesional
Mientras
las oportunidades ocurren en el mundo exterior, las actitudes y motivaciones
que nos ponen en acción o las depresiones que nos condicionan en el hacer, se
gestan y transitan en nuestro ser interior. A partir de cuál es nuestra
predisposición frente a los sucesos que sentimos valen la pena –por ejemplo,
aquellos que son funcionales al plan de carrera laboral-profesional– terminamos
adoptando un comportamiento vivencial. ¿Por qué? Porque en ese caso se
constituye en un desafío personal, que posiblemente sea el que termine
brindando un sentido a la vida, aunque no se tenga un conocimiento profundo de
ello.
El Trabajo Adecuado
Mientras
erróneamente la empresa busca al mejor empleado-profesional, en lugar del más
adecuado para la misión y la visión, lo mismo suele darse con los postulantes:
les interesa y motiva ingresar a las mejores empresas, sin saber si éstas son
las más adecuadas para llevar adelante el plan de carrera laboral-profesional.

Bio - José Podestá
Cuenta con un PhD en Business Administration (Columbia University), posgrados en Estrategia Competitiva y en Responsabilidad Social y Ciudadana, y títulos de grado en Marketing y en Relaciones Públicas.
Experto en posicionamiento y desarrollo de Marcas, Negocios, Competitividad, Marketing Personal, Relacional y Personal Branding.
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