El haber escuchado de un joven científico y filósofo de 95 años de edad –Mario Bunge– que el
cursado de una carrera universitaria no habilita a tomar buenas decisiones, me
sirvió de motivación para tratar este tema. El calificativo de joven no refiere necesariamente a la
edad biológica sino intelectual, porque es sabido que una persona, por ejemplo
de 30 años, puede ser en el pensar y en la voluntad un anciano frente a su circunstancia y la vida.
Desde hace unos años que vengo reflexionando sobre
lo expresado por Bunge, con motivo de la creciente oferta de nuevas carreras
universitarias y de posgrados. Yo mismo he sido de la partida, al haber
propuesto, desarrollado e implementado, hace tres años, la carrera de logística
a nivel universitario. Por supuesto que no estoy arrepentido de ello, por tratarse
de una disciplina que está necesitando de profesionales en las empresas, el retail, los operadores logísticos y el
comercio internacional.
En la logística, como sucede en la mayoría de las
profesiones, si bien la formación es importante más aún lo es la práctica.
Toma
de conciencia
En una de mis asignaturas –Estrategia– suelo
utilizar un video en donde el estratega japonés Kenichi Ohmae les dice, a los
CEOs de las principales corporaciones de los Estados Unidos, que estén
prevenidos cuando envíen sus ejecutivos a un posgrado de estrategia. ¿Por qué?
Porque la mayoría de los profesores son teóricos
que nunca han tenido contacto con la práctica, ni mucho menos han vendido nada.
Entonces, potencian toda su “sabiduría” en base a modelos y matrices, cuando
bien sabemos que la realidad nada tiene que ver con las racionalizaciones
intelectuales.
Ohmae tomó conocimiento directo de ello cuando era
profesor universitario en la disciplina y los alumnos les pedían saber, antes
de responder, dentro de qué marco analítico debían fundamentar sus
explicaciones. Es así como se convenció del sinsentido de la orientación
“académica” en la que se sustentan la mayoría de las universidades, y renunció
por no estar de acuerdo con ello.
Lo
importante, sumar
El contenido tiene sus beneficios en la medida que
responda al hoy y permita, al estudiante y al ejecutivo, ampliar su nivel de
conciencia. Una vez incorporados los nuevos conocimientos, podrán llevarlos a
la práctica con una dosis de sentido común y realismo. Caso contrario, su
implementación terminará siendo doblemente perjudicial, tanto para la empresa
como para el empleado o el ejecutivo en cuestión.
A pesar de lo básico y sensato de lo observado,
existen empresas y directivos que reiteran el error. Entonces, de lo que se
trata es que el empleado que hoy destina tiempo y dinero en su formación, evite
tal frustración, sobre todo cuando la capacitación forma parte de los pasos que
necesita llevar a cabo para avanzar hacia la visión estratégica de su plan de
carrera.
Puede ocurrir que el plan de carrera
laboral-profesional cuente con el soporte y apoyo económico de la empresa. En
ese caso, el empleado deberá estar muy atento a sus consecuencias, porque en
realidad se trata de “su” proyecto personal, con fecha y lugar de llegada.
Además, no siempre el proyecto contempla como meta a la empresa en donde hoy se
encuentra el titular brindando sus servicios.
¡El portador de Tu Marca Personal –ya sea que
se desempeñe como emprendedor o empleado– es un “hacedor profesional”, motivo por
el cual está expuesto a ser solicitado y reconocido por sus méritos, estilo de
ejecución y don de anticipación!
José
Podestá