A pesar que somos muchos los que sostenemos que una
organización sustentable se debe a la calidad de sus empleados y ejecutivos, la
realidad dista de parecerse a ello. No por la eventual ausencia del personal
adecuado sino por la actitud equivocaba y mezquina de sus directivos.
Ejemplos
lamentables
Una de las empresas punto com de mayor éxito a nivel global –evito dar su nombre por la
indignación que siento al maltrato que brindan al personal, pero seguramente
ustedes sabrán deducir a quién me refiero– tiene en su haber una lamentable cosecha de casos que rayan en un primitivismo autoritario hacia lo laboral,
que debería ser impensable para el hoy.
Los ejemplos que se enuncian –hay muchos más– fueron
objeto de un artículo publicado por el periódico The New York Times, de los
Estados Unidos, el cual produjo un gran revuelo en múltiples sectores de la
sociedad. Y no es para menos, tal como lo podrán apreciar a continuación:
- Empleados que lloran en sus puestos de trabajo,
por la presión de sus superiores; la empresa se jacta que la gente se sienta
mal consigo misma, porque consideran que “así pueden ir más allá de lo que
creen que son sus límites”.
- Guía interna que instruye a los empleados acerca
de cómo enviar mensajes secretos para sabotearse unos a otros. Típico de la ley de la selva, aunque en realidad se
trate de una empresa del siglo XXI.
- Todos los empleados deben firmar –incluso de los
niveles más bajos– un acuerdo de confidencialidad que les impide hacer
trascender la vida interior de la organización.
- Los gastos de viaje no los paga la empresa, por lo
general.
- En uno de los depósitos los operarios trabajaban
con una temperatura ambiental superior a los 40°C, mientras las ambulancias
esperaban afuera para llevarse a los que se desvanecían. Fue necesario que un
periódico local hiciera pública esta situación, para que la compañía instalara
el aire acondicionado.
- La cultura se jacta de erosionar las fronteras
entre la vida del empleado y el trabajo, además de instalar la máxima: “dar
todo, no basta”.
- Los jefes que permanentemente no están a
disposición vía internet en sus hogares, ya sea por la noche, los fines de
semana e incluso en las vacaciones, son observados.
- Todos los empleados forman parte de la “data” de
la empresa, la que incluye temas clave de su biografía personal y laboral.
- Es normal que algunos empleados trabajen 85 horas
o más por semana; si no lo hacen, es visto como “un gran problema”. Además,
rara vez se toman vacaciones.
- Una empleada con cáncer de tiroides recibió una
baja calificación cuando volvió del tratamiento. ¿Por qué? Según su jefe,
porque mientras estaba en tratamiento sus pares lograron mejores resultados.
- Una empleada no sólo perdió sus mellizos en un
embarazo, sino que tuvo que salir de viaje de negocios después de la cirugía.
No conforme con ello, su jefe literalmente le dijo: “Lo siento, hay que hacer
el trabajo. Dado que trata de tener una familia, no sé si este es el lugar
adecuado para trabajar”. Desde ya que esta empresa no brinda nada por maternidad.
- Una empleada con cáncer de mama fue colocada en un
“plan de mejora del desempeño”. En esta empresa ello equivale a “está en
peligro de que la echen”, porque “dificultades en su vida personal” están interfiriendo
con el cumplimiento de sus metas laborales.
- A la madre del bebé que nació muerto le dijeron
que controlarían su desempeño, “para asegurarse de que siguiera concentrada en
el trabajo”.
Desde ya que la rotación de empleados y ejecutivos
que sufre esta empresa es muy alta; el empleado medio dura sólo un año, es
decir, el periodo más breve de todas las empresas que en los Estados Unidos
integran el índice 500Fortune.
Aunque parezca increíble, a pesar de lo relatado y
denunciado en los medios, esta empresa goza de una legión de personas que
bregan por ingresar en ella. Esto nos hace pensar en el “gran misterio” que es
el ser humano.
¡El portador de Tu Marca Personal podrá estar,
en algún momento, en la disyuntiva de tener que optar o no por una empresa de
esta “performance”; ello dependerá de su escala de valores y del sentido que la
decisión tiene en su vida y para sus prójimos!
José Podestá