Es evidente que a mediano plazo las tareas
repetitivas –aquellas que son rutinarias, más allá de su complejidad y el área
de realización– se verán paulatinamente reemplazadas por los robots. Si bien la
automatización comenzó a darse fundamentalmente en las plantas industriales
–con gran suceso en las líneas de fabricación– también se viene expandiendo no
sólo en el ámbito administrativo, comercial, servicios y profesional, sino
hasta en las tareas del hogar.
A
todos nos puede afectar
A partir del respectivo proyecto laboral y
profesional de mediano o largo plazo, la persona deberá comenzar a tener en
cuenta cuáles son aquellas actividades que requerirán poco valor y esfuerzo
futuro en su realización. Si bien inicialmente las podrá llevar a cabo –siempre
y cuando no le generen distracción o demora en el logro de las etapas del
proyecto personal– hoy es muy conveniente que vaya previendo en qué medida
éstas podrán ser absorbidas por la automatización. Por tanto, de ahora en más
es conveniente tener al menos en cuenta
lo siguiente:
- En qué grado mi carrera laboral y profesional está
en peligro de desaparecer o de verse seriamente limitada.
Determinadas actividades llevadas a cabo por los
contadores, abogados, médicos, traductor, gerentes, periodistas, repositores,
cajeros, etc., estarán cada vez más expuestas a ser “compartidas” por los
robots.
Inicialmente esta situación podrá pasar bastante
desapercibida por la mayoría, justamente porque la misma estará “limitada” a lo
meramente rutinario y de poco valor. Pero cuando ello ocurra se deberá estar
muy atento a lo que pudiera sobrevenir; de ello aprendieron aquellas personas
que en zonas de inundación estuvieron en algún momento expuestas a la estresante
preocupación de ver cómo el agua ya había llegado hasta debajo de la puerta de
entrada sus casas.
En forma paralela surgirán también aplicaciones de
extrema precisión y sofisticación que no necesariamente reemplazarán al
profesional, pero sí que podrán ser consideradas como un aliado muy importante.
Tal el caso de los robots que ya “actúan” en el campo de la cirugía, incluso en
las de alta complejidad, permitiendo al profesional ser el “coordinador y
tutor” de su desempeño. Aquí la automatización no resta, sino que suma.
- Cómo afectará en mi vocación.
Todos tenemos una misión en la vida y en función de ello asumimos aquella vocación que nos permita llevarla a cabo
con solvencia y dedicación. Al respecto y teniendo en cuenta el desarrollo
exponencial de las nuevas tecnologías aplicadas en múltiples áreas, no resulta
improbable que ocurran casos en donde la persona sienta que su vocación corre el peligro de pasar a
“otras manos”.
Para nada significa que por tal circunstancia se
deba vivir en un nivel de incertidumbre y ansiedad, sino en estar más atentos a
la evolución del cambio. Si bien podrá ocurrir que un robot se convierta, por
ejemplo, en un eximio pianista o violinista, no por ello tendrá garantizado el
éxito, ¿Por qué? Porque las máquinas carecen de “vida anímica, expresividad y
corazón”, con lo cual el músico que con pasión
ama su vocación no por ello se dejará
amedrentar con un sub-producto de la tecnología. Por suerte el “original”
siempre seguirá teniendo mayor valor que la copia; esto vale también en el
Personal Branding.
Más
que competidor, un aliado
Así como el ser humano inventó la rueda, la pala e
infinidad de herramientas y procesos, también ha hecho posible el “nacimiento”
del robot. Y me parece muy importante que en esta primera ola de su aplicación,
el robot pase a realizar aquellas tareas de rutina que “liberen” al ser humano,
permitiéndole concentrarse en las cosas que son de mayor relevancia y
necesidad.
Quizás algunos de ustedes recuerden las imágenes de
“Carlitos” –Charles Chaplin– en su película Tiempos Modernos. La sátira que él
personificó en la línea de fabricación tenía un sentido político, moral y
social muy fuerte en su época –año 1936. Pero sirvió y fue un “llamado de
atención” sobre las consecuencias nefastas que llevó al obrero fabril a ser
reducido a un simple “robot” de carne y hueso. Al respecto, considero que este
es un buen ejemplo a ser tenido muy en cuenta –especialmente por los dirigentes
y empresarios– con relación a la irrupción de la robótica en el ámbito laboral
y profesional. Al mismo tiempo, vale para hacernos esta reflexión: ¿Cuántos
seres humanos en pleno siglo XXI aún “trabajan” haciendo cosas que no son
relevantes, pero sí alienantes, a cambio de un salario?
La robótica no debiera ser un impedimento para la
evolución y el desarrollo del ser humano, más allá de las consecuencias
nefastas o mezquinas que algunos piensen o crean que lograrán capitalizar,
reduciendo puestos de trabajos y ahorrándose con ello el pago de salarios y
cargas sociales. Sobre el particular hay experiencia de hasta dónde puede
llegar la hipocresía humana, motivo por el cual la misma sociedad será la encargada
de producir los reactivos necesarios para su neutralización.
En cambio, lo que sí se impone es llegar a capitalizar
la presencia de la automatización en el ámbito personal y profesional para
sacar partido de ello y tener al “asistente robot” como un aliado eficiente e
incondicional.
¡El portador de Tu Marca Personal, llegado el
momento, sabrá direccionar y “gestionar” a la robótica de tal manera que le
permita, en su trabajo y profesional, poder disponer de un mayor tiempo en su
proyecto y en especial para los destinatarios de su vocación!
José
Podestá