Marca Personal de Nada

30 mayo 2010 ·

Tal vez no sea políticamente correcto decir que, con excepción de las personas que poseen una identidad reconocida por sus públicos, todos los demás carecen de Tu Marca Personal. ¡Pero justamente eso es lo que nos muestra la realidad!

Todos tenemos un nombre y apellido, pero sólo un pequeño porcentaje goza del beneficio de haberlo hecho fructificar como “marca” mediante el esfuerzo que en un momento dado decidieron realizar en pos de un adecuado posicionamiento. En un mundo complejo como el actual y sobreofertado de productos, servicios y profesionales con títulos diversos, se hace realmente difícil lograr ser reconocido y valorado como en tiempos pasados.

Ayer en una comunidad era muy común identificar a una persona, rápidamente, por su talento o capacidad: Juan, el herrero; Marta, la peinadora; Alberto, el pediatra; María, la bioquímica, ...

Hoy tal identificación-asociación ya no funciona, salvo en el restringido ámbito de un grupo primario. Si bien herreros no hay muchos, en el resto de los ejemplos mencionados –más todos los que uno se quiera imaginar– existe tal nivel de sobreoferta que ni el nombre y tampoco la especialización ayudan hoy para poder sobresalir, ser reconocidos y valorados. Todos tienen nombre y apellido, pero no alcanza para “marcar” nada.

¿Qué es lo que está faltando?

Básicamente tres cosas:

a. Qué nos demos plenamente cuenta de ello.
b. Que tengamos la voluntad de salir del anonimato laboral, social o profesional en que nos encontramos.
c. Que nos pongamos a trabajar, en serio y con perseverancia, en nuestro Personal Branding.

Así como en el mundo comercial una marca que no es publicitada, desarrollada y cuidada termina perdiendo nivel de presencia mental y valoración en el target-objetivo, lo mismo hoy le sucede a una persona que pretende desarrollar un proyecto, lograr ingresar en una empresa u obtener clientes o pacientes. Lo primero que el otro le preguntará es: ¿Quién eres? Y acto seguido, seguramente que esa persona se preguntará: ¿Por qué debo atender o contratar a esta persona si realmente no tiene nada distinto o sobresaliente al resto?

Aunque nos cueste admitir estos sucesos que hoy pasaron a ser moneda corriente, poco importa poseer un buen “packaging” en lo personal, haber obtenido una especialización o accedido a un título universitario si luego no se hace nada por lograr ser reconocido y valorado en el ámbito en donde se desee hacer carrera o ejercer un oficio. Simplemente para “el otro” hemos de ser personas sin marca personal.

Los líderes ya hicieron lo suyo

No está mal que uno tenga como referencia o modelo a emular a un selecto grupo de personalidades que han sobresalido por sus cualidades o competencias diferenciales. Pero también es justo decir que ellos muy poco podrán ayudarnos en lo nuestro. ¿Por qué? Porque aquí no se trata de copiar ni de imitar a nadie. Como individuos, cada uno de nosotros posee un ADN propio que deberá descubrir y potenciar. Recién a partir de aquella cualidad que nos resulte más funcional para gestar la identidad y generar valor en el trabajo o desempeño que realicemos ante nuestro público-objetivo, se habrá puesto en marcha el proceso que nos conducirá hacia el posicionamiento y reconocimiento deseados.

Cada uno sabe o podrá descubrir, en este caminar, cuál es lo distintivo que se dispone para captar la atención del otro. Y como ese atributo es lo que calificará y dará valor al trabajo o servicio que brindemos, en la medida que así sea percibido por nuestros “clientes” estaremos creando y estableciendo una imagen genuina y personal.

Entonces, ...

¡Para no ser una Marca Personal de nada, se necesitará optar por el medio que permita sobresalir del mercado masivo de los iguales –Tu Marca Personal– tal como siempre lo hicieron y lo hacen aquellos líderes que nos vienen “marcando” con sus aportes y creatividad!


José Podestá

Clic Entre el Decir y el Hacer

23 mayo 2010 ·

Con cierta frecuencia se observa, en el ámbito de las empresas, afirmar que hacen, valoran o respetan determinados principios pero luego los hechos muestran lo contrario. También a veces suele ocurrirnos algo parecido a nosotros, y quizás no nos damos ni cuenta de ello. Pero los que más uso y abuso hacen de esta circunstancia –frecuentemente adosada con mentiras hasta siniestras– son los funcionarios públicos y los políticos, en general.

Esta realidad, hoy devenida en global, ha terminado licuando y en todas sus concepciones el valor superlativo de la palabra, en términos de su credibilidad, honestidad, compromiso, reparo, confianza, etc. Pero lo más grave de ello, toda vez que se produce tal lamentable clic, son las consecuencias muchas veces ultra perjudiciales que terminan afectando directamente al prójimo. Y cuando este “ilícito” partió de una marca, el desencanto en el público-objetivo puede llegar hoy hasta derivar en una campaña viral de consecuencias negativas e impredecibles.

¿Por qué ocurre el clic?

Aquí ya nos tendríamos que remitir a los impulsos psicológicos que lleva a las personas a ejercer esta lamentable mala praxis. No obstante, hay un factor-razón que habitualmente se reitera y está implícito en ella: el corto plazo.

Quizás los manipuladores del clic, a riesgo de perder en lo personal vaya uno a saber qué mezquino objetivo, incurren en tal irresponsabilidad para preservar su presión de poder-dominio, sin darse cuenta que con ello están minando su posicionamiento e identidad personal de mediano y largo plazo. Esto ya nos dice que esta clase de individuo desconoce las consecuencias también negativas que ello tiene para Tu Marca Personal, seguramente porque “lo que importa es el hoy. Mañana será otro día”.

En consecuencia, para esta “raza” tiende a preservarse en lo personal a toda costa –más allá de las consecuencias a terceros– intentando incluso para tal fin el empleo de los medios “amigos”, es decir, los que les resultan más funcionales a sus intereses mezquinos e intentado, al mismo tiempo, ejercer todo el poder disponible para desprestigiar a todos aquellos que muestren la verdad oculta de tal accionar.

¡Cómo no caer en el intento!

Por supuesto manteniendo la coherencia entre el decir y el hacer. Pero no de un modo oportunista sino por la convicción de respecto y dignidad que hacia el otro uno realmente sienta desde su interior. Aquí el valor de lo cosmético es inversamente proporcional al empleo de la palabra dada. Por tanto, la coherencia entre la palabra y los hechos termina siendo valorada, respetada y replicada por los otros.

Las personas que optan por el recto decir-hacer evitan tener que hablar por sí mismos –algo impensado para los funcionarios y políticos– porque lo hacen con naturalidad y sin intencionalidad alguna. El rédito que terminan cosechando es decididamente superador, más allá incluso del beneficio de que sean los otros los que hablan de esta forma de proceder. Por tanto, van sumando una fortaleza de identidad y reputación positiva por la forma y el estilo con que proceden y actúan.

Demás está decir que estas personas van sedimentando una imagen tal del Personal Branding, que los posiciona como referentes calificados ante los públicos con los que interactúan, sea en lo laboral, profesional o social.

De lo que se trata, entonces, es ser coherentes a rajatabla en lo que hacemos –sin recurrir a la práctica de clic alguno. Y en la medida que los ejecutivos de una organización o los funcionarios de una administración lo practiquen con frecuencia, se beneficiarán en el tiempo porque Tu Marca Personal estará siendo reconocida y valorada por sus públicos.

¡En cuanto a los políticos, si se dan cuenta de ello, dejarán en sus discursos de nivelar hacia abajo, por tenor a no defraudar o perder al rebaño. Así a futuro podrán ser reconocidos y valorados, por la sociedad, por la coherencia e integridad de la palabra empeñada en el decir y el hacer!


José Podestá

Sueño y Visión

16 mayo 2010 ·

Cuando uno lee biografías de personas que han tenido un desempeño peculiar en la vida, se observa que más allá del plan que en algún momento diseñaron para su proyecto personal, hubo un elemento clave que ofició de impulsor: ¡El sueño!

¿Esto qué nos dice?

Que más allá de los deberes que demanda concebir, posicionar y desarrollar Tu Marca Personal, debe existir una alta motivación –muy realista– que sirva para ponernos en marcha, contra viento y marea, para el logro de las sucesivas visiones que nos iremos formulando a lo largo de nuestras vidas.

Los sueños son el estímulo que movilizan los propósitos de los individuos, en general, y de los que aspiran llegar a ser percibidos como distintos en sus respectivos ámbitos de relación, en particular. Esto sirve también para darnos cuenta que de nada vale ser un tecnócrata, un distinguidísimo graduado en la mejor Escuela de Negocios si luego en el quehacer diario se muestra un desempeño estandarizado, insulto y neutro; para ello no se necesitaba hacer semejante inversión.

Cuando una empresa pone el foco en lo meramente formal y normativo, en donde el empleado sólo debe cumplir su tarea ya premoldeada en la descripción del puesto, terminará generando una legión de neo-esclavos y autómatas, sin alma ni sueños. Quizás alguno se pregunte dónde hay organizaciones tan despersonalizadas: ¡En todas partes! Incluso, lo son en un porcentaje mayoritario.

Este dato de la realidad no es menor cuando una persona decide salir del círculo vicioso en que se encuentra para ponerse a trabajar, seriamente, en la gestación del Personal Branding. El proceso conducente a ello, si bien es riguroso, no excluye ni inhibe anexar el sueño en la visión-meta y en los sucesivos procesos que esta persona llevará a cabo para alcanzar su objetivo de identidad de marca.

El Personal Branding en un contexto caracterizado por la necesidad que tienen las organizaciones de ser reconocidas y valoradas en sus mercados, tiende a constituirse en un recurso clave para quiénes aspiran a convertirse en líderes y que suman, con su desempeño, una ventaja competitiva al trabajo que realizan.

El sueño contagia

Las personas que tienen un sueño incorporado en su biografía y trabajo suelen destacarse por su empuje y vitalidad. Son como el combustible que alimenta sus propósitos, creando expectativa e interés en los otros. Sin embargo, en su accionar no reparan en ello porque están más concentrados en concretarlos en el plazo preconcebido: actúan con naturalidad.

El mayor riesgo de una empresa focalizada en las normas, la supervisión y el control es que termina cosechando un desempeño mediocre del personal, sumada a una actitud pasiva y desinteresada. En la práctica, son las que vienen generando rotación del personal – a pesar de su política de “retención de talentos”– precedida por el bajo rendimiento, el desorden emocional y un pesado clima laboral. Sin darse cuenta, se han convertido en una “organización zombi” –desprovista de alma y de sueños– y por ello imposibilitada de brindar valor a la sociedad, a su gente y así misma.

Entonces, ...

¡Cuando se está por iniciar el proceso de Tu Marca Personal, más vale no dejar de lado el sueño que lo llevó a tomar esa trascendental decisión!


José Podestá

La Mayoría de los Adultos Juega a las Escondidas

09 mayo 2010 ·

La satisfacción que de pequeños sentíamos por llegar a ser el último de los descubiertos en un escondido hoy se torna en inversamente proporcional cuando de Personal Branding se trata. Todo individuo con habilidades o talento considero que tiene una responsabilidad social –hacia los otros– por constituirse en un referente de su especialidad. Máxime en una época como la actual, en donde la carencia de líderes –no celebridades– brilla por su ausencia.

La falta de visibilidad de empresarios sobresalientes es un dato del ayer y el hoy. Justificación que nos brindan es lo que abunda: “razones de seguridad”, “falta de tiempo”, “desconfianza hacia los medios”, “no es algo relevante”, etc. Entonces, a quienes les interesa analizar la personalidad y el hacer de estos referentes, sea por su “don” de estrategas, compromiso hacia el empleado y la comunidad, posición ante el medioambiente, actitud hacia la innovación y el cambio, etc., terminan por retornar a los “clásicos”: Jack Welch, Herb Kelleger, Frederick Smith, Howard Schultz, Sam Walton, los “Steve” Ballmer y Jobs, Richard Branson, y algún otro.

¿Qué otras señales hay?

Felizmente, las que provienen de las nuevas generaciones que están más consustanciadas con las demandas de la nueva economía. No por nada vemos cómo se perfilan, globalmente, a través de sucesos en las plataformas digital y móvil como así también en otros mercados, preferentemente los focalizados a segmentos y nichos.

Estos nuevos jugadores cuentan, en su mayoría, con formación universitaria, pero también con una vocación más concentrada en la disciplina del hacer, a partir de un innovador pensamiento estratégico. Por tanto, el posicionamiento de Tu Marca Personal es para ellos una derivada del cómo hacen lo que hacen y del rigor en el método aplicado. Y contrariamente a lo que muchos puedan pensar o imaginar, lo hacen con total naturalidad y disfrute.

Como ya lo manifestara en otra oportunidad, aquí no hay magia ni suerte: simplemente se intenta hacer las cosas a pesar de las adversidades, porque de lo que se trata es de alcanzar la visión fijada en tiempo, calidad y resultados.

¿Cómo se gesta Tu Marca Personal?

Siguiendo lo dicho precedentemente, a medida que se va llevando adelante esta tarea –con la impronta y estilo que cada uno le imprima, cada individuo va así construyendo y desarrollando su propio posicionamiento. Pero aquí no se trata de construir una marca para uno mismo sino que han de ser “los otros” –directivos de la empresa, clientes, referentes comunitarios, etc.– los que comenzarán a ver en uno algo que para ellos tiene “valor” y que hace que podamos por ello ser reconocidos y recordados por nuestro nombre y apellido.

En consecuencia, el sello que nos distingue en lo que hacemos, escribimos o ejecutamos es la resultante de la estrategia y el plan que previamente hemos diseñado para nuestro Marketing Personal. ¿Cuándo? A partir del momento en que hayamos decidido no ser parte de la legión de “individuos clonados”, porque aspiramos a ser reconocidos por algo distinto y superador.

Una vez que nos hemos dado cuenta de ello, habremos dejado de ser un participante más en el juego de las escondidas, para comenzar a ocupar el lugar que nos corresponde y más adelante empezar a capitalizar el beneficio de Tu Marca Personal.


José Podestá

Cuánto Vale Usted

02 mayo 2010 ·

Sabemos y decimos que todo tiene un valor. Muchos vinculan directamente el valor con el precio que deben pagar para adquirir un producto o acceder a un servicio. Sin embargo, el precio es la resultante final que resume y expresa un subconjuntos de beneficios tangibles e intangibles, como ser: la calidad, funcionalidad, experiencia, seguridad, diseño, marca, etc.

También existe confusión cuando uno adquiere un producto. Generalmente, nos concentramos en el hecho de poder acceder y poseer un objeto tangible: tengo un auto, un celular o una netbook. Pero en la práctica lo que sucede es que hemos comprado y pagado por el beneficio o servicio intangible que esperamos disfrutar a partir de un objeto tangible. Sin embargo, el precio que estamos dispuestos a pagar lo vinculamos fundamentalmente con el objeto tangible en cuestión, porque nos da idea del valor que tiene para uno y para los demás.

Volviendo al concepto inicial de valor, éste se constituye también en relevante y clave cuando se trata de uno mismo. Gracias a Dios somos individuos únicos e irrepetibles, tal como también nos identifica nuestras impresiones dactilares. Esto hace que uno, necesariamente, se ocupe por crear y desarrollar su propia y sobresaliente propuesta de valor funcional al proyecto de vida laboral, profesional y social.

¿Por qué hacerlo?

Porque la sobreoferta de productos y servicios que hoy existe en el mercado también se da a nivel de las personas: ¡Somos muchos en proporción para la oferta de trabajo disponible, y además nos parecemos mucho en formación, capacitación o estudios realizados!

Los signos de la realidad son los encargados de advertirnos que algo debemos hacer para dejar de pertenecer al mismo rebaño –el de los iguales– toda vez que intentamos acceder a un empleo, brindar una consultoría o ejercer una profesión. Esto no lo hará nadie por uno mismo. Por tanto, los que aspiran a ser valorados por su talento, habilidad y trayectoria, necesariamente tienen que pensar en su Marketing Personal –en lo general– y en el Personal Branding, en particular.

Entonces, de lo que se trata es de abordar el posicionamiento de uno mismo para el mercado-objetivo que se considere clave. Teniendo en claro el objetivo, Tu Marca Personal se constituye en la prioridad.

El Valor de la Marca

No lo construye la persona sino que deriva de la percepción y reconocimiento que tienen de uno el ámbito laboral, profesional o social en el cual se está interactuando. Así como hoy el target-objetivo –clientes– conversa, propone y brinda valor a la marca del producto o servicio consumido, de la misma forma “los otros” serán quiénes terminarán valorizando y retribuyendo nuestro trabajo o desempeño.

Si uno no cuenta con una propuesta de valor para el mercado laboral o profesional objetivo, tendrá el reconocimiento-retribución promedio que está reservado para la legión de los “idénticos”. Pero si es reconocido por Tu Marca Personal, el mercado será el interesado en saber cuál es su “precio”, por el perfil diferencial y oportuno que lo distingue.

En consecuencia: ¡Cuándo vale usted!


José Podestá

 

© Tu Marca Personal - Todos los derechos reservados. Se permite la difusión del contenido únicamente citando la fuente.