Desorientados y Desmotivados

20 noviembre 2011 ·

En el ámbito laboral y profesional es habitual ver dos segmentos actitudinal de personas: las que destilan pasión por lo que hacen y cómo lo hacen, y las que acompañan o secundan a estas personas o bien están allí por obra del destino o vaya uno a saber porqué. Mientras los primeros constituyen un pequeño grupo, los segundos son la gran mayoría. Y cuando uno evalúa la situación de la mayoría, se encuentra con la sorpresa que para nada tienen bien en claro cómo llegaron hasta allí ni tampoco vislumbran cuál será su futuro.

Esta división entre emprendedores-líderes y el resto no es nada nuevo. Pareciera ser que la naturaleza no es ni ha sido muy democrática que digamos al momento de asignar los talentos a los seres humanos. Sin embargo, también vemos casos de individuos que han nacido en hogares muy pobres pero que con trabajo, esfuerzo y constancia han logrado acceder a posiciones destacadas en la vida. Por tanto, ante ello uno se plantea interrogantes, como el clásico:

¿Por qué?

Si nos concentramos en el último ejemplo, podemos ver que a pesar de la adversidad el individuo que tiene en claro un propósito para darle un sentido a la vida, se pone en acción para alcanzarlo, más allá de los obstáculos, dificultades o postergaciones transitorias que debiera enfrentar. Sea por alta motivación, perseverancia o espíritu de superación, no dejará de avanzar hasta alcanzar la meta propuesta.

Si en paralelo pensamos en el grupo mayoritario que simplemente acompaña a los líderes o lo hacen porque de algo tienen que vivir, aunque en ello no demuestren convicción alguna, podemos llegar a inferir que a pesar del tiempo transcurrido no tienen muy en claro qué es lo que aspiran ser en la vida. Al desconocer su misión, el ser humano presenta una imagen de desorientación. Pero cuando uno indaga en profundidad a estas personas, muchas están literalmente conformes como están. Más aún, no les interesa sobresalir pero sí ser parte de una mayoría anónima y sin demasiadas pretensiones. Y por ello también merecen respeto.

Una realidad tranquilizadora

Así como una persona socialmente excluida o marginada lleva adelante un proyecto de superación y prosperidad, hemos señalado que también están aquellos que a pesar de tener casi todo no demuestran interés de trascendencia ni de mejora, por la sencilla razón de que no están motivadas para realizar esfuerzo o proyecto personal alguno.

Aquí bien vale la aplicación gráfica de la Ley de Pareto, en donde un 20 por ciento promedio de las personas son las que aspiran a conducir y liderar, mientras el 80 por ciento restante acompaña. Para nada ello significa, en el caso del grupo minoritario, calificarlos como seres superiores o excepcionales, salvo cuando alguno de ellos pudiera manifestarse como un genio en lo suyo; esto no es lo que aquí estamos tratando.

Lo que sí es evidente es que cada uno de nosotros somos personas que referimos a nuestra individualidad, motivo por el cual debemos aceptarnos, respetarnos y ayudarnos solidariamente. De esta forma, los que hoy puedan ser parte de la grey de los conformes con lo suyo, deberían ser tenidos en consideración y estima, especialmente aquellos que sabiendo de sus propias limitaciones manifiestan un interés de superación y están trabajando en ello.

¡Los portadores de Tu Marca Personal son parte privilegiada del 20 por ciento mencionado, motivo por el cual deberán estar más atentos para reconocer y estimular a los que también están dispuestos a trascender, sin tener en claro cómo!

José Podestá

 

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