Pérdida de Perspectiva

16 septiembre 2012 ·

Los sociólogos vienen estudiando y también advirtiendo acerca de las consecuencias del potenciado individualismo que reina en la sociedad. Uno de ellos, el renombrado Alain Touraine, llegó a vaticinar hace no mucho tiempo el fin del hombre como ser social.

Lo que se está dando, en realidad, es una consecuencia directa de algunos factores que están impulsando y alimentando el individualismo, sin darnos cuenta de ello. El cambio acelerado, la incertidumbre económica-financiera y la creciente adicción del ser humano por lo digital, hace que por falta de tiempo uno trate de comunicarse –más bien informarse– con el otro a través del éter, sin dejar de responder e interactuar con el celular de un modo prácticamente compulsivo.

Esta dependencia que nos hemos creado de la respuesta automática y constante, hace que haya cada vez más individuos que restan importancia al tiempo dedicado que nuestro ser necesita para cosas tan básicas como ir al baño –hasta desde allí se le responde al otro inmediatamente– o estar en un oficio religioso, en el cine, haciendo actividad aeróbica, etc.

Qué está sucediendo

Aunque nos resulte llamativo, el objeto material que hemos incorporado en nuestra vida, ha terminado por sobre imponerse e instalarse por delante nuestro, licuando los cada vez más escasos momentos de privacidad. Y quizás para no sentirnos mal con ello, racionalizamos tal actitud y comportamiento “convencidos” que lo hacemos por el otro.

Es así que vemos hoy personas que van por la vía pública caminando con la vista sobre la pantalla del celular, cruzando las esquinas sin ver hacia los costados y, lo que es también muy lamentable, manejando el auto con el celular adherido a la oreja.

Este comportamiento –no estar atento hacia lo que sucede en nuestro alrededor– es uno de los ejemplos de la cotidianeidad e individualismo hoy reinantes. Como fenómeno real es para nada justificable, por una sencilla razón de respeto hacia los derechos de los demás.

Por supuesto que no es la intención ir en contra de esta realidad. Pero sí advertir acerca de las consecuencias, que para nada son gratas ni redituables.

También le afecta al empleado

El celular cedido al empleado por la empresa, no escapa a los mismos comentarios. Sin embargo, aquí suele terminar constituyéndose en un factor de intromisión en la privacidad y horarios de descanso, incluido el fin de semana. Como la consigna es “mantenernos comunicados”, tal “necesidad” hace que el jefe se sienta en su derecho de contactarse con el empleado en la frecuencia 24/7, es decir, en todo momento.

Cada vez más solos

El habernos encerrado y aislado del otro, hace que vayamos perdiendo perspectiva de las cosas y de todo lo que implica y gratifica el poder interactuar con el prójimo, el estar atento hacia el otro y a las oportunidades concretas y latentes. Tal vez alguno piense que, en realidad, nada de ello lo impacta como tal. Pero más allá que existan loables excepciones, lo cierto es lo que vemos a diario en nuestra vida de relación, para darnos cuenta de ello y no terminar como si fuéramos zombis urbanos esclavos al servicio del celular: el nuevo objeto-fetiche que se autoinstaló en la vida de muchos.

Para el desarrollo y posicionamiento del Personal Branding, nada que condicione o excluya el vínculo social en el mundo real, es bueno en sí mismo. Es por ello que para un plan de carrera laboral-profesional sustentable, es vital interactuar en vivo y estar muy atentos al mercado objetivo al cual se aspira alcanzar, en tiempo y forma.

¡El portador de Tu Marca Personal sabe muy bien que perder de perspectiva al otro, es poner en peligro el refuerzo realizado. Es por ello que se cuida muy bien y evita caer en las limitaciones y contradicciones del individualismo hoy reinante!


 

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