Muchas de
las preguntas y afirmaciones que realiza
- ¿Los
viernes se trabaja?
- ¿Brindan
más días de vacaciones que lo establecido por ley?
- ¿Tiene
gimnasio la empresa?
- ¿Disponen
de sala de relax?
- Los
martes por la tarde tengo que cuidar a mi madre.
- Necesito
disponer dos tardes al mes por un postgrado de literatura.
- Ya tengo
confirmado un viaje de dos meses a Europa, el próximo año, con un grupo de
amigos.
Cómo no frustrarse con la realidad
Para las
empresas que después de un intenso trabajo llegaron a tener perfectamente
definido y estructurado los procesos de gestión del personal, pretender seguir
en la misma senda es avanzar por el camino equivocado. Así como el área
comercial y financiera de esa misma empresa ha tenido que ir adaptándose o
anticipándose a los cambios locales y globales, lo mismo debió hacer el área de
las personas. Caso contrario, en el proceso natural del recambio generacional
se irán quedando sin gente que pueda crear valor y generar ideas e innovación
para los tiempos que corren.
Más allá
que a algunos les parezca que las preguntas-demandas que escucha de esta
generación no pueden aceptarse, lo cierto es que ellos están poniendo sobre la
mesa nuevos valores, con total espontaneidad y honestidad. Se animan a
plantearlo desde el vamos, a los efectos de no perder tiempo ni hacerlo perder
al proceso de búsqueda.
También se
observa que la forma como encaran la vida en general, es mucho más completa y
única que la de sus antecesores. Quizás muchos de ellos provengan, incluso, de
familias en donde el padre vivió y dio todo por la empresa y sin embargo, sea
por reestructuración, tercerización u otras “argumentaciones”, fue despedido
años antes del retiro generoso que la empresa le había prometido es más de una
oportunidad.
Entonces,
no es inusitado que esta generación aspire disfrutar en la oficina y que ésta
sea, a su vez, un importante eslabón que lo acompañe en los otros disfrutes que
integran su día-a-día.
Al
responsable del área de personal quizás le cueste entender que el nuevo
empleado pretenda sumar y asimilar a la empresa como parte del disfrute que le
produce el trabajo que realiza diariamente. De allí que es importante intentar
ponerse en los zapatos del otro –aunque para algunos hasta les resulte
“humillante”– para comprender que no hay segundas intenciones más allá de los
nuevos valores que esta generación no desea negociar ni claudicar.
¡El
portador de Tu Marca Personal, como ferviente defensor de su Yo SA, fue y es el
precursor de los nuevos valores que hoy las empresas deben aceptar y convalidar!
José Podestá