A partir de
1. Un ser
humano, no un recurso.
2. Un
individuo y como tal, único y no pasible a estandarización
alguna.
Pero
también hay otras cuestiones de fondo a tenerse en cuenta, como ser:
a. A la
herencia del esfuerzo y el sacrificio, como valores centrales, los jóvenes le
suman en su relación con sus pares y compañeros cuestiones que antes el pensar
autocrático de los que decidían no lo tenían en cuenta. Se trata de la
sinceridad, diversión y fidelidad.
Estos
cambios deben ser incorporados en la cultura del trabajo y promovida por la
empresa, además de estar planteados en la comunicación y el proceso de
búsqueda.
b. Para los
representantes de esta generación es muy importante la realización y el
desarrollo personal-profesional. Ello también nos señala que están interesados
en el Personal Branding.
c. Ven el
trabajo como un medio para desarrollar capacidades. ¿Esto qué significa? Que
para la Generación Y
el trabajo es una actividad de aplicación
y generación de conocimientos, motivo por el cual aspiran a tener el
espacio ambiental acorde para crear, innovar, equivocarse y aprender. ¡Qué
desafío para los convencionales ejecutivos que todavía creen que deben
gestionar “recursos humanos!”
d. La
remuneración es un aspecto importante. Si bien para ellos el cambio de valores
ya mencionado es una prioridad, tampoco son tontos ni conformistas en aceptar
el salario “promedio” que tan bien les cerraba la argumentación al área de
personal, porque vinculaba con la descripción
del puesto y el valor del mercado. Si todavía hay empresas que creen en
ello, es tiempo que cambien de ideología
antes que sea demasiado tarde.
e. Tienen
una mejor y responsable actitud hacia la preservación del medio ambiente,
respecto de los ejecutivos del ayer. Esta generación no está dispuesta a
claudicar en valores que son universales. Si sabemos que el planeta Tierra es
nuestra casa, no es de un ser inteligente maltratarla y deteriorarla; los
ejemplos de las recurrentes catástrofes climatológicas nos lo recuerdan a
menudo.
f. El clima
laboral hostil, como medio de
cohesión y concentración en las tareas so pena de un eventual despido, ya fue.
Esta práctica, que tanto empresas como psicólogos laborales irresponsablemente
instrumentaron –y aún algunos lo continuaron dando origen al denominado “management del terror”– no tiene cabida
en el hoy. Tampoco los “otros recursos”, como ser: presión laboral excesiva,
intolerancia y autoritarismo, que en los últimos años ha generado una cantidad
importante de suicidios de empleados y ejecutivos, sin que por ello las
empresas involucradas hayan sufrido apercibimiento alguno. No olvidemos que el
suicidio laboral es la última fase de la violencia en el trabajo, cuando esta
violencia se vuelve contra uno mismo.
Al
respecto, si usted cree que el poder lo tiene la empresa, le sugiero que revea
rápidamente tal convicción. El poder hoy lo tienen los empleados, en el ámbito
laboral, como nosotros los clientes-consumidores, en el mercado de consumo.
Esto no cambió hace poco tiempo sino que está vigente desde el inicio del
presente siglo.
Para no
padecer mayores problemas, el área de recursos humanos debe ser reformulada
para poder operar como Gestión de Personas. Pero cuidado. No se trata de
hacerlo para “adaptarse a la moda” sino porque el empleado así lo demanda.
¡La Generación Y es portadora latente de Tu Marca Personal,
además de ser consciente de la transitoriedad que la empresa tiene en su plan
de carrera laboral-profesional!
José Podestá