Mientras
erróneamente la empresa busca al mejor empleado-profesional, en lugar del más
adecuado para la misión y la visión, lo mismo suele darse con los postulantes:
les interesa y motiva ingresar a las mejores empresas, sin saber si éstas son
las más adecuadas para llevar adelante el plan de carrera laboral-profesional.
La historia
de las organizaciones está plagada de sueños frustrados en ambos bandos. Ser el
mejor no es sinónimo de integración, generosidad o respeto hacia el otro, ni la
mejor empresa es garantía de un clima y cultura laboral acordes con los
principios y valores del postulante.
Si se opta
por llevar a cabo el desarrollo laboral-profesional en una organización, es muy
conveniente saber de antemano todo aquello que resulte ser clave para el
proyecto personal. Por supuesto que este tipo de inquietud o cuestionamiento no
se lo plantea la mayoría de los individuos, tal vez por falta de objetivos,
ocurrencia o simplemente desconocimiento. Sin embargo, se trata de su asunto
clave y vital. ¿Por qué? Porque lo que está en juego es, nada más y nada menos,
que el destino laboral-profesional de uno mismo.
Piloto del destino
Así como
muchos no tienen en claro el qué y el para qué vale la pena destinar el tiempo
de la jornada laboral en una determinada empresa, también es cierto que
mayoritariamente la gente tampoco se plantea cuál es el sentido que tiene la
vida o qué sentido se le debe dar.
Frente a
ello, el paisaje nos muestra cómo las personas van de un lado para otro, en piloto automático, sin saber para qué lo
hacen. En realidad, lo único que sí tienen en claro es que si no se mueven no podrán a fin de mes obtener
los ingresos necesarios para subsistir. Nueva pregunta: ¿Es éste el sentido de
la vida?
Lamentablemente
no suele haber demasiada difusión y orientación sobre un tema tan profundo y
vital. Parecería ser que en la sociedad individualista del hoy este tema es meramente
privativo y personal, de modo que cada uno deberá reflexionar y encontrarle la solución. Por suerte,
los que se interesan en el Personal Branding tienen la oportunidad de tomar conocimiento
y abordarlo desde el inicio del programa. ¿Por qué? Porque si no tienen en
claro quiénes son y cuál es la misión y el sentido de sus vidas, difícilmente
podrán desarrollar Tu Marca Personal.
En
consecuencia, en la medida que uno opte por ser el piloto y conductor de su
destino, podrá centrarse en lo importante y resignar todo aquello que carezca
de sentido y valor para la visión y el proyecto personal o de vida. De esta
forma, se estará trabajando en lo que verdaderamente importa, es decir, en lo que
es más adecuado y trascendente para el proyecto en cuestión.
Al tener
consciencia de ello, se comienza a transitar en la vida con otra
predisposición, actitud y compromiso. Esto no significa que muchas veces las
cosas no se den como se desea o espera, justamente porque no se puede tener el
control absoluto de todo; de lo que se trata es de poder darnos cuenta que uno
debiera tomar las riendas de la vida, a pesar que en algún momento las cosas no
se den como estaban previstas, en lugar de esperar o ceder a “los otros” para
que nos digan o establezcan lo que a uno “le conviene” hacer y ser. Como podrán
ver, tal renuncia es un tremendo disparate.
¡El
portador de Tu Marca Personal dispone de las herramientas, la actitud y la
convicción de ser el piloto que le brinde un sentido a la vida, a través de su
proyecto personal!
José Podestá